Keren Lombardi, un hombre apuesto, rico y poderoso, cuya vida cambia drásticamente cuando es abandonado en el altar por su prometida. Traicionado y con el corazón endurecido, Keren jura no volver a creer en el amor. Su único objetivo ahora es satisfacer el último deseo de su abuelo moribundo: encontrar una esposa y asegurar el legado de la familia Lombardi.
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Capítulo 5La vida de Emma
La vida de Emma
Mi nombre es Emma. Tengo 25 años. De estatura media y complexión delgada pero fuerte. Soy de piel clara y un rostro marcado por las dificultades de mi vida, pero mantengo una belleza natural. Mi cabello es castaño oscuro, liso y largo, aunque siempre lo llevo recogido de forma práctica. Mis ojos grandes, de un color marrón profundo, muestran tanto melancolía como ternura. Mi apariencia es modesta, con ropa sencilla y discreta. Estoy en la cocina de un pequeño apartamento, preparando el desayuno mientras mi hija duerme en el cuarto de al lado. Mi madre y mi hermana me ayudan a cuidar de la bebé, pero el peso de mantener a la familia recae principalmente sobre mis hombros. Mientras hierve el café, mi hermana Paula, que es enfermera, entra en la cocina con mi niña en brazos.
Paula: (sonriendo suavemente) "Te veo agotada, Emma. ¿Segura que puedes seguir con este ritmo?
Emma: (suspirando) "No tengo otra opción. El trabajo es todo lo que tengo para mantenernos a flote.
Paula: (acariciando la mejilla de la bebé) "Sabes que nos tienes a nosotras, pero… debería ser más fácil para ti". Deberías tener más apoyo.
Emma: (con un tono decidido) "Lo único que puedo hacer es trabajar y asegurarme de que ella tenga un futuro". No puedo depender de nadie más.
Paula: (sonriendo) No te molestes conmigo. Solo quiero que no trabajes tanto.
Emma: (suspirando) sabes que trabajo horas extras para poder pagar los gastos y ayudarlas.
Antes de irme, beso la cabeza de mi hija antes de salir por la puerta. El sacrificio que hago día tras día me fortalece, pero también me llena de miedo. Sé que en cualquier momento, todo podría cambiar. Llego a mi trabajo, lista para enfrentarme a lo que el día me prepara.
KEREN
Entro a la oficina con mi habitual porte imponente. Siempre visto con trajes a medida, y cada paso que doy emana poder y control. Mi rostro muestra una mezcla de frialdad y perfección, acostumbrado a tener a todos a mi alrededor bajo mi mando. Desde la traición de Sofía, el control se ha convertido en mi único refugio. Entro a mi oficina y allí está mi amigo.
Adrian: (sonriendo con complicidad) "¿Ya has pensado más en el asunto de tu esposa?" Tenemos que actuar pronto si quieres cumplir con el deseo de tu abuelo.
Keren: (mientras revisa unos papeles) "Estoy buscando a la persona adecuada. No se trata solo de cumplir el deseo del viejo. Quiero a alguien que pueda manejar, alguien que no complique las cosas. Ya he tenido suficiente caos.
Adrian: (riendo) "¿Una muñeca obediente, entonces?" Eso será difícil de encontrar. Las mujeres no son tan predecibles.
Keren: (frunciendo el ceño) "No tiene que ser perfecta, solo manejable. Alguien que no tenga ambiciones ni sueños locos. Una mujer que sepa cuál es su lugar.
Adrian: (alzando una ceja) "Y, ¿dónde crees encontrar a alguien así?"
Keren: (con frialdad) "No. precisamente en los niveles más bajos. Alguien que dependa de mí. Esa es la clave. ¿Cómo vas con lo de la chica de limpieza?
Adriana: (riendo) Sigo investigando.
Dejando los papeles sobre mi escritorio con un golpe seco. Iré a buscar unos papeles que deje en una oficina de ejecutivos; salgo y me dirijo a la oficina de abajo. Entro al ascensor y marco el número. Espero unos minutos y se abre. Salgo y miro dentro de la oficina y veo a una chica limpiando.
Keren: (con voz fría y autoritaria) "¿Quién te dio permiso para estar aquí?"
(Emma se congela). Giro lentamente, encontrándome con los ojos de Keren Lombardi, el jefe absoluto de la empresa. Mi estómago se tensa al instante, pero mantengo la compostura.
Emma: (manteniéndose firme) "Estoy asignada para limpiar esta oficina, señor Lombardi. No sabía que llegaría tan temprano.
Keren: (cruzando los brazos) "No es común que una empleada de limpieza tenga tanta confianza al hablar con su jefe.
Emma: (con voz medida) "Solo hago mi trabajo, señor. No pretendo faltarle al respeto. (bajo mi cabeza) Disculpeme si le falte.
Me acerco un paso más a ella. La distancia entre ambos se acorta, y ella puede sentir la intensidad de mi mirada. Examinó cada detalle de su postura, cada gesto. No es una reacción típica. La mayoría de las personas se muestran incómodas o nerviosas en mi presencia, pero esta mujer parece estar manteniéndose firme.
Emma (trato de mantenerme firme)
Keren: (con una sonrisa de lado) "Interesante". ¿Cuánto tiempo llevas trabajando aquí? ¿Cómo te llamas?
Emma: "Dos años." Me llamo Emma.
Keren: "¿Dos años y nunca te había visto antes"? Eso es extraño. ¿Intentas mantenerte invisible?
Emma: (sin dudar) "Solo trato de hacer bien mi trabajo, señor".
Doy un paso hacia un lado, observando el impecable trabajo de limpieza en la oficina. Aprecio la eficiencia y el orden. Es algo que siempre exigo.
Keren: (con un tono más suave) "Lo haces bien. Sigue así.
(Keren finalmente se gira, dispuesto a salir de la oficina, pero antes de irse, lanza una última mirada.)
Keren: "Emma, ¿verdad? Quizás nos volvamos a cruzar.
(Emma solo asiente, mientras Keren sale de la oficina con la misma frialdad con la que entró.)
Regreso a mi oficina y Adrian aún sigue allí…
Adrian: (notando la distracción de Keren) "¿Algo interesante en la oficina hoy?"
Keren: (pensativo) "Me crucé con una de las empleadas de limpieza. Emma."
Adrian: (riendo) "¿Y qué tiene de especial una empleada de limpieza?"
Keren: (con seriedad) "No tiene nada en especial, es solo una simple empleada. Pero hay algo en ella. No parece encajar en el perfil habitual. Podría ser una buena candidata.
Adrian: (interesado) "¿Candidata para qué?" ¿El matrimonio? Pero me dijiste que investigara primero antes de decidirte.
Keren (pensativo) sigue investigando. Lo estraño es que nunca la había visto ni en las reuniones que se le hacen a los empleados. Conozco a todos mis empleados que trabajan en esta empresa.
Adrian (con una sonrisa): Nos vemos entonces más tarde.
Caminando de un lado a otro en mi oficina, con la mandíbula apretada y el ceño fruncido, sumergido en mis pensamientos sobre mi próximo movimiento. Sin darme cuenta ya es tarde. Son más de las 8pm. Voy al bar que tengo en mi oficina y me sirvo un vaso de whisky. Decido ir a casa. Salgo estando fuera de la empresa y veo a mi chofer esperandome con la puerta del auto abierta y me dirijo a subir. Volteo a mirar hacia un lado y veo a una chica y la detallo bien. Es Emma. Decido acercarme.
Keren: (Con voz fría y autoritaria) ¿Qué haces aquí tan tarde?
Emma: (asustada por la voz que escucho) (Me giro lentamente, encontrándome con los ojos de Keren Lombardi otra vez.) Estoy esperando el autobús.
Keren: (con una mirada fría) ¿por qué trabajas hasta tarde? Tengo entendido que este horario es solo para hombre.
Emma: (sorprendida) Es que necesitaba el dinero y por eso trabajé hasta tarde; mi compañero no podía venir y yo me ofrecí, señor.
Keren: (Con su mirada fría) Qué interesante, necesitas dinero. Y acercandome a ella con una mirada fría. Le digo y yo te necesito a ti. Te espero mañana en mi oficina.