MÁS OSCURO QUE LA NOCHE

ANDRÉ

Todo iba bien Ximena regresaría a sus estudios pero en el internado de la ciudad, así podríamos vernos los fines de semana.

Las semanas pasaron pronto las vacaciones de sembrina terminaron ella regreso a clases, mientras yo me realice las análisis necesario, en ellos se confirma que mis extremidades comenzaban a tener sensibilidad, ya no era necesaria otra cirugía, pero ahora tendría que echarle más ganas las terapias eran muy dolorosas puse todas mis energías en realizarlas, el dolor era muy intenso pero creo que era bueno.

Las semanas y meses pasaban Ximena siempre dormía conmigo los fines de semana los besos y las caricias no podían faltar, se que ella quería más y eso me llenaba de frustración, y mi recuperación era muy lenta todavía no podía mover mis pies y mucho menos lo otro, apenas me ponía de pie por algunos segundos. Ya había pasado un año y Ximena tendría que ir a la universidad, tendría que prepararse para tomar las riendas de los negocios, estudiaría en Londres ya que sería menos tiempo solo 3 años, después de eso el otro año lo dedicaría aprender todo lo relacionado con las empresas, trabajando en ellas hasta cumplir los 21 años tomaría posición de ellos, todo lo tenía planeado para que yo estuviera con ella.

XIMENA

Era el último fin de semana que estaríamos en la hacienda André tenía todo preparado para el viaje, se que el se quedara conmigo unas semanas y algunas temporadas se regresará, ya era noche nos acomodamos para dormir el empezó a besarme, sus manos recorrían mi cuerpo, el calor se hizo presenté en el mio, se podía ver la luz de la luna esa noche a traves de la ventana, sus dedos rozaron mi clítoris a través de esa delgada tela de mis pantis, me estremecí hasta dejarlas inundadas, el las hizo a un lado rosando sus yemas de los dedos con mi piel, sus movimientos eran circulares cada vez se hacían más intensos tanto así que mi cuerpo empezó a temblar sus besos en mi cuello me erisaban la piel lis gemidos se hicieron presentes hasta deje escapar un gritó, el placer se hizo presenté se podría decir que inunde la cama con mi orgasmo, mis jugos se desbordaron nunca había tenido está sensación apesar de las tantas veces que me masturbe esto era totalmente diferente simplemente era lo mejor que me había pasado . No sé que pasó pero el tomo su silla y me dejó sola esa noche no pude dormir, quería bajar pero era mejor darle su espacio.

A la mañana siguiente me levanté y al no verlo fui a búscalo el se encontraba en el despacho se notaba que había tomado, empezó a gritarme y maldecir yo no tenía ni la menor idea de lo que había pasado, el me estaba corriendo de su vida sus palabras me herían hasta matar, mis lágrimas no salían, me quedé callada dejando que escupiera todo ese veneno, ahí me di cuenta que era más fuerte su desesperación que mi amor, tome mis maletas y me fui.