Mi Vida, En Una Flor?

Después de tomar la sangre y las medidas para los brazaletes Adam y yo nos fuimos a mi recámara, ahora era nuestra, de los dos y quería consumar mi matrimonio con el.

-Adam, estás listo?

-Si, he extrañado tu toque como no tienes idea, amo ser uno contigo aunque ahora no lo puedas recordar.

Los besos parecían fuego, no se compraba con los besos sutiles que nos dábamos ocasionalmente. Deslizo lentamente mi vestido hacia abajo sin dejar de besarme.

-Sigues siendo tan hermosa como recuerdo. Amo tu lunar cerca de tu ombligo. -Bajo a darle un beso para después incorporarse y sacarse la camisa.

-Veo que el entrenamiento te hizo bien, estás más tonificado que antes. Puedo tocar?-sus abdominales por alguna extraña razón me atraían más de lo que jamás pensé posible. Tomo mi mano y la coloco sobre ellos.

-Ahora soy tuyo, puedes tocarme cuántas veces quieras y como quieras.- Me tomo de la cintura y empezó a besar mi cuello.

-Haa, Adam, se siente extraño pero de buena manera.

-Te estás excitando, es una reacción normal, no tengas miedo, yo te guiaré mi amor.

Deje que Adam siguiera besando mi cuello mientras mis manos descubrían su pecho bronceado, era fuerte, cálido, pero no intimidante.Bajo despacio hasta el inicio de mi brasier dando besos pequeños mientras lo desabrochaba y dejaba expuesto mi busto.

-No te pongas nerviosa, esto te haga sentir aún mejor que en el cuello, lo prometo.

-Adam, que, aah, se siente, aaah, Adam -La sensación era distinta a todo lo que me hacía feliz o me hacía sentir satisfecha, si esto era hacer el amor entonces quería que este momento jamás se terminará.

-Eso, déjate llevar, libérate. Porque es el comienzo de lo mucho que tú cuerpo puede sentir.- Continuo masajeando y lamiendo mis pezones, mis gemidos seguían saliendo tras cada roce de su lengua o dedos, quería detenerlo pero se sentía muy bien.

-Estas bien? Voy a bajar, si te sientes incómoda dime y paramos.

-Si, estoy bien, solo es nuevo para mí al menos en este mundo, continúa porfavor.- Adam bajo hasta mis piernas y lentamente bajo mis bragas ya húmedas. Me sentó en la cama y las separó mientras hundí su cara en medio de ellas y empezaba a lamer mi centro.

-Adam, Adam, aah, aaah, Adam, me voy a volver loca, aaah, aaah, Adam. -El seguía con su acto, mi cuerpo se sentía más caliente y mis gemidos empezaban a subir de tono, era mucha satisfacción para procesarla pero me gustaba, sujete su cabello e instintivamente hundí su cara aún más en mi centro sintiendo como su le hua empezaba a entrar y salir de mi.

-Sabes aún más delicioso de lo que puedo recordar, quiero quedarme entre tus piernas para siempre. Tu húmedas es como la bebida más deliciosa que he probado jamás. quieres que siga o quieres que te muestre lo que es hacer el amor por completo?

-Adam, yo, no se, me dolerá?

-No tendría porque pero iré despacio, de acuerdo?

-Esta bien. -Adam termino de desnudarse y su miembro era bastante amplio, podía ver las venas saltadas y un líquido transparente saliendo de el.

-Yo te cuido Violet. -Se poso Enmedio de mis piernas y empezó a entrar en mi, no me dolía, se sentía muy bien, cálido, grueso, no quería que lo sacará ahora.