UN PACTÓ CON EL DIABLO

Mari se queda viendo con una sonrisa pícara a Alex y después le dice. - Yo estoy loca, y lo que estoy, viendo es lo más romántico que he visto en toda mi vida, me atrevería a decir que ustedes dos están enamorados y no se han dado cuenta. -

Alejandra solo le responde con una mueca. - Eso fue un momento en el que el fotógrafo comenzó, a decir que las fotos no salían y que no estábamos cooperando, en nada de nuestra parte y no sé en qué momento de los mil diablos pasó.

- Y no sentiste nada.

Alejandra solo le responde a su amiga. - No. -

Mientras que en casa de los Rangel, la señora Scarlett sé ocupa de todos los preparativos para la cena, que todo salga perfecto dando indicaciones a cada uno de los sirvientes, encargados de servir la cena.

A ella le gusta que todo salga perfecto más tratándose de el compromiso de uno de sus hijos, aunque éste sea el que más dolor de cabeza le ha dado.

Cuando su esposo Guillermo llega, ella va junto a él a saludarlo le da un casto beso en los labios, a su amado esposo. - Cansado cariño. -

- Un poco amor, pero más cansado de las tonterías de Dylan. - Le responde Guillermo.

- Ahora qué hizo. -

Se puso con como loco, cuando llevó a Alejandra a su casa, la trató mal, ella misma me lo acaba de decir. -

 - Pero qué le pasa a Dylan, que ya no tiene respeto por los demás. -

- No lo sé, pero que no se atreva a ponerle una mano encima a Alejandra, porque ella misma lo va a mandar a la cárcel. Créeme que si lo hace está, vez no habrá ninguna consideración con él. -

- Pero es que debe de haber algo emotivo.

- El motivo es que le dijo, que si es mi amante. porque le di una de las casas. -

Pero cuándo va a entender Dylan, que todo no es como él lo piensa, creo que es un error que se casen. Vivirán un infierno si así ya están peleando, qué les espera más adelante, cuando ya estén casados y viviendo juntos.

Guillermo y su esposa, siguen platicando sobre el mal comportamiento de Dylan hacía Alejandra cada día esta está más insoportable, ahora piensa que ella es su amante.

- Y qué piensas hacer con él, amor. -

Ya hablé con él y le aclaré las cosas, solo espero que no vuelva a repetir este incidente, trata de hablar con el cariño él te hace más caso que a mí.

Claro cariño yo hablaré, con él, mientras la madre de Dylan sigue platicando con su esposo, en casa de Alex acaba de recibir una caja enviada por el señor Rangel vaya amiga y te mandó un regalo para disculparse el idiota ese.

No creo que sea de él, es más bien de su padre me invitó a una cena, cuando Alex abre la caja se queda con el ojo cuadrado al sacar el vestido, es un hermoso vestido en color rojo.

- Vaya amiga sí que tiene buen gusto. -

- Te lo dije es el señor Guillermo, el que lo envió. -

-_Amiga dirás tu futuro suegro. - Mari se ría del comentario que le acaba de hacer a Alex a verla que está solo le hizo una mueca.

- Un suegro de mentiras, espero que Dylan se fastidia pronto y dé por terminado todo esto, lo antes posible, para no poder volver a mi vida normal, porque esta vida de verdad que fastidia. -

- Pues amiga en lo que eso pasa, mejor ve impresiona a toda esa gente con tu belleza, que no se diga que no eres una mujer hermosa. Aparte de ser una gran abogada. -

Mari trata de animar a su amiga, pues tal parece que Alex estaba a punto de salir corriendo y, dejar todo tirado, después del mal día que Dylan le ha hecho pasar.

Después de un rato Alex, sale de la lucha, está terminando de arreglarse. cuando entra Mari con su pequeño en sus brazos.

este al verla enseguida le dice. - Mami vas a salir. -_

-Sí mi pequeño, mami tiene un compromiso. -

- Pero me dijiste que hoy veríamos una película mami. -

- Lo sé mi amor, pero te prometo que mañana, es fin de semana vemos todas las películas que tú quieras y, te sigo enseñando a qué aprendas a nadar. -

- El pequeño Daniel le responde a Alex. -Está bien mami, me lo has prometido. - Alex se levanta y va donde su pequeño lo abrazando y lo de besos en el rostro. - Claro que sí mi pequeño príncipe pero te quedarás con la tía Mari ella te cuidará. -

Alex termina de vestirse, quedando verdadera hermosa, el vestido le delinea muy bien las curvas de su cuerpo. Hasta un ciego volvería a ver al verla pasar junto a él. - Le dice Mari al verla pero son interrumpidos cuando llaman a la puerta. - Adelante. -

La empleada entra. - Señorita el chofer de la familia Rangel la está esperando. - Tal y como se lo dijo Guillermo justo a las 8 de la noche. - Bueno, es hora de irme, Mari te encargo a mi bebé -

- Claro amiga no te preocupes lo cuidaré bien. -

- Deséame suerte. -

Alex sale de la habitación baja las escaleras, dirigiéndose a la salida de la casa donde la espera el chofer pero al llegar, se queda boquiabierta viendo la gran limusina.

Que mandó Guillermo Rangel, para que sea llevada a su casa el chofer abre la puerta dando paso a que Alex suba.

Mientras es llevada a la casa de los Rangel, solo puede pensar en lo bueno que es una vida así, que nunca se imaginó que la viviría en casa de su padre.

Era diferente la pequeña empresa, que tenían solo deudas y más deudas acumulaba. Y ahora de la noche a la mañana se encuentra rodeada de lujos pero. ¿A cambio de qué? o ¿A Costa de qué. ?

Solo piensa que por más que hubiera luchado, por sacar adelante la empresa de su padre, nunca hubiera tenido una vida así. Nada más que aquí todo es un trato, con el señor Guillermo Rangel que hizo con ella.

No porque ella quisiera, sino porque él se valió de uno que otros chantajes, pero no puede quejarse, cuando todo termine los beneficios obtenidos, durante ese tiempo se los quedará como compensación por el tiempo de haber estado casada con Dylan.