La Bailarina Y El Mafioso

Cora:

No pude evitar suspirar de satisfacción, nadie me había tocado así en mi vida --- nena sí, sé que te encanta--- dice Alejandro besándome esta vez en la boca.

Quise empujarlo pero él no me dejo hacerlo y por sí fuera poco mi traicionero cuerpo reaccionó ante sus labios. Su boca era exigente sobre la mía.

Dejé escapar un gemido y Alejandro tomó esto como ventaja para profundizar el beso y meter su lengua en mi boca y fue un shock de emociones. Era la segunda vez que me besaba y era magnífico en ello, mi cuerpo reaccionaba a él y una forma de demostrarlo, era el delicioso hormigueo que sentía en cada una de mis articulaciones y que mis piernas se sentían débiles como gelatina.

No me detuve y lo besé también con ansias, mis manos estaban acariciando su cabello sedoso que moría por tocar desde la primera vez que lo vi, como todo él, mis manos bajaron y toque sus brazos, su pecho...

Pero una voz en mi cabeza me advirtió que parara, por qué era verdad que me iba a casar con Alejandro, pero eso no quería decir que lo había perdonado todavía y que lo iba a dejar que hiciera conmigo lo que quisiera, antes del matrimonio. Llámenme anticuada y lo que sea, pero creía en la pureza antes del matrimonio, o bueno por lo menos respetarte antes de que sucediera este acontecimiento tan importante para una mujer. Aparte de que él estaba aquí por lo del vestido y de eso íbamos a hablar, en cambio, nos habíamos distraído del tema en cuestión.

Me alejé de él, aunque fue un poco difícil Alejandro me aferraba con fuerza a su cuerpo, pero logré zafarme de él y poner un poco de distancia entre nosotros.

Él me observo confundido. --- No tienes derecho a besarme --- dije buscando la bata de baño para cubrirme, así no sería una distracción para Alejandro y sé concentraría en la conversación.

Él sonríe arrogante --- por supuesto que sí, serás mi esposa --- Alejandro quiere acercarse pero lo impido

--- Yo no he aceptado, ¿recuerdas?, quieres controlar hasta lo que me pongo--- dije --- Además sí nos casáramos aún no quiero tener ese tipo de familiaridad contigo --- refiriéndome a las caricias, y a lo que venía después, todo estoy era muy nuevo para mí y quería ir despacio

Alejandro frunce su ceño y me observa molesto ---que hay de malo en protegerte, no quiero que nadie más te vea con ese vestido, creí que eso era lo que querías y además en cuanto a lo de querer tocarte, sé que no puedo hacerlo de buenas a primera, pero es que no puedo resistirme--- él me observa con deseo.

Respire profundo este hombre con solo dos días de haberlo conocido me estaba empezando a afectar demasiado, pero tenía que enfocarme. ---No quiero hacerlo por los demás, quiero usar ese vestido por ti...--- dije algo insegura, nunca había expresado tanto mis sentimientos como ahora y menos ante un hombre. Él se me quedo viendo y había un brillo en sus ojos

--- Sabes qué quiero eso también, qué solo te vistas por mí y para mí...--- dice con voz profunda

Continué --- Sí, pero también cuenta mi decisión y quiero que me dejes escoger con libertad, acepte casarme contigo sin conocerte, estoy dándote mi confianza absoluta. Qué vale más que eso, confía en que todo lo que ves ahora --- señale mi cuerpo --- Es para ti, así que aunque que me encanten mucho tus celos, quiero que sepas nuevamente que ese vestido lo luciré solo para ti --- dije todo en tropel quedándome hasta sin aire, pero es que este hombre me ponía nerviosa.

Él respira pesadamente y se me acerca como un halcón a su presa --- está bien te lo concedo --- dice y empieza acercar su boca a la mía, pero lo evado.

--- No me lo has concedido, yo lo quise y tienes que respetar mi libertad--- le dije para que quedara claro.

Alejandro no estaba muy de acuerdo, pero aceptó y volvió a besarme sin permiso. Aunque estuve algo insegura por esto, él me hizo sentir cómoda con sus caricias y deje de resistirme y poco a poco el beso se fue haciendo más y cada vez más candente.

--- ¿Todo bien allí? --- pregunta de improviso Valeria al otro lado de la puerta y me alejé de los cálidos brazos de Alejandro, quien estaba enojado por la interrupción, pero pienso que fue lo mejor, necesitaba ir despacio con esto.

................

Después de la sección de modelaje improvisada fuimos a cenar y ahí pude conocer mejor la casa. Resulta que tenían dos comedores uno para desayunar...

Y otro para las cenas y los almuerzos...

Y los dos eran preciosos, lujosos y hechos del mejor material. Me sorprendí una vez más de todo esto, jamás imaginé que estaría en la casa de un mafioso y no podía quejarme este lugar era fenomenal.

Después me mostraron la cocina, la sala, el garaje en donde había muchos autos y no sabía por qué tanta cantidad. Pero Valeria me dijo que cada uno tenía una función, algo en lo que yo no estuve de acuerdo, un solo auto bastaba, pero quien era yo para decidirlo

Garaje

También tenían un pequeño establo, fue lo más precioso de todo lo que había visto.

Interactúe con los caballos y Alejandro prometió que me enseñaría a montar y me sonroje, eso sería interesante. (Nótese el doble sentido).

Luego me mostraron en donde mantenían a sus canes, que protegían la mansión, aparte de los guardias de posibles enemigos. Pude apreciar a Zeus de cerca y ya no estaba tan rabioso como ayer y eso me tranquilizó.

Descubrí que estos perros a pesar de que se veían peligrosos en realidad no lo eran, por el contrario, eran muy cariñosos. Alejandro y Valeria me los presentaron a todos, así ellos pudieron olfatearme y saber que yo no era una intrusa.

Luego también me llevaron al jardín y al laberinto de arbusto en donde vi a Alejandro torturar a ese hombre la noche pasada. Él me dijo que no utilizaban este lugar para eso, fue solo que como yo estaba en la casa, él no quiso que yo escuchara algo desagradable y por eso hicieron este ajuste de cuentas aquí.

Aunque el jardín era hermoso no estaba segura de poder verlo de la misma forma, pero ya con el pasar del tiempo tendría que acostumbrarme

En fin conocí toda la propiedad de Alejandro y sin contar las cincuenta habitaciones que había para los posibles invitados, las cuales eran todas idénticas, todas con la misma decoración, así que visite solo algunas.

Me mostraron también el retrato familiar que estaba en el despacho y ahí pude apreciar mejor a su familia. En el cuadro pintado a mano estaban los padres de Alejandro, es decir mis suegros.  Miguel Balem era idéntico su hijo y su madre Constanza era como Valeria. Era una mujer muy hermosa.

Después seguía el retrato de Alejandro de pequeño el cual era muy adorable, y Valeria. Sonreí al verlos era una familia preciosa, muy distinta a lo que yo tuve, pensé con amargura.

Después de terminado el recorrido cenamos y cada quien se fue a descansar. Solo qué Alejandro me siguió de cerca y me puse un tanto nerviosa por esto, no sabría que venía después o como comportarme

Una vez en la habitación. --- ¿Quieres ducharte? --- pregunta Alejandro empezando a desbordarse la camisa.

Aparte la mirada --- ¿que haces? --- pregunté a la defensiva y algo enojada. La verdad era que quería verlo desnudo

--- Cambiarme --- dice obvio

Volví mi mirada hacia él, evitando su escultural cuerpo, pero ¡madre mía! no pude evitarlo y ese cuerpo debería ser ilegal. Alejandro sé fue quitando el cinturón y tragué fuerte.

--- ¿Ves algo que te guste princesa?--- dice con voz ronca.

Sacudí mi cabeza enfocándome y lo observé a los ojos. Aunque no sirvió de mucho, sus ojos azules era tan electrizantes como su cuerpo y no pude evitar sonrojarme de nuevo. Aun así trate de decir con calma --- Creí que dormiríamos en habitaciones separadas ---

--- Eso es lo que tú quieres yo no --- dijo yendo a una puerta oculta que no había visto antes, fui en su dirección y me quedé con la boca abierta cuando vi semejante clóset. Este seguro era el sueño de toda mujer.

Y no solo estaba la ropa que yo y Valeria compramos, sino también su ropa. Eso quería decir que se iba a quedar conmigo, sin importar que aún no nos hubiéramos casado. Genial ahora tendría que tratar de resistirlo.