Enamorada Del Esposo De Mi Madre

____ ¿Cuántos años tienes, hermana? _ Verónica dejó de ver a su padre y pone toda su atención en Mario.

____ 22 años, y tú. ___ Respondió Verónica, pasando su mano por la mejilla de Mario.

___ 14 años. Ya soy todo un hombre. ___ Bromeó el chico, mientras le mostraba los músculos de su brazo a su hermana.

___ Oh, qué hombre tan fuerte eres. ___ La chica le da un beso en la mejilla. El niño era un amor, a comparación de sus malvados padres.

____ Deben tener hambre. Vamos a comer. ___ Santiago quería cambiar de tema.

____ ¿Dónde estuviste todo este tiempo? __ El chico continuaba preguntándole a Verónica.

___ En California, y tú. ___ Contestó Verónica.

___ Nosotros también vivimos ahí por unos años, luego, nos mudamos a otros estados, y a otros países. Papá, dice que somos como los gitanos, y que debemos estar de tierra en tierra, para evitar el peligro.

____ A mí en lo personal me gusta viajar. Conocer personas nuevas y culturas distintas. Aprendes más viajando que estudiando.

Verónica solo forzó una sonrisa. Su hermano era tan inocente, y tenía el corazón tan puro. Solo eso, le podría agradecer a Vanessa, hizo algo bien al entregarle su hijo a Santiago.

___ Mañana iré a trabajar. Llegaré tarde, no me esperen para desayunar, ni comer, y mucho menos para cenar. ___ La chica cambió de tema.

____ Bien. Yo también estaré ocupado los próximos días. Mario tendrá que hacer los labores del hogar. Es un hombre independiente, el cual, sabe cocinar, lavar los platos, y tener las habitaciones limpias.

El chico miró a su padre con asombro. Podría ayudar, pero, nunca lo haría solo.

___ ¡Es injusto! ___ El chico se quejó, causando qué Verónica y su padre no pararán de reír.

Después de la comida, los tres miraron películas, hasta caer la noche.

A la mañana siguiente, muy temprano. Verónica se presentó en la empresa.

___ Buen día. Marcela. Trabaje en el proyecto. ___ Verónica saludo a Marcela.

___ Deja esto a un lado... Puedes contarme de dónde sacaste a ese hombre tan guapo. ___ Marcela tenía sus ojos puestos en Santiago.

____ Es un conocido de mi familia. ___ Respondió Verónica.

___ Ese hombre me gusta demasiado. Sus ojos; son hermosos y esos labios, quiera comérmelos. ___ Marcela no había dejado de pensar en Santiago.

____ Es un hombre muy guapo, pero no es para tanto. ___ Dice Verónica.

___ ¿NO? ¡Es un papucho! ___ Insistió Marcela.

____ Saliendo de trabajar puedes ir conmigo al departamento. Y ver a tu papucho. ___ Verónica bromea.

____ ¿En verdad?

____ ¡Gracias!

___ ¡Gracias! ___ Marcela no podía esconder su emoción al ver otra vez a Santiago.

____ Debo irme, el Ogro del señor Wlod, me debe estar esperando. ___ Comenta Verónica.

___ No te preocupes, llegará tarde. Tiene una sección de fotos con su prometida. ___ Contesta Marcela, haciendo que el corazón de Verónica de un hueco.

La chica forzó una sonrisa.

___ Mucho mejor para mí. ___ Contesta Verónica.

Mientras, Verónica se ponía a trabajar. Leandro y Vanessa se tomaban las fotos de su boda.

____ Es suficiente. ___ Leandro interrumpió la sección de fotos.

Sorprendida, Vanessa voltea a ver a Leandro.

___ ¿Por qué? Detienes la sección fotográfica. Solo nos hemos tomado un par de fotos.

___ Es dicho que basta... ___ El hombre toma el saco y se lo pone. Sin decir, nada se aleja de Vanessa.

____ Es por ella, ¿Verdad? ___ Exclamó Vanessa sin poder aguantar más.

Leandro se detuvo y volteo a ver a la mujer detrás de él.

____ Sí, así fuera, ¿Qué?

___ ¿Cancelarías la boda?

___ No te conviene jugar conmigo, Leandro Wlod. ____ Apretando los dientes, Vanessa se atrevió amenazar a su prometido.

___ Quedate y tomate todas las fotos que quieras. ___ Terminó por decir Leandro.

_____ ¡Detente maldita sea! ____ Gritó Vanessa perdiendo la educación.

Leandro no se detuvo hasta que subió a su auto. Al poco tiempo desapareció dejando a Vanessa sola.

____ Hombres tan crueles. ¿Cómo pude humillarte así? ___ Emilio se acercó a Vanessa, demostrándole su apoyo.

___ Quiero irme... ___ Vanessa levantó la mirada, reflejando un inmenso odio.

..."Me las pagas Leandro"...

..."¡JURO QUÉ ME LAS PAGARÁS!...

Vanessa dio la media vuelta, caminando a los vestidores. Se quitó el vestido de novia y lo arrojó lejos de ella. Luego, se vistió y salió. Tomando un taxi en la calle.

Al llegar a la empresa. Leandro le preguntó a Marcela por Verónica.

____ ¿Dónde está Verónica?

De inmediato, Marcela se puso de pie, bajando la cabeza.

___ Hace rato que llegó. Está en la sala de juntas trabajando. ___ Rápidamente, Marcela contesta.

____ Quiero un café negro sin azúcar en mi escritorio. ___ Ordenó Leandro.

Enseguida, entró a su oficina, y Marcela llamó a Verónica.

___ Tienes dos segundos. Café negro sin azúcar en la oficina del CEO.

Verónica pone los ojos en blanco, y arregla su ropa. Va a preparar el café y lo lleva a la oficina de Leandro.

Sin poder controlar su nerviosismo. Llama a la puerta.

____ ¡Pasa! __ Una voz fría se escucha venir desde el interior.

Verónica respira lentamente, antes de empujar la puerta y entrar. Sentado detrás del lujoso escritorio, con unas gafas transparentes, estaba Leandro.

Al escuchar el sonido de los tacones de la chica, no levanto la mirada. Espero a que ella se acerque más. El aroma de su perfume, hacía recordar el momento en que ella se entregó a él.

Aun así, continuó trabajando, y dejo que Verónica fuera la primera en hablar.

___ Buenos días, señor Wlod. ____ La chica se acercó a Leandro; dejando una taza de café encima del escritorio.

Al dejar la taza, Leandro agarró el brazo de la chica, y la empujó hacia él. Verónica pierde el equilibrio y cae sentada en las piernas de Leandro.

La chica fue sometida a la voluntad del hombre. Sin que pusiera resistencia. Leandro pone una de sus manos en el cuello de Verónica, y su otra mano en la cintura de la chica.

____ ¿Por qué no viniste a trabajar? ___ Verónica sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo.

___ Estuve enferma... _ Responde Verónica con dificultad.

___ ¿Enferma? _ Leandro acerca sus labios a los de Verónica hasta unirlos.

La chica trató de resistirse. Sin embargo; no tenía voluntad a los besos de Leandro. Suavemente, fue poniendo sus manos al rededor del hombre. Hasta que escucharon la puerta abrirse de golpe.