La Maldición De La Espada Y El Dragón

Aylin estaba realizando la inspección acompañada de Casttel y Arthur.

_Aylin, creo que tenemos compañía.

Casttel a pesar del tamaño conservaba su buena visión y olfato agudo.

_¿Dónde?

_En el pequeño bosque que está a unos kilómetros al frente.

_Arthur mantente atento, pueden atacar con cualquier cosa y a cualquier momento, si se esconden de esa manera no son muy valientes que digamos, son cobardes que atacan por la espalda.

_Si.

Arthuro observa casa rincón por donde pasan pero no logra ver a los hombres que Casttel menciono.

_¿Estás seguro de que has visto algo?

_¿Dudas de la visión de un dragón?

Arthur no responde, para ser un dragón pequeño es bastante engreído.

Continúan observando el lugar, el pueblo parecía un pueblo fantasma. No había señal de que una vez fue una aldea colorida y llena de gente.

_Es triste ver lo que la ambición de las personas provoca en aquellos que no tienen nada.

Arthur ya había visto casos similares, donde los nobles se quedaban con el dinero que pertenecía al pueblo y cobraba impuestos altos, todo para mantener su vida de lujos.

Aylin nota que el lugar se asemeja mucho con varios países que perdieron todo, ya sea por causa de una gran inflación o un gobierno que se deja llegar por la ganancia y la corrupción. Ella era conocida como asesina y jefa de la mafia, pero no mataba a gente inocente. Aquellos que sufrían en sus manos eran personas que se lo merecían, ayudaba las personas que la necesitaban, espera que el alma que ocupa su antiguo cuerpo pueda hacer un gran trabajo.

_¿Aylin? ¿Te sientes bien?

Arthur nota a Aylin perdida en sus pensamientos.

_Estoy bien, solo me distraje un poco. La situación de este pueblo es triste, ayudaré a los que vivían en este lugar a recuperar sus hogares y de esa manera volver a tener una buena vida en este lugar.

_En verdad es una pena lo que sucedió, este lugar es hermoso. Les habrá costado ver cómo todo se perdía.

Ambos se dirigen al centro de la ciudad para reunirse con el grupo.

_¿Han encontrado alguna cosa?

_Nada señor.

Los soldados de Dominic realizan una leve reverencia ante la presencia de Aylin, aún no se han casado, pero para los lycans ellos ya son una pareja, ya que Aylin ya fue marcada por Dominic.

_No tienen porque hacer eso.

Aylin se sentía un poco extraña al ver a los soldados realizar una reverencia ante ella.

_Usted es la duquesa Massaro, merece el debido respeto.

Antes de que Aylin pudiese oponerse, Arthur les informa a los soldados que no han encontrado nada.

_Tengan cuidado, Casttel ha detectado movimientos en el bosque a unos kilómetros.

_Si duquesa.

Los hombres se retiran dejando a Arthur y Aylin.

_¿Por qué insisten en llamarme de esa manera?

_Porque la mayor parte de esos soldados son lycans, puede que aún no se hayan casado, pero ya llevas la marca del duque. Con eso te conviertes en la nueva duquesa Massaro.

_Tomaré ese título cuando me casé con Dominic.

Arthur ríe por lo terca que es su amiga.

_Por cierto, ¿Dónde está tu pequeño dragón?

_Fue a inspeccionar el área, aunque es pequeño puede volar a una distancia elevada.

_Conveniente, con ese tamaño no será visto y puede observar con más calma.

_Exacto. Lo dejaré ser libre en su verdadera forma en algún momento, cuando ya no deba preocuparme de que intenten matarlo.

Ambos deciden seguir al grupo de soldados, deben ir a la mansión que Dominic les indicó.

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En la mansión el hombre seguía negando cualquier envolvimiento con lo sucedido en el pueblo.

_Tenemos pruebas de que estuvo involucrado, si decide declarar seremos flexibles en su condena. Pero si se sigue negando solo acabaremos con esto aquí mismo.

Dominic había perdido la paciencia, decidió mentir sobre las pruebas, de esa manera el hombre se vería obligado a confesar.

_No se de qué pruebas están hablando. No existen pruebas por qué soy inocente.

_Luka, acabemos con esto de una buena vez.

_Como dijo el duque Massaro, tenemos pruebas y le estamos dando una última oportunidad de confesar barón peker.

El hombre ya no sabía que hacer, tenía al frente suyo a dos de los hombres más importantes y peligrosos de todo el reino.

_Fue el príncipe de Rake. Mando a uno de sus hombres para contratarme, dijo que debía dar el pase libre a sus soldados para tomar todo lo que había en ese pueblo.

_Es decir, vendiste a tu gente con tal de ganar un poco más de dinero, además traicionaste a tu rey al ayudar al enemigo.

Luka estaba bastante molesto, no puede creer que la ambición de ese hombre lo haya llevado a sacrificar a su gente.

_El me amenazó alteza, si no lo ayudaba con eso el hubiera acabado con todo lo que tengo, me habría matado. Esas personas tienen la oportunidad de comenzar nuevamente en otro lugar, yo no puedo dejar todo lo que he construido por ellos.

Los soldados que habían llegado a dicho lugar y alcanzaron a escuchar lo dicho por el barón Peker.

_Lleven se al barón al carruaje de prisioneros.

Los soldados toman al barón y se lo llevan a la fuerza dentro del carruaje.

_Me sorprende que no lo hayas matado aquí mismo.

Dominic observa como Luka se estaba controlando para no dejar ver el odio y la rabia que estaba sintiendo.

_Sabes perfectamente que me hubiera encantado matarlo aquí mismo, pero sería muy fácil, ese hombre debe pagar por sus crímenes y que mejor que las personas que se vieron afectadas por sus decisiones para presenciar como su vida acaba en la guillotina.

_Tienes razón, pero por lo que veo te está costando no matarlo tu mismo.

_Pequeños problemas de control nada más. Vamos, los soldados deben estar esperando.

Dominic se retira junto con Luka, pero antes hacen que los pocos sirvientes que permanecieron en esa mansión se reúnan afuera de la misma.

Ellos explican que al no tener donde ir no tuvieron otra opción que permanecer en ese lugar y que muchos de los que intentaron huir no sobrevivieron.

_Los llevaremos a la capital, el rey mandará a soldados para cuidar de este lugar.

_Me encargaré de que sus casas y comercios sean restaurados.

Dominic podía ver el miedo en el rostro de esas personas.

_Muchas gracias, vamos a testificar en contra del barón Peker. No dejaremos que se salga con la suya luego de todo lo que ha hecho.

Los demás apoyan al hombre y luego se dirigen al carruaje en donde viajarían hasta la capital.