Esperanza es una organizadora de bodas que dejó de creer en el amor y los finales felices cuando siempre por una u otra razón sus romances perfectos acababan abandonandola en el día más importante de su vida, su boda. Sus padres le concretan un matrimonio pero quién sería su esposo escapa dejándola en el altar y en lugar de ser el hazme reír la otra familia pone en lugar de su hijo a su sobrino del cual poco se sabe pero mucho se comenta. Entre ellos habrá una loca historia, un contrato y muchos problemas. ¿Me acompañas a descubrirla?
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Capítulo 14 ACEPTO
...NARRADORA ...
Con un plan en mente Esperanza se fue a la cama donde sin demasiados problemas logró conciliar el sueño. Planeó hablar con sus padres y decirles que aceptaba aquella locura, al menos ésta vez no la dejarían plantada en el altar y su esposo era guapo y joven, podría haber sido alguien mucho mayor.
Se levantó siendo ya un poco tarde y llamó a sus padres para reunirse a almorzar. Una noticia así no la daría por teléfono sino que en persona.
Se dirigió a casa de sus padres para almorzar lista para poner sus condiciones.
Los Salvatore se sorprendieron al recibir a su hija cuando la noche anterior se habría retirado hecha una furia de allí. Lucía serena y fría, no se mostraba enojada ni mucho menos, raro.
Después del almuerzo como si de negocios se tratara la joven comenzó sin titubear una conversación con sus padres quien tomados de la mano se veían asombrados.
-Acepto pero tengo condiciones- ella mostró una pequeña sonrisa y una mirada desafiante que su madre notó
-Escuchamos hija pero queremos saber ¿Por qué has cambiado de opinión?- indagó su madre
-Lo pensé bien y no tengo por qué alarmarme. Se que planean que me case con Mariano Silver pero tal como dije antes tengo condiciones
-¿Cuáles serían esas condiciones?- preguntó su padre con visible interés
-Muy bien, no habrá ningún contacto íntimo conmigo y con eso me refiero a sexual así que si querían que haya letras chicas dónde quieran obligarnos a tener hijos las pueden ir quitando del contrato. El no interferirá en mí vida ni yo en la suya y al momento del divorcio será sin malas declaraciones por parte de ninguno de los dos. Si él tiene novia o aventuras debe ser en completo silencio y alejados del ojo público porque no planeo ser la esposa engañada- se cruzó de brazos y los miró pensativos
-¿Y si el no respeta la cláusula de no tener vida conyugal?- su madre preguntó curiosa, ambos eran jóvenes y en algún momento quizás podrían atraerse
-Tendria que darme una compensación acompañada del divorcio firmado obviamente- respondió Esperanza sin perder la compostura
-Perfecto, si eso es todo pediré al abogado que redacte el acuerdo y haré que lo firme Mariano- dijo su padre
-Yo quiero conocerlo y ver que él de su puño y letra firme el documento- sus padres aceptaron y ella después salió de casa de ellos para ver algunas cosas referidas al trabajo
Seguro piensen que pueden engañarme de alguna manera pero no, eso no volverá a pasar. Si piensan que acabe enamorada de ese mujeriego están equivocados o en que tenga hijos suyos... Un solo pelo que me toque y le saldrá caro- sonrió mientras conducía.
La razón de conocer a su prometido era clara, aclararle sus condiciones y verlo personalmente firmar para quedarse tranquila. No sé arriesgaría a que alguien firmara por Mariano y luego ella esté atrapado en un matrimonio con alguien exigiendo que le cumpla como una verdadera esposa. No era ninguna tonta y en negocios no se puede confiar en nadie.
(...)
Días después la reunión de los Salvatore junto a los Silver fue concretada y Mariano se portó como todo un caballero en aquel restaurant elegido para conversar.
No hablarían detalles sino que leerian el documento que sería firmado por Mariano y Esperanza antes de firmar como todo acuerdo de negocios entre compañías. Nadie sospecharía de una reunión así.
Esperanza mostrando una cálida mirada solo por apariencia ante los demás con disimulo le pidió al joven unas palabras en privado a lo que él con curiosidad aceptó.
La mujer físicamente no estaba nada mal, seguro sería una tentación tenerla a su lado y más con esa simpatía y carisma dónde parecía inocente, eso creía el joven. Al caminar aquella máscara de calidez cayó mostrando sus verdaderos colores.
Ella le dijo todo lo que pensaba con su fría voz desprovista de emociones así como su rostro, el cual mostraba alguna sonrisa de vez en cuando si alguien los miraba para no levantar sospechas.
-Si te atreves a ponerme las manos encima te saldrá caro, necesitarás un préstamo para pagar si llegas más lejos- advirtió mirándolo fijamente
-¿Y si eres tu quién quiere ir más allá?- Mariano se recompuso de la sorpresa buscando incomodarla pero ella ni se inmutó
-Eso no sucederá jamás. Ten tus aventuras sin que nadie lo note y todos contentos- él aceptó sin dudar demasiado
