Malcriando A Mi Esposa

********* Emma Rodríguez********

Cada vez nos alejábamos de la ciudad, Marcos estaba histérico y enojado, será mejor por el momento no provocarlo.

El auto paro en un tramo de la carretera, él solo me jalonaba por un camino que conducía a una villa. Al llegar a la puerta, me suelto de su agarre tratando de escapar, pero me detuvo llevándome en sus brazos, mientras le decía que me soltara. Me colocó en el sofá arrinconándome acercándose a mí.

Marcos: Dime que es mentira, tú no estás saliendo con Daniel. Es imposible que estés en una relación, si apenas se conocen.

Emma: (nerviosa)- M-Marcos aléjate de mí… eso a ti no te incumbe. -(enojada)- que es

lo que quieres de mí, Emily está a tu lado a ahora. Querías romper el compromiso, lo hiciste. Querías verme arruinada, lo lograste. (grita llorando)- QUE ES LO QUE QUIERES AHORA MARCOS.

Marcos estaba arrepentido por traerla a la fuerza, ella estaba temblando y sus lágrimas no dejaban de caer. Él la abrazo para calmarla diciéndole.

Marcos: Lo siento, Emma. Perdoname… Jamás quise hacerte dañ-ño de esta forma. Todo esto fue un malentendido, creí que es-estabas confabulada con tu padre para quitarme las acciones de mi familia.

- (cuando me abrazo quería apartarlo\, pero no tenía las fuerzas suficientes para empujarlo\, al escuchar que se estaba disculpando mientras su voz sonaba quebrantada lo deje pasar. Quería escuchar que tenía en mente\, pero me aparte en un instante de él\, al oírlo decir que mi padre tenía las intenciones de quitarle las acciones a los González. Por la avaricia de mi padre\, Marcos me odiaba a muerte\, porque pensó que yo era su cómplice.)-

Emma: Marcos, que te hace pensar que no estoy involucrada.

Marcos: yo…-(dudando)- sin querer ingresé a tu cuarto y leí tu diario. Supe que todo este tiempo estuviste pasándola mal por culpa de tu padre y mía.

Emma: (alzo la ceja)- solo es un diario con palabras a lazar, como estás seguro si lo que escribí no fue inventado.

Marcos: Lo poco que sé de ti, es que siempre te refugiabas en tu diario - (tocando su rostro gentilmente)- Emma, quiero que me des una oportunidad para estar juntos de nuevo.

Ella lo empuja parándose rápidamente, dando un paso atrás, dice.

Emma: (fría)- pero yo no quiero estar cerca de ti. Ahora tiene a tu anhelada prometida porque buscarme cuando la tienes a ella…–(indiferente)- ahora solamente me produces náuseas.

Marcos: (la toma del hombro)- no me importa esa su mujer… porque –(intenta besarla)- yo te amo.

Emma: ¡paf! – (bofetada)- No te atrevas… Marcos recuerda que Daniel es mi prometido, será mejor que no

intentes algo extraño-

Marcos: (la empuja contra el sofá)- Crees que él te considerará como su mujer, cuando te encuentres envuelta con otro. –(eufórico)- Tú eres mía Emma y solo serás mía, hoy voy a dejar embarazada.

Emma: (grita enojada)- Marcos, suéltame… no te atrevas a tocarme.

- (Era la primera vez que Marcos se comportaba de esta manera\, puse resistencia para que no me tocara. Estaba tan asustada y aterrada\, cada vez iba perdiendo fuerza. Cerré fuertemente mis ojos la imagen de Daniel me vino a mi mente.)-

Marcos había perdido la cordura, quería poseerla para que no se fuera con otro hombre y Emma temblaba de miedo por la actitud de Marcos cada vez más agresivo.

En eso la puerta se abrió de un golpe, Daniel había llegado con sus hombres. Cuando él vio que Emma estaba poniendo resistencia, lo jalo con fuerza del brazo tirando a Marcos al suelo haciendo que se golpeara la frente.

Daniel se quitó su terno para cubrir la parte rasgada de su blusa, enfurecido se abalanzó hacia Marcos golpeándolo a puño cerrado.

Daniel: (enojado)- ¿Qué le hiciste a mi mujer?

Marcos: (molesto

y con el rostro sangrando adolorido)- Ella no es tu mujer, ella es mía.

Ella, al ver enojado a Daniel, sale corriendo a su dirección, para detenerlo mientras se interpone diciendo.

Emma: ¡Basta!... Detente vas a matarlo si sigues golpeándolo de esa forma-.

Daniel: Es exactamente lo que quiero –(molesto)- hazte a un lado Emma.

Emma: (para detenerlo ella lo abrazo, mientras soltaba una lágrima diciendo)- Dani. Detente por favor.

Daniel, al ver la reacción de Emma temblando, se sorprendió y fulmino a Marcos. Tomándola en sus brazos, saliendo de la cabaña, sin antes decirle que se encargará de él.

Durante todo el camino Daniel no me soltaba, estaba sentada en su regazo. Alcé la mirada y tenía los ojos cerrados, quise incorporarme, pero me abrazo fuerte diciéndome.

Daniel: No te muevas.

Emma: Debo ser pesada, es mejor si me dejas en el asiento. Para que puedas descansar mejor.

Daniel: (la mira)- No eres pesada para nada… (apoyando la cabeza de ella, contra su pecho)- Solo descansa, te despertaré cuando lleguemos.

Emma estaba exhausta y solo obedeció las palabras de Daniel, quedándose completamente dormida en sus brazos. Al despertarse, ella estaba siendo cargada por él, mientras caminaba por el interior de la casa llegando al nuevo dormitorio.

Emma: puedes bajarme. Puedo caminar sola, no estoy inválida.

Daniel: (ceño fruncido)- ¡Cállate!… debes irte a bañar primero, el olor de ese bastardo aún puedo sentirlo.

Emma: (se puso nerviosa cuando entro al baño junto a Daniel)- ¡Oye!, ya puedes bajarme.

Daniel: Está bien, te bajaré- (la suelta en la bañera haciendo que su ropa se empape).

Emma: (enojada)- Daniel te volviste loco…

Estaba avergonzada porque mi blusa se volvía transparente por el agua, cubriendo mi pecho con los brazos. Le digo sin verlo a los ojos.

Emma: vete, ya me trajiste al baño… necesito ducharme.

Daniel: (se acerca agachándose y se inclina hacia ella)- quien te dijo que me iba a ir. Primero quítate la ropa, necesito confirmar algo.

Emma: Oye, no te pases de la raya.

Él estaba impaciente que termino metiéndose en la bañera junto con Emma, ella trató de oponerse para que no entrara. Cuando ella se levantó bruscamente, su pie se resbaló haciendo que su cuerpo caiga encima de él.