Fiorella estaba feliz por casarse con el hombre de su vida, su amado Camilo. Pero no todo era como ella pensaba. La noche misma de su boda ella comprendió el gran error que había cometido. Aún así piensa que su amor puede hacer que todo cambie y se dispone a ser todo para complacerlo.
Decidida a ganarse el amor y la confianza de ese cruel hombre ha soportado todos sus desplantes y desprecios. Pero todo resulta inútil, ya que otra mujer ocupa el mayor lugar en el corazón del hombre, y es la merecedora de todo su amor, comprensión y cuidados. Ella solo será por siempre el ser despreciable que se metió en medio para separarlos y que constantemente lastima e intimida a su dulce primer amor. Él nunca la verá de otra manera y ya es tiempo de que lo entienda y se de por vencida, antes de que sea demasiado tarde para ella.
NovelToon tiene autorización de Betsi para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
SOMOS NOVIOS
Toda la habitación se volvió silencio de repente. Los dos enamorados se miraban de manera alternada.
Emmett se mostraba risueño, las miradas furtivas de su colibrí le causaban mucha gracia. Ella tenía vergüenza de mirarlo a los ojos, eso significaba que le habían gustado sus pequeños besitos. Aún no podía darle un beso como dios manda, pero lo haría en menos que canta un gallo.
¿No vas a hablarme nunca? dijo el hombre grande con burla en los ojos y las palabras.
Yo… no sé, estoy confundida alcanzó a esbozar ella mientras cerraba los ojos con toda la timidez que cargaba en su cuerpito hermoso.
Creo que he actuado por impulso y no he aclarado las cosas ni te he expresado mis sentimientos dijo Emmett sentándose en la cama.
Él comprendía que en todo su apuro por demostrar su amor se olvidó de algo sumamente importante: Fiorella y sus sentimientos, sus dudas, sus emociones. Quizá ella piensa que es un amor prohibido, como lo ha sido hasta hace dos días.
Fiorella, mi hermoso colibrí, yo te amo ante estas palabras ella lo miró sorprendida un momento, pero luego pareció recordar algo y bajó la mirada con un poco de dolor.
Emmett siempre le había dicho que la amaba, se lo expresaba a cada momento, pero dejaba en claro que era un amor de hermanos. Siempre sería su amor imposible, la niña se sentía desinflada y más confundida aún. Sus hermosos ojitos comenzaron a derramar silenciosas lágrimas. Ella estaba dolida, parece que a su hermano le encanta hacerla sufrir ¿Será una venganza por algo? ¿Por eso le dio esos lindos besitos que a ella tanto la ilusionaron?
Mi amor por ti lo trasciende todo… hizo una breve pausa y la miró con más profundidad aún en sus ojos.
Fiorella Meyer ¿Aceptas a este tonto hombre para ser tu novio? decidió largarse a la pileta, solo esperaba que tuviera agua. Verla tan afligida y desmotivada le causaba un profundo dolor en su corazón.
La miraba expectante, ella se sorprendió ante esas palabras, quizá era lo último que esperaba oír, pero era lo que más deseaba en la vida.
¡Emmett! Yo… balbuceaba, no se atrevía a decir lo que quería. Tenía que tomar una decisión que era muy importante, decisión que de la que sabía dependía todo su futuro.
¡Siiiiiiii! Si quiero dijo derramando infinidad de lágrimas.
Cuando levanto la cabeza y posó sus ojos sobre los de él vio algo que pensó nunca vería. Emmett, su Emmett lloraba de manera copiosa junto a ella. El hombre fuerte se tiró literalmente a sus brazos, estrechando el pequeño y delicado cuerpo de la mujer que había anhelado durante tantos años. Ahora por fin, podía sentir el calor de ese cuerpo junto al suyo, podía disfrutar de su compañía de la manera que ha deseado desde hace 5 años.
La cara de ella se encontraba escondida en el cuello del hombre mientras lloraba con una felicidad infinita. Era tanto el dolor y el sufrimiento que ellos habían pasado y ahora por fin podían hacer su sueño realidad, su amor era correspondido.
Emmett tomó con delicadeza el rostro de su amor, con sus finos y largos dedos levantó su barbilla mientras ella sorbía los moquitos que amenazaban con salir de su pequeña naricita roja. Había llorado mucho en verdad. Sin importarle nada acerco sus labios a los de ella y comenzó con un lento y dulce beso.
Fiorella hacía el intento de corresponder de la manera correcta, ella jamás había besado a ningún muchacho. Desde hace años solo Emmett ocupa sus pensamientos, luego creyó en la ilusión de amor por Camilo, pero este tampoco aceptó su amor, nunca siquiera había tomado su mano, mucho menos besarla.
Cuando el hombre comprendió que ella no sabía besar esbozó una sonrisa aún sobre sus labios. Su lengua salió con timidez de la boca tocando dulcemente los labios ajenos, buscaba demostrar el amor que había en su corazón. Ella sintió la humedad contraría y dejó salir un suave jadeo de sus carnosos labios, lo que puso un poco eufórico a un hombre que ya no sabía cómo ser paciente.
Los dientes de Emmett tomaron con delicadeza, pero a la vez exigencia el labio inferior de su inocente novia, ante tal acto el jadeo fue más profundo y el paso fue otorgado. Una vez dentro la lengua comenzó a tomar posesión de todo el lugar. Exploró cada rincón en la boquita hermosa de la mujer que lo volvía loco. Ella como pudo siguió el acto.
Su cuerpito había comenzado a arder. Se aferraba cada vez más al hombre como si estuviera a punto de caer a un precipicio y la única manera de sobrevivir fuera sujeta a esos fuertes brazos.
Por su parte él estaba igual de caliente, su hombría había comenzado a palpitar con fuerza dentro de su pantalón, amenazando con romperlo si no era liberado con premura. Tenía miedo, no quería asustar a la inocente mujer que temblaba en sus brazos, generalmente se volvía salvaje a la hora de amar, salía dentro de él ese dios del inframundo que muy pocas personas conocían. Además que las circunstancias indicaban que era imposible cualquier acercamiento íntimo por el momento.
El beso seguía su curso, él ya había trepado con todo su cuerpo a la cama y estaba casi sobre ella, aunque ambos estaban vestidos y ella estaba dentro de la cama cubierta con las sábanas, la situación era bastante clara.
Te amo… te amo… te amo, nunca me dejes decía él en los pequeños momento en que se apartaba un poco de ella, solo unos segundos ya que no resistía la distancia.
Ella lo miraba encandilada desprendiendo su amor inconmensurable por él. Estaban sumidos en una intensa pasión y lujuria. Las manos del hombre acariciaban por sobre la ropa el cuerpo de la mujer. No se atrevía a tocar ninguna de las partes íntimas que anhelaba poder recorrer. Sabía que habría tiempo para eso, por ahora esto era ganancia.
Estaban concentrados, disfrutando de ese maravilloso momento de amor cuando la puerta de la habitación fue abierta. Ellos se paralizaron por un momento, más al escuchar la voz de la persona que entraba por la puerta.
Las reacciones de los amantes fue diametralmente opuesta. Mientras que él solo sonreía con arrogancia a su padre que lo miraba con reproche. Ella estaba asustada a muerte. Era tanta la emoción que se olvidó de que su amor era prohibido. Sintió que se había soltado de repente y caía por ese precipicio que antes la amenazaba.
Hola hijos dijo el hombre con evidente molestia.
La razón de tal molestia radicaba en que ella aún estaba un poco delicada y su hijo ya la tenía casi desnuda debajo de él. Sabía que eso iba a pasar, pero esperaba que él fuera más cuidadoso, la podía lastimar si la trataba de esa manera en este momento.
¡Papá! Yo… lo siento yo… Fiorella no sabía cómo explicar, es que en realidad no había mucho que decir.
La angustia se había apoderado de ella y comenzaba a llorar nuevamente en silencio.
Emmett, sentándose en la cama, la atrajo hacia él y la acostó en su regazo como si fuera un bebé. Ella escondió la cara en el pecho del hombre, sentía vergüenza, pero además tenía mucho temor por lo que fuera a ocurrir. Emmett decidió aclarar todo de una vez.
Es bueno verte papá le dijo aún con su sonrisa.
Fiorella aceptó ser mi novia, tenías razón ella corresponde a mis sentimientos concluyó sujetando aún más a su hermoso pajarito ya que tenía miedo que ella quisiera salir volando.
Es bueno eso mis niños, soy muy feliz si ustedes lo son dijo el hombre mayor sorprendiendo en gran manera a la niña que gimoteaba en los brazos de su novio.
¿De verdad papá? ¿No estás enojado? ¿No soy una decepción para ti? ella dejó salir todos sus temores juntos, abarrotados uno tras otro.
Basil miraba con profundo dolor a sus hijos. Él los había criado con todo su amor, les había dado todo intentando convertirlos en personas de bien, sin embargo ninguno de los dos confiaba en él para decirle lo que sentían ¿Por qué sus hijos pensaban que él se molestaría?
Nunca me decepcionarías por amar a un hombre íntegro como lo es Emmett dijo acariciando la carita de su hija y limpiando con cuidado sus lagrimitas que insistían con salir.
Son mis hijos y los amos a los dos dijo sentándose en el pequeño espacio que había dejado su hijo mayor.
Emmett, Fiorella, lo que duele es que no hayan confiado en papá, si me hubieran dicho lo que pasaba nada de esto habría pasado suspiró resignado.
Ya no sirve llorar por la leche derramada. Ahora todo se está acomodando y tenemos que continuar con lo que hemos planeado finalizó.
Basil Meyer estaba más que feliz de saber que sus hijos se amaban más allá de la hermandad. Era en realidad un sueño hecho realidad también para él. Sabía que Emmett siempre protegería a su pequeña princesa y que ella sería su ancla a tierra, la que lo conecte con la humanidad que a veces parecía perder.
Sentía que de ahora en adelante todas las cosas se acomodarían. Solo tenían que actuar con calma e inteligencia.