Una tarde como cualquiera, Andi escuchó el grito de una niña que le decía "papá" a su esposo. En ese momento, ella sintió que el amor era egoísta y cruel. Pero nadie sabia que ese encuentro cambiaría sus destinos.
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Maldito
Andi se puso sus zapatillas y salió a caminar al parque al que solía ir con Dennis todas las mañanas. Desde que él se fue, no había vuelto a salir. Sabía que al regresar de esa caminata, su vida no sería la misma: el día de la boda había llegado, y un vestido blanco aguardaba en su habitación a su regreso.
Lara estaba muy contenta con la noticia; no entendía del sacrificio que Andi estaba haciendo para protegerla. Solo entendía que su nuevo padre, Kevin, se sentía atraído por la mujer que la cuidaba y que había buscado la mejor forma para protegerlas, como él se los había prometido.
—¡Estás muy hermosa Andi!— dijo Lara al entrar al cuarto de Andi.
—Vos estás más hermosa, mi amor— respondió Andi abrazando a la niña.
—Kevin es un hombre muy lindo ¿verdad?
—Si mi amor, es muy lindo.
—Cuando sea grande, quiero casarme con alguien como Kevin.
—Eres muy pequeña para pensar en eso.
—¿Como conociste a mi papá?
—En el trabajo. Yo estaba peleando con una compañera y él nos separó.
—¿Te defendió, o defendió a la otra mujer?
—Esa historia te contaré otro día, ahora vamos que llegaremos un poco tarde al registro.
Andi y la niña subieron al auto que Kevin había mandado para buscarlas. Cuando llegaron al lugar indicado, no era registro, era una hermosa quinta adornada con flores en todos los rincones. Nicolás, su amigo, le esperaba en la entrada. Andi estaba enamorada del lugar, pero no de la circunstancia.
—¡Estás muy hermosa, Andi!— le dijo Nicolás cuando la recibió.
—El vestido no lo elegí yo, como cuando me casé con Dennis.
—Lamento mucho por todo lo que estas pasando. Sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras.
—Gracias, Nicolás. Sigo pensando que todo esto es una pesadilla y que voy a despertar.
—Andi, estoy seguro de que eres más fuerte de lo que piensas, sé que tu dolor ahora es tu compañera, pero también me tienes a mí.
—Vamos, que quiero terminar con esto de una vez por todas.
El cielo de Kevin se tranformo en un paraíso al verla; su corazón le hablaba de amor, pero su mente le peleaba. Veía los ojos tristes de Andi, y esto entristecia su momento.
Kevin le ofreció su brazo y ella, con una sonrisa de disimulo la tomó. No había mucha gente, solo los amigos más íntimos de Kevin. Quería hacer una boda muy bulliciosa, pero sabía que su madre y familia no estarían de acuerdo, por eso prefirió hacer algo íntimo.
Kevin y Andi se pararon frente al Funcionario del registro civil para hacer sus votos. Andi ya había dado el sí con mucho lamento en su corazón. Kevin estaba por dar el sí también cuando una mujer de cabellos risos y dorados, con una figura de modelo, gritó, "¡No te cases, Kevin!"
Kevin volteó para ver a la mujer que había interrumpido su momento. La mujer a quien amaba y que no había podido sacar de su corazón estaba frente a él. Muchas veces había caminado agarrado de la mano con ella, se habían hecho promesas y habían planeado formar una familia. Kevin soltó la mano de Andi y fue donde ella.
—¿Dónde has estado todo este tiempo, mi amor?— preguntó Kevin a la mujer con lágrimas en los ojos.
— Perdome, amor.
—¿No te das cuenta de lo que has hecho?
—No quería irme así, pero no podía con las exigencias de tu madre.
—Podíamos haberlo hablado, pero decidiste irte y escapar.
—Kevin, vine a llevarme a la niña.
—¿Qué estupidez estás diciendo?
—Esa niña es nuestra hija.
Un hombre sujeto a la niña y la arrastro hacia una camioneta.
—¡Andi!...—la niña gritaba.
—¡Lara!...— Andi corrió hacia ella, pero un hombre la detuvo.
—¡Andi! No quiero irme— gritaba muy fuerte la niña pataleando al hombre que la sujetaba.
—¡Suéltame hijo de puta!— Andi mordió la mano del hombre para ir tras de Lara, pero no pudo alcanzarla; el auto ya había arrancado.
Kevin había quedado en shock, no entendía lo que estaba pasando. Su mente estaba bloqueada, no escuchaba lo que estaba sucediendo. Andi muy enojada, fue hacia él y le dio una cachetada en el rostro.
—¡Maldito! ¿Por qué dejaste que se la llevarán? — gritó ella.
Andi estaba a punto de golpearlo de nuevo al no recibir ninguna respuesta, pero él agarro sus manos.
—No vuelvas a golpearme, ¿escuchaste?— dijo él—. Estaba muy claro que no querías casarte conmigo. Durante todos estos días fui amable, pero solo me miras con odio. Lara es mi hija, no te preocupes por ella, estará bien. Puedes seguir con tu duelo que yo me encargaré de Lara.
—¡No seas un puto egoísta Kevin! No puedes dejar que esa mujer se la lleve así.
—¿Por qué tanto te preocupa mi hija?
—Porque es un sol. ¡Vamos a rescatarla por favor!
—No, no iremos.
—¿Kevin, quién esa mujer?
—Es mi novia.
—¡Que!
—Andi, vete a tu casa.
—Necesito a la niña.
—Olvídate de ella.
—¿Cómo me puedes decir eso? Todo esto es un juego para vos, ¿verdad?. Ni pienses que me voy a quedar tranquila.
—¿Vas a pelear contra mí?
—No solo contra vos, pelearé contra todos quienes intenten hacer daño a Lara.
—No puedes llegar y anunciarte como la protectora de una niña que no tiene ningún parentesco con vos.
—Es verdad, no quería casarme con vos y lamento haberte hecho la propuesta, después de todo eres un complemento hijo de puta.
—Puedes decir lo que quieras, tus palabras no me afectan.
—Kevin por favor.
—¡Por favor, que!
—No me alejes de la niña. Es lo único que tengo.
—Ve a casa. Voy a averiguar que es lo que está pasando y te llamo.
Andi no paraba de llorar dio unos pasos para alejarse de Kevin, pero de tanta presión y angustia se desmayó. Kevin la vio desvanecerse por el suelo, pero no fue tras de ella. Nicolás corrió hacia Andi y se la llevó.
Kevin no había logrado casarse con Andi, porque el pasado se chocó contra él.