Bruja, Rompe La Maldición.

La noche del baile había llegado, en su habitación del templo, Emilia estaba triste mientras su doncella la peina, porque al final, Eldritch no acepto ser su acompañante, lo cual le hace sentirse decepcionada, en especial porque su padre ya le había asegurado que había concretado un compromiso con el archiduque y los rumores ya se estaban expandiendo. Así que, al llegar sola, las mujeres empezarán a hablar.

—no este triste señorita, estoy segura que el duque solo esta muy ocupado. Todos hemos visto que él gusta de usted.— trata de consolarla su doncella.

—espero que sea eso...su excelencia es el único hombre con quien quiero casarme...— responde.

—y lo hará, el rey ya dio la autorización, es lo que su padre ha dicho.— comenta la doncella.

Emilia sonríe y termina de vestirse, pues no tardan en avisarle que su padre ha venido a recogerla, ya que será quien la escolte.

En el palacio, el auto de los Holly se detiene, bajando primero el hombre robusto, el padre de Emilia, el Barón Holly, seguido de Emilia, ya que su madre no había podido asistir. Al entrar al salón, las miradas se fijan en la santa, los murmullos no se hacen esperar, pues todos pensaban que la rubia llegaría del brazo del archiduque, pero, ahí estaba ella, en compañía de su padre. La joven luce un vestido blanco, y saluda de manera alegre a las jóvenes que se acercan a ella.

—señorita Holly, que bella luce, el blanco siempre le queda bien.—

—y cuando sea un vestido de novia, se verá mas preciosa.—

—y de eso, seguramente será pronto, todos hablan de que se ha concretado un compromiso con el archiduque.—

—tiene suerte, el archiduque posee una gran influencia, si no fuera por la maldición, yo sería su competencia.—

Las chicas ríen ante este último comentario, Emilia solo sonríen nerviosa, ya que, Eldritch no estaba por ninguna parte y justamente ya las jóvenes empiezan a preguntar el porque no fue él quien la acompaño.

—su excelencia tenía mucho trabajo, pero, vendrá pronto.— responde nerviosa.

—por supuesto, es un hombre ocupado, por algo es de los más importantes del reino.— comenta otra chica.

La platica sigue entre ellas, hasta que se escucha el anuncio de la llegada de los reyes y el príncipe heredero. La reina camina del brazo de su esposo con la mirada en alto, por ser la mujer más importante del reino, al bajar las escaleras, todos les rinden reverencia a los soberanos. Hasta que...

—su excelencia, el archiduque Eldritch Ashbourne, acompañando a su alteza, la princesa Aleksey Chevalier.— anuncia el guardia.

Las miradas antes puestas en los soberanos, ahora se dirigen en la entrada, viendo entrar a la pareja, Eldritch luciendo un elegante traje con capa, llevando del brazo a la albina, quien luce un hermoso vestido rojo con detalles dorados, que le dan ese toque de elegancia.

"¿Por qué vino con ella?, ¿no era el príncipe el acompañante de la princesa?"

"Pero si se anunciará el compromiso entre su excelencia y la santa, ¿por qué es el acompañante de la princesa?"

"Parece que lo del compromiso con la santa solo era un rumor."

Emilia quien esta en compañía de las jóvenes, aprieta las manos en su vestido, al ver llegar a Eldritch con esa mujer, desde que la princesa llegó, se ha robado la atención de Eldritch, la cual, antes era solo para ella.

La pareja recién llegada, es rodeada por nobles de alto estatus, quienes estaban sorprendidos de que el archiduque tuviera buena relación con la princesa, hasta el punto en el que, él, es su acompañante.

"Todos decían que su acompañante era la santa."

"Escuche que el rey había arreglado su matrimonio con la santa. ¿Sabía eso usted alteza?"

—lo sabía, pero, ¿puede el rey obligar al archiduque a casarse?, su excelencia esta en su derecho de elegir.— responde la albina, mientras se sostiene con firmeza del brazo de Eldritch.

—así es, rechace ese compromiso, incluso he decidido alejarme de la santa, para evitar los malos entendidos.— agrega Eldritch.

—¿malentendido?— pregunta la esposa de un noble.

—si, escuche que todos creen que gusto de ella, pero no es así, yo solo cumpli con mi debes como su escolta, y se malinterpreto mi amabilidad.— explica Eldritch.

Por supuesto, esto confunde un poco a los nobles que los rodean, pues en todo el reino se decía que la santa y el archiduque, eran una pareja enamorada, ya se decía que quedarían juntos ya que la santa, era la única mujer que no era afectada por la maldición del archiduque.

El rey y Elias, estaban furiosos, ver como Eldritch se robaba la atención, incluso la reina, miraba con molestia a la princesa, desde su llegada, solo se habla de ella, como si el ser la reina, no fuera más importante, pero, claro, la albina tenía toda la atención por ser una princesa imperial.

—majestad.— se acerca el Barón Holly.— ¿puedo hablar con usted?— pide.

—por supuesto.— se excusa con quienes estaba hablando y se va a un sitio menos concurrido con el Barón.— dígame.

—se supone que se había concretado el matrimonio con el archiduque y mi hija, ¿por qué llegó él con la princesa?— pregunta molesto.

—el archiduque se nego al matrimonio, últimamente ha estado actuando extraño.— responde el rey.

—eso no es excusa, es un mandato real, no puede rechazarlo.— reclama.

—se puede, la princesa.— dirige su mirada a Aleksey.— ella ha intervenido, no podemos controlar al archiduque, sin que ella intervenga.

El Barón observa a la albina, si ella es el problema, solo tendrían que deshacerse de ella, pero, todos conocen la fama de los Chevalier, así que, si falla, su vida estaría acabada. El Barón ya no dijo nada más, ha perdido su oportunidad de alcanzar un estatus más alto.

Aleksey y Eldritch caminan por el salón, saludando a quienes se le acercan, hasta que, el rey pide que todos presten atención, y los asistentes así lo hacen, escuchando atentos su discurso, dando las gracias a todos por asistir a la conferencia entre reinos, y por mantener la paz entre todos los reinos, incluso muy a su pesar, le agradece a la princesa Chevalier, por su asistencia, representando a los emperadores de Trois Blanc.

—disfruten de esta noche.— termina de hablar.

Tras esto, el baile da inicio, siendo los reyes, quienes darán inicio.

...