Ziva es una escritora de romances, pero a pesar de ello, nunca ha tenido una relación en la vida real.
Vivir sola, sin sus padres, la volvió aún más cerrada al amor… o tal vez simplemente insensible.
Un día, uno de sus romances está a punto de convertirse en película, pero le piden a Ziva que agregue un personaje secundaria para darle más picante a la historia.
Un incidente cambia todo. Después de ayudar a una actriz famosa, entra en coma, dejando un signo de interrogación en lo más profundo de su conciencia.
Extrañamente, despierta y se encuentra dentro del romance que estaba escribiendo, convirtiéndose en la desgraciada figurante sobre la que había escrito esa noche.
Se encuentra en una situación extraña: transportada a la casa de ese personaje secundaria, viviendo una noche ardiente con el antagonista masculino.
¿Cómo terminará todo esto? Sigue la historia para descubrirlo…
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Capítulo 4
Ahora vamos a llamar a nuestra MC Agnetta para que sea más fácil, vamos a darle un descanso a Ziva por un momento.
Continuando...
Netta salió del baño con la toalla enrollada en el cuerpo, vio ropa nueva y arreglada encima de la cama.
Ah, parece que fue Silas quien hizo eso, Netta cogió la ropa y se vistió.
Una camisa blanca y una falda por encima de la rodilla, entonces Netta se recogió el pelo largo en un moño.
Afortunadamente, no había marcas rojas en la zona del cuello, sólo en algunas partes y en gran cantidad.
Netta no vio a Silas, probablemente el chico ya se había ido, al fin y al cabo, ¿qué haría él allí?
Menos mal que no fue abofeteada como Ziva escribió en su novela.
Porque Netta se enfureció, culpó a Silas y exigió responsabilidad a la mañana siguiente.
Afortunadamente, el alma de Ziva llegó a tiempo y consiguió evitar la furia de Silas.
Netta salió del hotel sin llevarse nada, porque no había nada que llevarse.
Sin teléfono móvil ni cartera, porque, como Ziva escribió, Netta está en una situación de ruina.
Donde su familia discutía constantemente y Agnetta a menudo sufría violencia física por parte de sus familiares.
"¿Será que yo también voy...?" Agnetta susurró.
La chica salió del hotel y fue andando, iría al pequeño apartamento que había comprado con sus ahorros.
Agnetta no quería ir a casa todavía, porque si fuera, era seguro que nuevos hematomas aparecerían en su cuerpo.
Ziva tenía miedo, aún más porque nunca había sido agredida o abofeteada, porque Ziva vivía una vida normal, sin violencia ni nada parecido.
Agnetta caminaba lentamente, aún no había comido, tenía hambre y soportando el dolor en la región inferior del cuerpo por andar tanto.
De hecho, la distancia entre el hotel y su apartamento era considerable, unos 5 km, pero qué hacer, tampoco podía coger transporte público porque no estaba con la cartera.
Agnetta estaba pensativa, parecía que quería buscar un empleo, las mensualidades de la facultad estaban todas pagadas.
Además, Agnetta tenía muchos ahorros, transfirió todo el dinero de su familia a una tarjeta de crédito que creó.
Porque si su familia se separaba en el futuro, ella no se preocuparía por el dinero.
Sólo que si trabajara, Agnetta quería aumentar sus ahorros para su futuro hijo.
Porque Netta estaba muy segura de que se quedaría embarazada en el futuro, entonces, en la medida de lo posible, planeó todo de la mejor forma para que, si el embarazo fuera descubierto por muchas personas, ella no se avergonzara.
Agnetta se sentó un poco en un banco en el parque, para ser sincera, estaba cansada, pero lo que la hizo querer sentarse fue el dolor en la región inferior del cuerpo.
"Qué vida de mierda." Agnetta murmuró bajito.
La chica miró a la calle vacía, ¿será que tendría éxito con todos sus planes de vida?
"De todos modos, la vida tiene que seguir adelante." Agnetta murmuró bajito.
Como el día estaba empezando a calentar, Netta finalmente decidió continuar su jornada para su apartamento.
Pero parece que hoy es realmente su día de mala suerte, la chica acabó tropezando y cayendo.
Ella hizo una mueca, sus ojos estaban llenos de lágrimas, no por causa del dolor en la pierna, sino también en la región inferior del cuerpo.
La sensación de ardor se extendió hasta la parte superior de la cabeza de Netta, su miseria estaba completa.
Con hambre, su apartamento aún lejos, ¿no había nadie que quisiera ayudarla?
Netta respiró hondo, se secó las lágrimas y decidió levantarse.
Pero cuando iba a alejarse de nuevo, alguien la impidió por detrás, Netta suspiró aliviada.
Miró hacia atrás, donde estaba la persona que la ayudaba y, para su sorpresa, era Silas.
Ziva no es llorona, para ser sincera, se pueden contar con los dedos cuántas veces ha llorado hasta ahora, pero, para ser sincera, ahora ella quería llorar.
Sus lágrimas salieron sin ser pedidas, todo estaba confuso, el dolor en la región inferior del cuerpo, la decepción consigo misma y el miedo de su vida.
"Snif, snif." Netta susurró llorando.
Silas suspiró y abrazó a la chica, él estaba siguiendo a Netta en coche desde el principio.
Él pensó que Agnetta volvería en taxi, pero la chica estaba andando a pie.
Agnetta lloró en los brazos de Silas, ella estaba decepcionada con todo, se arrepentía de haber creado un personaje tan triste.
Ella también estaba con miedo, y si ella fallaba, ella no quería morir, Agnetta quería vivir, incluso dar a luz a su bebé no sería un problema.
"Ya basta, no llores." Silas dijo dando palmaditas en la espalda de Agnetta.
La chica asintió, soltó el abrazo y se alejó de Silas.
"Lo siento y gracias." Agnetta dijo curvándose hacia Silas.
Decidiendo volver a casa inmediatamente, Netta se fue de delante del hombre, porque para ser sincera, de cualquier forma, Silas fue una de las razones por las cuales Agnetta eligió suicidarse en el futuro.
Silas frunció el ceño en confusión al ver a Agnetta alejándose de él cojeando, ¿no debería estar enfadada con él?
Aún más que Silas ya había quitado la corona preciosa de la chica, o al menos pedir dinero o responsabilidad.
Pero la chica se fue sin pedir nada, incluso cuando estaba herida y cayó.
Era claro que la chica estaba con dolor, hasta llorando como antes, Silas se sintió incomodado por eso.
Él decidió seguir a Agnetta caminando detrás de ella, no sabía por qué, pero Silas estaba preocupado por la chica a su frente.
En cuanto al coche, él ya había contactado a sus subordinados para cogerlo más tarde.
Silas vio a Agnetta caminando cojeando, de vez en cuando él veía a la chica secándose las lágrimas.
Maldita sea, él se sintió culpable por eso, aún más que sus acciones en la noche pasada eran claramente él quien estaba forzando a la chica a hacer eso.
No sabía cómo el estimulante fue a parar en su bebida aquella noche, pero con seguridad.
Cuando estaba volviendo a casa, vio a Agnetta caminando en el borde de la carretera cargando bocadillos en la mano.
Pero por causa del remedio, sus pensamientos se quedaron confusos y él arrastró a Agnetta para su coche.
y la llevó para dentro del hotel, entonces hizo sexo con Agnetta.
Era claro que la chica estaba gritando y llorando, implorando para que él no hiciera sexo con ella.
Pero Silas no conseguía controlarse y en aquella noche él la robó, robó algo precioso en la vida de la chica.
Su virginidad.
Silas se sintió culpable, pero no podía responsabilizarse casándose con la chica.
Porque Silas amaba a Michelle, la chica que ya había llamado su atención.
Aquella chica bonita e ingenua, Silas realmente la amaba, pero ¿y ahora, Agnetta?
La chica era conocida por su belleza e inteligencia, uno de los orgullos de su universidad.
La chica que era conocida por ser alegre y siempre exhibir su sonrisa, para ser sincero, Agnetta era más bonita que Michelle.
Pero Silas ya amaba a aquella chica.
'El amor no puede cambiar, ¿puede?'
***
