UN AMOR TEÑIDO DE SANGRE

NO ME CANSO DE TI

Ana al salir del baño ve a Mateo sentado en la cama con la cabeza entre sus manos mirando la carpeta.

-No me esperaste. Se le quejo Ana.

-Lo siento... Es que... Aún no puedo asimilar la verdad... Y leyendo esto... No sabes cuanto lo siento. Me dice con la voz acongojada.

-No es tu culpa... Eran unos niños... Al igual que yo... No eramos responsables de las decisiones de los grandes... Ellos trazaron su propio destino... Y ya nada me devolvera a mis padres... Y a pesar de todo eso... Tuve la dicha de tener cuatro maravillosos y unicos hermanos del alma a quienes adoro y se que me quieren a su manera. Comento algo pausado lo ultimo sentándome a su lado.

Mateo pone la carpeta a un lado y me abraza.

-Claro que te quiero... Y se que los demas también... Hasta Pablo... A su manera claro. Me dice con una mueca.

-Si... Lo se. Le respondo apoyando mi rostro en su hombro.

Vuelve a tomar la carpeta sin soltar mi cintura con su mano izquierda y la pone en nuestro regazo. Entre los dos vamos mirando fotos, recortes de diarios, informes referente al caso. Y de repente una foto de la escena del crimen.

-Creo que esta no. Dice Mateo pero lo atajo observando a detalle.

-Mis pesadillas son en este cuarto... Yo escondida bajo la cama. Escucho una discusión, gritos, un estruendo y otro. Hasta que veo los ojos de mi madre, que esta boca arriba, mirandome y con su mano apenas me hace señas que no salga, mi padre a su lado boca abajo. Cuando todos se van, eso creo al no escuchar ni un sonido, salgo, llamo al novecientos once. Busco curitas en el cajon y trato de curarlos. Le comento con la voz ahogada y tiemblo.

-Esto... Jamas conte. Le digo a Mateo que se me abraza y mojo su camisa con mis lagrimas.

-Oh Ana... Esto me duele... No sabes la bronca que tengo... La impotencia que siento... Deseo que paguen por lo que hicieron... Pero a la vez... Son mis padres. Me dice y puedo sentir que también llora.

Nos abrazamos como consolandonos mutuamente.

No merece sufrir asi, no es su culpa, por lo que pienso solicitarle a Liam que le haga olvidar.

Cuando él se incorpora y va al baño le envio un mensaje a Liam comentando lo sucedido.

#Mateo sufre mucho al saber lo que sus padres hicieron... No merece sufrir asi.

Espero la respuesta que no llega.

Me encamino al baño, golpeo para consultar si todo esta bien.

-Mateo... ¿Estas bien?.Pregunto, al no recibir repuesta igual abro y lo veo sentado en el retrete con la tapa puesta.

Me aproximo a abrazarlo, mas no puedo hacer, nunca lo vi asi.

-Tu corazón late fuerte. Me dice en un susurro al tener su oreja pegada a mi pecho. Peino sus cabellos con mis dedos. Siempre lo vi como el hermano mayor que nos protegía a todos.

-Siempre te admire... Y me sentia segura cuando quedabas a cargo... Siempre te vi como un super heroe y deseaba ser como tú. Le comento.

-¿Cómo yo?. Me pregunta.

-Si... Siempre tenias una respuesta... Me dabas la porcion mas grande de chocolate... Si tenia miedo... Sabias como tranquilizarme... Decias "Son como pulgas esos monstruos para mi los aplastare asi no te asustan mas"... Ahora te digo... Deja que aplaste tu dolor como pulga... Y vuelve a sonreir... No cargues con un peso que no te corresponde... Eres mejor que eso... Vas a salir adelante... Y siempre me tendrás como tu mejor amiga... O hermana... Como quieras que este para vos. Le digo.

-Eres muy buena... A pesar de todo... Sigues preocupándote por mi... Siendo que soy el mayor y debo ser quien te cuide. Me dice.

-Lo que nunca entenderé porque usas medias para dormir y siempre andas de medias aunque arriba no lleves nada. Le cambio el tema haciendo que se le salga una sonrisa mirandome con el ceño fruncido.

-Ja... Mira en lo que sales... ¿Eso te molesta?. Me pregunta.

-No es nada sexi... Que dira la chica con quien andes si no te sacas las medias. Le digo mirandolo con una mueca.

-Es que me agarra mi alergia... Si no me cubro los pies... Estoy todo el dia con la garganta que me pica. Se justifica.

-No sera que no quieres enseñar tus dedos... A mi me fascina... Parece que tienes otro par de manos... Con esos dedos puedes tocar la guitarra. Le comento.

-Ja... Ja... Que ocurrente... Y eso es ser sexi. Me consulta.

-Yo se un truco... Usando los pies... Y siendo que tengo los dedos cortos. Le comento.

-¿Qué truco es ese?. Me pregunta.

Miro la carpeta sacando un clip grande, reviso mi mochila sacando una goma elastica con que suelo atar mi cabello. Me descalzo ante la mirada atenta de Mateo, me recuesto por su almohada, coloco en un par de dedos de mi pie izquierdo, cada extremo de la goma formando una onda, con el otro pie tomo el clip con mis dedos.

-Ja...Ja. Se rie Mateo al ver que lo lanzo como si fuera una flecha.

-Taran. Le digo.

-Que ocurrente. Me dice aplaudiendo.

-Capaz lo haces mejor. Le comento.

En eso escuchamos que llaman a la puerta.

-Voy a ver. Me dice Mateo. Me calzo las zapatillas y lo sigo.

Al llegar veo que él esta parado en la entrada, tapa al que llego con su figura por lo que me aproximo a ver.

-Siento interrumpirlos... Necesito que me acompañes para la reunion. Me dice serio Liam sorprendiendome con su presencia.

-No se preocupe... Solo conversabamos. Le dice Mateo.

-Busco mis cosas. Le aviso subiendo los escalones casi sin tocarlos, meto la carpeta en mi mochila y bajo rapido.

-Te dejo mi número. Le digo a Mateo entregandole en un papel donde lo anote.

-Despues me enseñas ese truco. Me dice con una sonrisa.

Sigo a Liam a su auto, veo que luce un traje elegante y al subir me mira diciendo.

-Cumpli con tu pedido. Dijo al arrancar.

-Gracias. Le digo al entender que le borro esa parte que le solicite de la memoria de Mateo.

-Asi que tienes la carpeta. Me dice y lo miro.

-Le lei la mente a Mateo. Me aclara.

-Si... La tengo. Le respondo.

-Eso es bueno... De ahi sacaremos mucha informacion. Me dice.

-¿Dónde fuiste?. Le pregunte jugando con mis dedos nerviosa.

-Estaba en una reunion... Como te dije... Por eso no respondi. Me dijo serio.

-Y que tipo de reunion. Insisto con temor a que halla estado con otra mujer.

-Pues... Con mi clan... Y debo presentarte... Asi que ponte el anillo. Me dice pasandome el anillo que le regrese.

-¿Es como tu familia?. Le pregunto.

-Algo asi. Responde pensativo. Suspira hondo y frena de golpe apretando el volante con ambas manos.

-¿Sucede algo?. Le consulto. Carraspea suspirando y niega.

-No. Dice exhalando, continua la marcha.

Al cruzar en un callejon entra de golpe frenando. Se gira a mirarme sin que pueda decir nada me besa de manera candente. Desabrocha el cinturon de seguridad y sus manos cuela bajo mi camiseta. Sus ojos claros recorren mi rostro y desciende a besar cada boton rosado succionandolos como sediento de saborearlos. Trago grueso al sentir lo que me provoca, todo mi cuerpo vibra bajo esa sensación tan exquisita de su lengua recorriendo la forma de mis lomas. Sus manos bajan a mis jean deslizandolos hacia bajo y cuela una mano a introducir un dedo en mi zona baja. Mis gemidos inundan el interior del vehículo. Termina bajando mas mis jean y me los quita al elevar mis piernas sobre su cabeza sumergiendose a besarme de una manera que hace brotar su nombre de mi boca.

-¡LIAM!. Repito una y otra vez. Me eleva haciendome sentar sobre él y siento como me invade su masculinidad mi interior tan profundo que me pone los ojos en blanco y mi boca abierta jadeando su nombre sin parar.

-No me sacio de ti. Me susurra al chupar mi oreja colando su lengua en ella. Me abrazo a su amplia espalda musculosa clavando mis uñas. Ese gesto rudo hace que gruña de placer, mientras con sus manos me guia a moverme enérgica, haciéndome sentir como golpea su parte baja las paredes internas de mi feminidad, calentando al maximo la pava a presion a punto de soltar una explosión de orgasmos que solo él logra hacer que tenga. Me apreta la nuca mientras su lengua me acaricia hasta la campanilla, los besos sonoros de los chupones que me dan son musica en el ambiente, ademas del roce de nuestras partes bajas que se complementan a la perfección.

-Estas muy, pero muy exquisitamente mojada... Y eso me fascina. Me susurra mientras recorre mi garganta con su lengua y se adueña de mis lomas con sus labios succionando. Como si el placer que me hace sentir no fuera suficiente cuela una mano entre los dos haciendo modo discjockey con mi clitoris.

-Eso te gusta. Me susurra.

-Todo. Le respondo y veo una sonrisa de satisfaccion en su mirada. El ritmo acelera y sus ojos se vuelven como zafiros, gruñe de una manera que me encanta y siento como se sacude bruscamente su masculinidad en mi interior. Suspira relajado abrazandome con ambos brazos.

-No me canso de ti. Susurra.

-Menos mal. Le digo con sarcasmo y siento un pequeño pellizco en mi costado.

Liam de por si es un metro sexual apetecible siendo serio, pero al ver como me sonrie, fue como un reflector hacia mi, dejándome encandilada por tanta belleza.

Me retiro de él con delicadeza y se deshace del protector colocando en un recipiente en el auto que es como un mini horno que lo desintegra.

-Debo ser cuidadoso. Me dice al ver como lo observaba.

-No quieres clones. Le digo sarcástica.

Se inclina besandome nuevamente.

-Vistete o me tentare de nuevo. Me dice como si fuera que antes lo estuve.

Me visto bajo su atenta mirada, mordiendose los labios.

-Esperas a que me vista para sacarme todo de nuevo. Le consulto. Él menea la cabeza, pestañeando rapido, me vuelve a besar de manera sonora mientras sus manos estrujan mis lomas.

-Me encanta desvestirte. Me responde y se endereza para continuar el viaje carraspeando.

Agarro una botella de agua que tiene en el auto y sacio la sed que me dejo ese rato que me brindo al darme para que tenga y guarde.

Llegamos a una mansión alejada de un aspecto tétrico y mis sentidos me gritaban que no debia estar ahi.

-No te preocupes... No te desprendas de mi. Me aconseja, apretándome la mano.

Al ingresar me quedo impactada por la escena que se desarrolla ante mis ojos en la amplia sala. Cuerpos desnudos danzando al ritmo de una orgía.

Mujeres desfilando sin nada puesto pasando de una pareja a otra, hasta hombres dándose besos entre ellos. Me quedo colorada de vergüenza ajena.

-Mirame solo a mi. Me dice Liam girandome el rostro y me une mas a su figura en un abrazo.

Cruzamos por el medio de esa fiesta única en su especie, que se desarrollaba mientras una musica ensordecedora inundaba mis oidos. Llegamos a una puerta doble de dos metros que era custodiada y al ver a Liam lo dejaron pasar. Me dio escalofrio al sentir como me miraron los guardias.

Al cerrarse la puerta el silencio se hizo presente, parecía otro mundo, como si lo que vi no sucediera. Llegamos a un salon donde cuatro hombres de traje negro estaban sentados en unos sillones de alto respaldo, forrado en un tono bordo de terciopelo. Hablaban entre ellos pero al segundo de ingresar dirigieron su mirada hacia mi.

-Asi que es ella. Dijo el mayor de todos incorporandose de su silla y aproximandose a nosotros. Todos ellos se veian muy atractivos por mas que fueran muy mayores, en sus trajes a medida y porte.