El Alfa y la Rechazada por Él

Sara narrando

Adentré al bosque transformada en mi loba sintiéndome tan fuerte, como si hubiera liberado mi poder oculto, corro tan rápido que no quiero detenerme, llego a una hermosa cascada y allí me detengo a admirarla.

Derik narrando

Llegamos a los alrededores de la casa de la madre de Sara, decidí dividir a mis hombres, enviando uno en cada dirección, rodeando el lugar, esta vez no se escapará.

Lo localizamos y entramos en la pelea, hasta inmovilizarlo, Jorge lo sostuvo y yo empecé a interrogarlo.

Derik: ¡¿Qué haces aquí?!, gritando y forzándolo a hablar.

No respondía, así que Jorge apretaba más su cuello.

Derik: ¡Vamos, habla ahora desgraciado!

Lobo: Yo... yo... hablaré, no me lastimen, tengo familia, señor.

Derik narrando

Comienza a temblar de tanto golpear y habla.

Lobo: Señor, solo buscamos a la chica que vive en esta casa, venimos ordenados por el Supremo Alfa, la hemos buscado por años y solo ahora descubrimos su paradero.

Jorge narrando

Cuando mencionó a la chica de esta casa, de inmediato pensé, ¡no puede ser Sara! Mi corazón se acelera, Luki quiere a Sara, exclamo gritando.

Derik: ¡Nunca!

Todos me miran con miedo y me doy cuenta de que hablé sin querer, entonces pienso en Sara y la loba blanca, cómo no lo pensé antes, ella nunca se transformó, aquel día los lobos no nos perseguían a nosotros, sino a ella. Miro a Jorge que ya imaginaba lo que pienso, y pone una cara de pocos amigos.

Derik: ¿Qué sucede, Jorge?

Jorge: Mi Alfa, perdóname, y baja la cabeza.

Derik: ¡Habla Jorge?!, exijo gritando y dando la orden de hablar.

Jorge: Señor, mi hermana fue a su casa y le dijo a Sara que usted ya tiene su Luna, entonces Sara me llamó para preguntar si era verdad, como no puedo mentirle, confirmé, me arrodillo pidiendo perdón.

Derik narrando

Deseaba morder el cuello de mi Beta y su hermana, cómo los odié, ahora me doy cuenta de que fue esa desgraciada la que hizo algo para que Sara cayera en manos de Rodolfo. No puedo perder el control, no sé qué planea el Supremo, necesito todo el apoyo, sé que Jorge ama a Sara, puedo sentirlo y eso me llena de más ira. Bueno, al menos sé que está a salvo, cuando llegue intentaré explicarme y pedir perdón por haber pensado en otra, aunque sea ella misma. Miro al Lobo y pregunto.

Derik: ¿Dónde está tu Supremo ahora?

Lobo: Señor, acaba de comunicarse mentalmente, que ha encontrado lo que buscaba, para que todos nos retiremos, pueden soltarme. El lobo rogaba por su libertad.

Derik narrando

Mi corazón se acelera, miro a Jorge también sorprendido, entonces no tenía otra opción, apreta el cuello del Lobo matándolo rápidamente. No podía dejarlo vivo, sabía demasiado. Ordeno a todos correr hacia mi propiedad, me transformo y voy a gran velocidad, rezando y pidiendo que Sara esté segura en casa.

Sara narrando

Observo el lugar y es tan hermoso, entonces me destransformo, me siento cerca del agua, me quito la gorra, soltando mi hermoso cabello rubio, tomo un poco de agua y lavo mi rostro inflamado de llorar, pienso que si él realmente me quisiera, me habría marcado como suya, y eso no lo hizo, las lágrimas comienzan a caer, no sé a dónde ir ahora, si vuelvo con mi madre, él me encontrará y me obligará a volver, no quiero ser utilizada, sé que ya fui creada con ese propósito cuando me hicieron la reencarnación de Alice, entonces miro a mi alrededor y siento una presencia poderosa, alguien muy potente, ¿quién será?, pienso en Derik y es poderoso pero conozco su fuerza, a este no lo conozco, el miedo recorre mi cuerpo, me levanto y miro hacia una esquina más oscura del bosque y veo que sale de allí un lobo.

Tiene pelaje negro y unos aterradores ojos rojos, me mira como si quisiera devorarme, luego se acerca volviendo a su forma humana, es alto, cabello rubio oscuro, ojos azules, es hermoso pero me infunde miedo.

Luki: Hola Alice, ¡cuánto tiempo!

Sara narrando

Miro alarmada, él cree que soy Alice.

Sara: ¡No soy esa Alice!, digo en voz alta para dejarlo claro.

Luki: Mira, ella es bravía, en efecto no eres Alice, ella nunca se me enfrentaría. Y sonríe acercándose más a mí.

Sara narrando

No sé qué pretende, sé que estoy asustada, no soy tan fuerte como él, necesito pensar en algo, no obtendrá lo que quiere.

Luki: ¿Qué piensas tanto, Alice? No te irás, ahora que te encontré, no tengo intención de perderte nunca más.

Sara narrando

Él agarra mi brazo con fuerza y dice.

Luki: Estás más hermosa, disfrutaré tenerte en mi cama.

Intento soltarme, pero no puedo, así que grito.

Sara: ¡Suéltame! ¡No soy Alice! ¡Mi nombre es Sara! ¡Y además no te quiero!, digo con mucho enojo.

Luki narrando

Me enfurezco mucho, trato de calmarme para no estrangularla, cómo se atreve a rechazarme, yo, el Supremo Alfa, la Alice y ahora ¡Sara! Aprieto fuerte su brazo y la hago caer al suelo, me tiro sobre ella y beso su cuello, siento un deseo enorme por ella, aunque tengo que esperar a la luna para transformarme en el Supremo Alfa con su poder, tendrá que entregarse, queriendo o no, le doy un golpe en su punto del cuello solo para hacerla desmayar, la tomo en brazos y la llevo conmigo.

Derik narrando

Llego rápido a casa, pregunto a los guardias y me dicen que ella no ha salido, entonces entro con mis hombres registrando toda la casa, pero nada, no la encuentro en ningún lugar, veo a Jurema y pregunto.

Derik: Jurema, ¿ha visto a Sara?

Jurema: No señor, hace tiempo que no baja, ni ha almorzado después de que esa amiga vino, no la he visto más.

Derik: ¡Mierda!, digo en alto sin pensar, estaba tan furioso, no podía haber salido y solo de imaginarla en manos del supremo, si él la toca, juro que mato a todos.

Voy a encontrarme con los betas para comenzar la búsqueda, Jorge entra y dice.

Jorge: Mi alfa, los guardias dicen que un beta temprano salió de aquí y según la información solo puede ser ella.

Derik: ¿Cómo esos guardias permitieron que eso sucediera? ¡Están despedidos!, grito lanzando un jarrón al suelo, estaba tan enfurecido que podría matar a cualquiera.

Reúno a todos y les digo que registren todo, entramos en el bosque y no salgamos de allí sin Sara, formamos grupos y nos adentramos, sigo su olor que todavía perdura hasta una hermosa cascada, y allí mi corazón se desespera, mi gorra en el suelo, la recojo y huelo su aroma, y huelo el de un lobo poderoso, lo que temía sucedió. El supremo la tomó, nada más importa, solo ella, mi lobo aúlla para avisar que ella ya no se encuentra allí, el supremo la secuestró.