Keren Lombardi, un hombre apuesto, rico y poderoso, cuya vida cambia drásticamente cuando es abandonado en el altar por su prometida. Traicionado y con el corazón endurecido, Keren jura no volver a creer en el amor. Su único objetivo ahora es satisfacer el último deseo de su abuelo moribundo: encontrar una esposa y asegurar el legado de la familia Lombardi.
NovelToon tiene autorización de melissa de Menez para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 11La Revelación Inminente
El sonido del teléfono sacó a Emma de su concentración. Había estado revisando algunas cuentas de la casa, como solía hacer cada noche cuando su hija ya estaba dormida y todo en casa estaba en calma. Miró la pantalla. Era Keren.
"¿Qué querrá a estas horas?" pensó, mientras contestaba.
—¿Sí? —contestó con un tono cauteloso, sin saber qué esperar.
—Emma, prepárate —dijo la voz firme de Keren al otro lado de la línea—. Mañana tenemos una reunión empresarial importante y tú necesitas estar allí conmigo.
El corazón de Emma dio un vuelco. No estaba acostumbrada a este tipo de situaciones. Apenas había tenido tiempo para adaptarse a la idea de estar comprometida con Keren, y ahora tenía que asistir a una reunión de alto nivel.
—¿Mañana? —preguntó, intentando procesar lo que acababa de oír—. ¿Por qué tengo que estar allí? Yo no soy parte de tu equipo empresarial.
Keren no parecía dispuesto a discutir.
—Eso no importa. Lo que importa es que mañana haré pública nuestra relación. Así que debes estar allí, a mi lado.
El silencio cayó entre ellos. Emma se quedó helada. La idea de hacer pública su relación, algo que hasta ahora había mantenido en privado y en gran parte sin digerir completamente, la aterrorizaba.
—Señor Keren… No sé si estoy lista para esto —murmuró, su voz llena de inseguridad.
—No se trata de si estás lista o no —respondió él sin titubear—. Esto es parte del acuerdo. Sabías que este momento llegaría.
Emma cerró los ojos y apretó los dientes. Por supuesto que lo sabía, pero una cosa era imaginarlo y otra muy distinta estar tan cerca de esa realidad.
—Entiendo que sea difícil, Emma —continuó Keren con un tono más suave—, pero es necesario. Mi abuelo está presionando para que todo el mundo sepa que estoy comprometido, y tú debes cumplir tu parte del trato. Esto es lo que acordamos.
Emma tomó una profunda respiración. Keren tenía razón. Ella había aceptado esta relación bajo ciertas condiciones, aunque eso no hacía que fuera más fácil.
—¿Qué se supone que debo hacer mañana? —preguntó, intentando sonar más segura de lo que realmente se sentía.
—Te pasaré a buscar. Te vestirás apropiadamente para el evento y estarás a mi lado durante la reunión. Solo sigue mi ejemplo. Al final del encuentro, haré el anuncio oficial. — Keren hizo una pausa antes de continuar. No tienes nada de qué preocuparte, solo sé tú misma… Pero asegúrate de no mostrar debilidad. La gente debe verte como mi futura esposa, una mujer fuerte y segura.
Emma se quedó en silencio por un momento, sintiendo cómo el peso de lo que estaba por suceder caía sobre sus hombros.
—De acuerdo —dijo finalmente, sin mucho entusiasmo.
—Perfecto. A las siete en punto te recogeré. No llegues tarde —fue todo lo que Keren dijo antes de colgar.
Emma dejó el teléfono sobre la mesa y se dejó caer en la silla. ¿Cómo iba a enfrentar eso? Su hermana entra y la saca de sus pensamientos.
_ '¿Que haces emma? ¿Qué piensas? Te veo tan preocupada.
—Mañana iré a una reunión y el señor Keren va a dar el anuncio de nuestro compromiso.
—Oh hermana. Lo siento mucho. Sé que no es fácil para ti esta situación. Mejor descansa; mañana es otro día.
Al día siguiente, pasadas las horas, Keren llegó puntualmente a recogerla, tal como lo había dicho. Emma se había vestido con un traje elegante, proporcionado por Keren, que la hacía ver como una mujer sofisticada y refinada, muy diferente de la sencilla trabajadora que solía ser.
El camino hacia el evento estuvo marcado por el silencio. Keren, como siempre, parecía sereno, imperturbable. Emma, por otro lado, luchaba por mantener su compostura.
—Recuerda —dijo Keren mientras se acercaban al lugar—; mantén la calma. Esto es solo una formalidad. Todos estarán más interesados en mí que en ti, pero debes demostrar seguridad.
Emma asintió, aunque por dentro sentía que las palabras de Keren no eran del todo ciertas. Sabía que muchos la observarían, la analizarían, y comenzarían a hacer preguntas. Su corazón latía rápido mientras intentaba prepararse mentalmente para lo que estaba por suceder.
Al llegar al edificio, fueron recibidos por flashes de cámaras y reporteros que querían una palabra de Keren. Él la tomó de la mano, mostrando una imagen de control y dominio, mientras la guiaba a través de la multitud hacia la sala donde se llevaría a cabo la reunión.
Dentro, el ambiente era aún más intimidante. Empresarios, ejecutivos y socios de la empresa estaban reunidos, charlando y discutiendo estrategias. Emma intentaba pasar desapercibida, pero sabía que la atención de todos acabaría sobre ella.
Keren se acercó a uno de sus socios principales y comenzó a charlar, mientras Emma permanecía a su lado, escuchando en silencio. A pesar de todo, ella se daba cuenta de que Keren la estaba introduciendo poco a poco en su mundo.
Cuando llegó el momento, Keren pidió la atención de todos.
—Gracias por estar aquí hoy —comenzó, con su voz resonando en la sala—. Antes de que terminemos esta reunión, tengo un anuncio importante que hacer.
Emma sintió cómo todas las miradas se posaban sobre ellos. El nudo en su estómago se hizo más grande, pero mantuvo la compostura, tal como Keren le había dicho.
—Me complace anunciar que Emma —dijo mientras le tomaba la mano con firmeza— es mi futura esposa. Nos hemos comprometido, y quería que todos ustedes lo supieran personalmente.
La reacción fue inmediata. Algunos aplaudieron, otros intercambiaron miradas curiosas, y algunos susurraron entre ellos. Emma sintió como si todo su cuerpo estuviera bajo una lupa. Pero Keren la sostuvo a su lado, y en ese momento, entendió que no había vuelta atrás.
Cuando todo terminó, mientras se despedían de los invitados, Keren se giró hacia ella y le dijo en voz baja:
—Lo hiciste bien. A partir de ahora, todos saben quién eres y cuál es tu lugar a mi lado.
Emma simplemente asintió, sin saber si sentirse aliviada o más atrapada que nunca.