Una jovencita hija de uno de los mafiosos más grandes de Italia, nacida de su primer matrimonio y destinada como toda mujer nacida en la mafia a ser moneda de cambio, está comprometida con Reginald Fabrizi, a quien ama y adora.
Reginald Fabrizi Heredero de otra de las mafias de Italia, está enamorado como un loco de Fiorella Cappellari, hija de Francesco Cappellari, pero la envidia de la media hermana de Fiorella hará dudar a toda su familia, incluyendo a Reginald del amor de su amada.
La pobre Fiorella deberá ser fuerte y valiente para poder superar todo lo que le viene, la traición, intriga y la venganza rodeará a esta joven volviéndola capaz de hacer lo que sea para conseguir su venganza, habrá para esta mujer dañada la oportunidad de volver a amar.
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En acción
—Permiso, me voy, no pudiste esperar a que terminará. —Trato de irse, pero la detuvo.
—Estás viva, tú… Tú eres esa chica que me ayudó. —Dijo y ella trató de irse
—Aja y eso que permiso… —Dijo ella.
—Todos te creen muerta y ahora eres la viuda de mi abuelo. —Dijo confundido.
—No me importa que pienses, ahora me voy tengo cosas que hacer. —Él le volvió a cortar el paso
—Te puedes esperar, quiero entender como escapaste, supe que te asesinaron, cuando conociste y te enamoraste de mi abuelo o solo lo utilizaste —La mujer se le paró y dijo.
—No sé quién eres, no me interesa tampoco, te salve para joder a mi padre y tú no cumpliste más nada, ahora soy la viuda de tu abuelo, así no te guste, ya no se puede cambiar—El hombre también respondió.
—Soy Salvatore Falcone Ivancov. Y sé que no se puede cambiar, que seas dueña de todo, pero la mafia no es para ti, que harás te volverás a casar—Dijo él.
—Maldición, carajo, tú eres Salvatore. —Se giró hacia la tumba.
—Borys esto debe ser una broma, este idiota no puede ser Salvatore y perdón que maldiga en tu tumba, pero es en serio. —dijo ella.
—Estás Loca, con quién hablas. —Pregunto él
—No me importa que no estés de acuerdo y ahora debo irme… —En eso se acerca Dimitri.
—Señora, sé que es el entierro del señor, pero atacaron el camión y el otro cartel no lo quiere soltar, creen que porque murió el señor la organización quedó desprotegida.
—Andando Dimitri, demostrémosles a esos idiotas que la organización sí tiene líder. —Ella salió con Dimitri y Borya se les unió.
Al frente iban dos autos con guardias, luego iba el de Fiorella con Boyra y Dimitri, detrás más guardias y otro auto venía detrás.
Al llegar al lugar, ella bajo de su coche, maldecía el no haberse decidido por pantalones en vez del vestido, pero no modos le tocaría dispar en vez de pelear, aunque a ella poco le importaba.
Fiorella bajo del auto y comenzó a dar órdenes decía como se iban a posicionar ella llegó al camión con el pequeño GPS del motor, la joven tomo su rifle y comenzó a disparar des detrás del auto allí era una perfecta posición y comenzó a acabar con varios hasta que lanzaron una granada y tuvo que correr.
—Hijos de su madre … —Grito y se acercó disparando.
—Ten cuidado, Fiore, quédate atrás. —Grito borya.
—Tú ten cuidado mejor… —Sonrió y empezó a disparar, verla era sensacional, mataba sin remordimiento, una bala de su arma era un cadáver.
Cómo pudo llegó al camión detrás estaban los demás, ella comenzó a rodearlo cuando sintió una presencia detrás y apunto al hijo de puta.
—Soy yo, tranquila. —Dijo Salvatore con las manos arriba.
—Qué mierda haces aquí, querido nieto, no tengo galletas. —Dijo y siguió caminando mientras tenía cuidado, desde el camión pudo ver un galpón donde había varios hombres escondidos.
—No entres, te matarán. —Dijo y ella subió los hombros.
—Que te importa a ti déjame en paz… —saco una granada y la lanzo veía correr a los idiotas quemándose y sonreía.
—Ahora que salga la maldita rata, ahora. —caminó disparando y sus guardias detrás junto a borya quien le pregunto al sobrino que hacía allí.
Los disparos eran lluvias, pero lograron entrar a lugar y arrodillaron a todos, pero Fiorella vio correr a alguien y comenzó a perseguirlo.
—Malditos tacones, lo correcto hasta llevarlo a un espacio abierto, entonces se detuvo, tomo su arma y le apunto en una pierna.
La mujer sonrió al verlo caer y le dio esta vez en la mano cuando intentó dispararle haciendo que la pistola cayera.
—Ahora sí podemos hablar, dijo para ella mientras se dirigía al alejado hombre.
—Tú debes ser la rata, hijo de Draco Volkov te conozco porque eres igual a tu padre, pero me robaste hijo de puta.
—Ni te conozco zorra, suéltame. —Gritaba.
—No lo haré, sabes por qué, te mataré frente a tu padre, a mí nadie me roba, ese camión era de mi esposo, pero como murió soy su heredera y de toda la mafia roja ahora me presento. —Hizo reverencia.
—Soy Fiorella Ivancova La viuda. —Dijo y todos se quedaron fríos, esta mujer era de temer, era bella y peligrosa, dos combinaciones letales.
—Maten a todos a ese, lo curan y lo meten en la bodega hasta que llegue el momento, tomen mi camión y lo ponen a salvo. —Suspiro y soltó el aire, estaba, agotada.
—Qué mierda fue eso y de dónde te sacó mi abuelo. —Pregunto Salvatore
—Jódete nieto, me voy. —Dijo, pero Borya la abrazo.
—Hay que poner límites, tienes hombres, no te expongas que te sucede. —Dijo y ella asintió.
—Es… Sabes que soy así lo lamento si te asusté vamos a casa. —Él asintió, pero eso molestó a Salvatore.
—Que está ocurriendo aquí, qué tipo de relación tienen ustedes. —Pregunto mirando a su tío.
—Me lo cojo, hay algún problema… —Dijo y Borya negó.
—Eso es falso, la quiero como a una hija… Por qué dijiste eso Fiore. —Ella suspiró.
—Lo siento Borya, perdón por lo que dije, pero a él que le importa…
—Ya sabes que él es Salvatore. —Pregunto Borya.
—Si y no me importa, vamos a casa, hay que hablar sobre la reunión, no me dejaré intimidar por nadie. —Él asintió.
—Necesito respuestas. —Hablo Salvatore.
—Que te las dé tu madre… —Dijo y caminó hacia otro auto porque en el que vino estaba deshecho.
—Majadera… —Le dijo él, pero ella no se detuvo.
