En la ciudad de Lunaris, donde los misterios y las sombras se entrelazan, vive Aurora Selene, una joven tímida y reservada que nunca ha sentido que pertenece al mundo ordinario. Cuando una noche de luna llena descubre un antiguo colgante en el ático de su casa, su vida cambia para siempre. El colgante la vincula a un antiguo linaje de magical girls, las “Fantomenas”, guerreras encargadas de proteger el equilibrio entre la luz y la oscuridad. Aurora, ahora conocida como Fantomena Luna Night, debe aprender a dominar sus nuevos poderes mientras enfrenta a los Nocturnos, criaturas sombrías que desean sumir al mundo en una eterna oscuridad. A medida que se adapta a su nueva identidad, descubre que no está sola. Otras chicas con destinos similares comienzan a despertar, formando un grupo unido por un vínculo ancestral. Entre ellas se encuentra Cassandra, una misteriosa joven con una conexión especial con la oscuridad, que podría ser tanto una aliada como una rival. Aurora siente una atracción creciente hacia Cassandra, lo que complica aún más sus decisiones. Mientras el amor y la magia florecen, las líneas entre el bien y el mal se desdibujan, y Aurora debe decidir si seguirá el camino de la luz o se adentrará en las sombras junto a Cassandra.
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Capítulo 14: La Alianza de las Sombras
Aurora caminaba por las estrechas y sombrías calles de Lunaris, con la bruma nocturna enredándose entre sus pensamientos. Los últimos días habían sido una vorágine de revelaciones y conflictos, y la carga de su responsabilidad como protectora se hacía cada vez más pesada. Cassandra, siempre a su lado, la observaba con una mezcla de preocupación y respeto. Sabía que la decisión que Aurora estaba a punto de tomar cambiaría el rumbo de su misión.
Esa noche, se dirigían a un encuentro secreto, uno que, de salir bien, podría cambiar las tornas en la lucha contra la luna oscura y los Nocturnos.
Aurora y Cassandra se adentraron en un callejón que parecía estar fuera del tiempo, un lugar donde las sombras parecían cobrar vida y la luz de la luna apenas lograba abrirse paso. La tensión en el aire era palpable, y Aurora no pudo evitar sentir un nudo en el estómago. Sabía que estaba a punto de reunirse con seres que, hasta hacía poco, consideraba sus enemigos.
Cassandra la miró de reojo, percibiendo su inquietud. “Recuerda, Aurora, no todos los Nocturnos están alineados con la luna oscura. Algunos, como nosotros, buscan la paz en este mundo. Pero debes ser cautelosa. Este pacto es delicado, y cualquier error podría costarnos caro.”
Aurora asintió, tomando aire profundamente antes de seguir adelante. Al llegar al punto de encuentro, un antiguo almacén abandonado, las sombras parecieron cobrar forma. De entre la oscuridad, emergieron figuras esbeltas y de aspecto etéreo, con ojos que brillaban con un fulgor sombrío pero no amenazante.
El líder de los Nocturnos disidentes, un ser llamado Thalor, se adelantó. Era alto y delgado, con una presencia que irradiaba tanto poder como serenidad. Sus ojos, de un azul profundo, se fijaron en Aurora con una mezcla de curiosidad y respeto.
“Aurora, Selene,” dijo Thalor con una voz suave, pero firme. “La elegida de la luz lunar. Hemos observado tus acciones, y aunque muchos de los nuestros desconfían, creemos que hay una oportunidad para cambiar el destino que nos ha sido impuesto.”
Aurora mantuvo su postura firme, aunque por dentro la incertidumbre la corroía. “He escuchado lo que tienes que decir, Thalor. Pero, ¿por qué debería confiar en ustedes? Han causado tanto dolor y destrucción...”
Thalor bajó la cabeza en señal de respeto. “Entiendo tu desconfianza, y no te culpo por ello. Pero no todos los Nocturnos deseamos el caos. La luna oscura nos ha corrompido, nos ha vuelto esclavos de su poder. Algunos de nosotros queremos liberarnos de esa maldición, y para hacerlo, necesitamos tu ayuda.”
Cassandra, que había permanecido en silencio hasta ahora, dio un paso adelante. “Aurora, esta es una oportunidad única. Si podemos obtener información sobre los verdaderos planes de la luna oscura, podríamos tener una ventaja decisiva. Pero debes ser consciente de que esta alianza es frágil. No podemos permitirnos errores.”
Aurora miró a Thalor directamente a los ojos. En su interior, una batalla se libraba entre el miedo y la esperanza. Sabía que estaba jugando con fuego, pero también sabía que sin arriesgarse, no habría ninguna posibilidad de éxito. Finalmente, asintió.
“Thalor, acepto esta alianza, pero bajo una condición: si detecto cualquier traición o intento de manipulación, la alianza se romperá de inmediato. Mi prioridad es proteger a Lunaris y a su gente.”
Thalor hizo una reverencia respetuosa. “Acepto tus términos, Aurora. Estamos dispuestos a arriesgarlo todo para liberarnos de la oscuridad.”
Con el acuerdo sellado, Thalor comenzó a revelar la información que poseían los Nocturnos disidentes. Habló de los planes de la luna oscura, de cómo estaba utilizando a los Nocturnos como peones en su juego de poder, y de una debilidad en su control sobre ellos. Al escuchar estas revelaciones, Aurora sintió una mezcla de alivio y ansiedad. Por un lado, ahora tenía una ventaja, pero por otro, la magnitud de la amenaza se hacía cada vez más evidente.
A medida que la noche avanzaba, las conversaciones se volvieron más estratégicas. Cassandra y Aurora discutieron posibles formas de utilizar la información para atacar el núcleo de la luna oscura. Pero mientras hacían planes, Aurora no pudo evitar notar la creciente tensión entre Cassandra y Thalor. Cassandra, aunque dispuesta a colaborar, no podía evitar su desconfianza hacia los Nocturnos.
“Debemos ser extremadamente cuidadosos, Aurora,” advirtió Cassandra en un momento en que Thalor se alejó para hablar con su grupo. “No olvides lo que está en juego. Estos seres han estado bajo la influencia de la oscuridad durante demasiado tiempo. No sabemos cuánto tiempo podemos confiar en ellos.”
Aurora asintió, consciente de los riesgos, pero también decidida a aprovechar esta oportunidad. “Lo sé, Cassandra. Pero también sé que si no arriesgamos, no tendremos ninguna posibilidad de derrotar a la luna oscura. Esta es nuestra única oportunidad de ganar ventaja.”
Finalmente, el encuentro llegó a su fin. Con una mezcla de cautela y determinación, Aurora y Cassandra regresaron a su refugio. Mientras caminaban bajo la luz de la luna menguante, Aurora reflexionó sobre los eventos de la noche. Sabía que el camino que había elegido estaba lleno de peligros, pero también sabía que no había vuelta atrás.
Al llegar a su refugio, Aurora se detuvo un momento para mirar al cielo. Las estrellas brillaban débilmente, y la luna, aunque menguante, aún mantenía su misterioso resplandor. Aurora apretó el colgante de piedra lunar contra su pecho, sintiendo una conexión profunda con el cielo nocturno.
“Sé que esto es solo el comienzo,” murmuró para sí misma. “Pero no estoy sola en esto. Con la ayuda de Cassandra, y ahora con esta nueva alianza, enfrentaremos lo que venga.”
Mientras se adentraba en el refugio, Aurora sintió una chispa de esperanza. Aunque la luna oscura era una amenaza imponente, sabía que con la estrategia correcta, podrían enfrentarse a ella y proteger Lunaris. La alianza con los Nocturnos disidentes era un riesgo, pero era un riesgo que estaba dispuesta a tomar.
El capítulo se cerraba, pero la batalla apenas comenzaba.
Me recuerda a un título de Touhou