AMO A MI EX

Mientras tanto en la oficina de la empresa, Daniel parecía angustiado, estaba inmerso en mucho trabajo, siempre buscaba la manera de no pensar en el pasado, pero por más que lo intentaba no podía evitar pensar en Lucy, sobre todo después de llamándola y actuó como él actuaba.

—Oye Daniel, mantente concentrado, Lucy realmente necesita seguir adelante y lo que sea que estés sintiendo, trágatelo en silencio, te mereces su desprecio-se dijo mientras analizaba su propia situación.

Continuó analizando algunos trabajos y alrededor de las 10:00 de la mañana, Daniel inició las reuniones online, fueron 3 en total, cada una de 50 minutos de duración.

A las 13:00 horas, Daniel decidió terminar el día, ya era la hora del almuerzo, se levantó pensando en salir del salón, pero en ese momento llegó Mateus con muchos papeles, los colocó sobre la mesa y dijo

—Listo señor Daniel, aquí está el informe completo de Lucy-dijo con una sonrisa, pero Daniel no respondió nada, solo volvió a sentarse y comenzó a leer cada palabra de ese informe.

Decía que Lucy es cardióloga, trabajó durante un año en un gran hospital de Nueva Jersey, cerca de la granja donde vivió durante dos décadas, el hospital era privado, pero cada vez que tenía tiempo libre o si alguien lo necesitaba, Lucy siempre se ocupaba de consultas gratuitas y la mayoría de las veces ayudaba con la compra de medicamentos, si la persona no tenía recursos económicos, además, incluso visitaba varias comunidades pobres.

El documento decía que se había mudado y se había casado con el heredero de la familia Gonçalves, pero no sabía qué la motivó ni qué ganaría con ello, ni tenía ninguna información sobre la familia de Lucy.

Cuando llegó a la parte del informe, que contaba lo que ella hizo en los últimos dos años, Daniel dejó escapar un largo suspiro, pensando que podría haber algo complicado ahí, ya que pensaba que ninguna mujer podría soportar lo que Lucy soportó sin luchar. Atrás: mentiras y traiciones.

Al ver que el jefe estaba un poco aprensivo, Mateus se aclaró la garganta y dijo:

—¿Hay algún problema, señor? Si hay algo mal yo...

—Solo vete tranquilamente y no olvides ordenar mi almuerzo, tengo hambre-dijo Daniel sintiéndose enfermo y luego le hizo un gesto para que se fuera, Mateus solo asintió y luego prácticamente salió corriendo, Daniel está cada día peor y por primera vez. Una vez en años Mateus pensó en dimitir, ay, el viejo gruñón es Daniel.

Quedándose a merced de sus propios pensamientos, Daniel se acomodó en la silla y pronto comenzó a leer la información y cada palabra leída hacía que Daniel se sintiera avergonzado de sí mismo, él era quien llevaba una doble vida, Lucy solo merece elogios, porque siempre que ella Al salir de la mansión, Lucy fue al centro comercial y compró muchos regalos para niños y fue al orfanato y dio regalos a niños necesitados y cuidó a los enfermos, por lo que era considerada la madrina del lugar.

Después de intentar llamar a Lucy varias veces por la mañana, Daniel pensó que el informe tendría información de contacto, pero casi lloró cuando se dio cuenta de que no había ningún número ni dirección.

En ese momento Daniel sintió mucho autodesprecio por haber juzgado tan mal a Lucy, simplemente se asustó, tiró el informe lejos de él y tiró todo lo que había sobre la mesa, ahora se siente como el peor hombre del mundo. .

—¿Por qué no nos di la oportunidad de conocernos?-se preguntó en voz baja mientras intentaba controlarse.

En ese momento sonó su celular, el dispositivo quedó en el piso al igual que los demás objetos que allí fueron arrojados, Daniel tomó el dispositivo y contestó sin siquiera mirar el indicador de llamada:

-¡Hola!

—Buenas tardes amor, ¿te llamo para ver si vienes a almorzar conmigo? Te extraño-la dulce voz de Juliana penetró en sus oídos, pero Daniel no se dejó influenciar por el encanto de aquella mujer y respondió con rudeza:

—No me gusta que me molesten cuando estoy trabajando, hablamos más tarde – dijo, casi haciendo que a Juliana le dé un infarto de tanto enojo, pero ella lo disimuló y luego planeó disculparse, pero Daniel terminó la conversación. llamar.

Aún sintiendo que lo había perdido todo, Daniel se sacudió el inexistente polvo de su bien confeccionado traje, se sentó en un sillón de cuero negro ubicado en la esquina izquierda de la habitación y comenzó a jugar con su celular distraídamente, como si su vida No había estado tan desordenado como en esa oficina.

En ese momento se escucharon ligeros golpes en la puerta por parte de Daniel, luego de autorización, Mateus entró caminando lentamente con los ojos muy abiertos y sosteniendo una bandeja.

—Pasó un huracán... Mateo dejó de hablar abruptamente al notar que Daniel lo miraba con una mirada complicada, por lo que colocó la bandeja sobre la mesa y planeó irse, pero Daniel de repente habló:

—Matthew, hazme compañía, no puedo estar solo ahora.

Estas palabras causaron perplejidad en Mateo, Daniel, un gran hombre de negocios, despiadado y frío, ahora sólo parecía un niño indefenso.

El asistente solo asintió y luego se sentó en una silla un poco alejada del jefe, después de todo Daniel había destruido todo en esa habitación y seguía actuando extraño, Matthew pensó que tal vez había sido mordido por un perro loco, “será mejor que estés tranquilo”. cuidado”, encontró Mateo.

Daniel pronto se preparó para comer, le ofreció un poco a Mateus, pero este lo descartó, por más que Daniel intentó tragar ese arroz, papas y carne, la comida simplemente no bajaba, se le formó un gran nudo en la garganta. impidiéndole respirar normalmente.

Apartó la comida, sonrió amargamente a Mateus y dijo:

—¿Sabes cuál es la peor parte de un divorcio?

—No lo sé señor, gracias a Dios me va muy bien con mi esposa—respondió Matthew sonriendo, pero dejó de sonreír cuando notó que los ojos de Daniel estaban llorosos.

—Es darme cuenta de que este fue el peor error de mi vida, principalmente porque recién ahora descubrí que lo amo, dijo casi haciendo que Mateus se atragante con su propio aire, Daniel no es de mostrar tristeza y si lo hizo es porque realmente duele.