a veces siento que mi desconocido existe y me está buscando.
siento que hay alguien que me conose mejor que yo misma
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El fin del profesor
"El profesor me miró con miedo en sus ojos, suplicante. 'Por favor, déjame ir', tartamudeó con voz temblorosa. De pronto, su rostro se contrajo en una mueca de terror,
"Indira sonrió peligrosamente, y de repente, una energía oscura comenzó a emanar de sus ojos. El profesor retrocedió, aterrorizado, mientras Indira levantaba la mano y una sombra parecía cobrar vida en la pared, retorciéndose como una serpiente. '¿Quieres saber lo que puedo hacer?', susurró Indira, su voz baja y amenazante."
"La serpiente se deslizó hacia él, subiendo por su cuerpo con movimientos sinuosos, y se enredó en su cuello sin apretar demasiado, como si estuviera esperando algo. El profesor intentó respirar, pero la presión era leve, solo lo suficiente para hacerle sentir una sensación de ahogo inminente. Indira observaba con una mirada intensa, como si disfrutara del miedo que se reflejaba en los ojos de su víctima."
"El profesor estaba paralizado del miedo, incapaz de moverse o hablar. La serpiente seguía enrollada en su cuello, y la mirada de Indira parecía atravesarlo.
Indira : 'Te gusta mi amiga, ¿verdad?', dijo ella con una sonrisa enigmática. 'Es hermosa, pero también es traicionera. No te confíes mucho.' La voz de Indira era baja y seductora, pero había un matiz de advertencia que hizo que el profesor se estremeciera."
"Indira se dio media vuelta y empezó a caminar tranquilamente, riendo con una risa suave y melodiosa.
No pasaron ni cinco minutos cuando se escucharon unos gritos desgarradores provenientes de la dirección en la que el profesor había quedado solo con la serpiente. Los gritos fueron aumentando en intensidad y desesperación, hasta que de repente se detuvieron en seco.
"Indira se dirigió a su habitación con pasos tranquilos, como si no hubiera pasado nada fuera de lo común. Se acostó en su cama y cerró los ojos, sin un ápice de remordimiento en su rostro.
'Hice lo que tenía que hacer', se dijo a sí misma, el le había hecho mucho daño a la verdadera Indira, , fue un trauma muy grande para indira, recuerdos demasiado orribles que no quiero recordar. sin un tono de duda en su voz. La oscuridad de la habitación parecía envolverla, y su respiración se volvió lenta y regular, como si estuviera durmiendo profundamente."
"Me levanté como todas las mañanas, me bañé y me cambié. Ya estaba terminando de arreglarme cuando Cristal entró a la habitación con su rostro algo asustado.
Cristal: 'Buenos días, mi señorita', me dijo para acercarse y ayudarme a terminar de arreglarme.
Indira: 'Cristal, ¿por qué traes esa cara? ¿Qué pasa?', le dije dulcemente.
Cristal: 'Ooh, mi señorita, no sé si contarle, es una tragedia y no quiero asustarla', me dijo mientras me peinaba el cabello.
Indira: 'Tranquila, puedes contarme', le dije girándome para quedar frente a frente.
'Cristal tomó una respiración profunda antes de continuar. 'Anoche se escucharon gritos de un hombre que provenían del laberinto de las rosas. El duque mandó a sus guardias y encontraron al profesor Martin... muerto.' Cristal tragó saliva antes de continuar, su voz temblando ligeramente. 'No encontraron la serpiente, pero... parecía que había sido atacado por una. Tenía marcas de mordeduras y heridas que parecían hechas por colmillos. El cuerpo estaba en un estado... terrible.'
"Fingí miedo, tratando de mantener la compostura. '¡Qué feo!', dije.
Cristal: 'Tranquila, mi señorita, no se asuste', me dijo Cristal acariciando mi cabello.
Indira: 'Espero que encuentren a esa serpiente mala', dije, tratando de sonar convincente.
Me dirigí hacia la ventana y miré en la dirección del laberinto, que no estaba tan lejos de mi vista. El sol brillaba sobre las rosas, y el laberinto parecía tranquilo y pacífico. No había señales de nada fuera de lo común. Me quedé allí un momento, mirando hacia el laberinto, pensando en lo que había pasado la noche anterior. Cristal se acercó a mí y se quedó a mi lado, mirando también hacia el laberinto.
Crista: '¿Quiere que le traiga algo, mi señorita?', me preguntó. 'No, gracias', le respondí, sin apartar la vista del laberinto.
"Una sonrisa se formó en mis labios, y pensé para mí misma: 'Uno menos'. La sensación de satisfacción y alivio me invadió por un momento, y me permití disfrutar de la tranquilidad del momento. Miré hacia el laberinto, recordando la escena de la noche anterior, y mi sonrisa se amplió ligeramente. 'Uno menos que se interponía en mi camino', pensé, sintiendo una sensación de poder y control."