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Tuve Un Hijo Con Un Villano

Tuve Un Hijo Con Un Villano

Status: Terminada
Genre:Romance / Posesivo / Arrogante / Época / Embarazo no planeado / Villana / Completas
Popularitas:505.1k
Nilai: 5
nombre de autor: AMZ

Tras una noche en la que Elisabeth se dejó llevar por la pasión de un momento, rindiendose ante la calidez que ahogaba su soledad, nunca imaginó las consecuencia de ello. Tiempo después de que aquel despiadado hombre la hubiera abrazado con tanta pasión para luego irse, Elisabeth se enteró que estaba embarazada.
Pero Elisabeth no se puso mal por ello, al contrario sintió que al fin no estaría completamente sola, y aunque fuera difícil haría lo mejor para criar a su hijo de la mejor manera.
¡No intentes negar que no es mi hijo porque ese niño luce exactamente igual a mi! Ustedes vendrán conmigo, quieras o no Elisabeth.
Elisabeth estaba perpleja, no tenía idea que él hombre con el que se había involucrado era aquel que llamaban "el loco villano de Prusia y Babaria".

NovelToon tiene autorización de AMZ para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 12

La primavera comenzaba a teñir de verde los bosques alrededor de la cabaña cuando Elisabeth, por fin, creyó haber dejado atrás los recuerdos de aquel hombre de mirada glacial. Casi dos meses habían pasado desde la partida de Dietrich.

Esa mañana, mientras trabajaba en la cocina separando hierbas medicinales, un repentino mareo la hizo tambalear. El mundo giró violentamente a su alrededor, obligándola a soltar las plantas que sostenía y a agarrarse con ambas manos del borde de la mesa.

—Está bien... estoy bien —murmuró, para Falko, quien se apresuró a frotarse contra sus piernas con inquietud.

Pero no estaba bien.

Los días siguientes trajeron consigo una escalada de síntomas inexplicables: mareos que la dejaban sin aliento, náuseas matutinas que le retorcían el estómago, y finalmente, una mañana en la que no pudo contener las arcadas. Se desplomó en una silla, las manos temblorosas en las sienes, tratando de descifrar qué le ocurría.

—No puede ser la comida —reflexionó en voz alta—. No he cambiado mi dieta... El agua del pozo es cristalina... parece estar bien.

Fue entonces cuando el pensamiento la golpeó con la fuerza de un mazazo.

Contuvo la respiración mientras hacía cálculos mentales. —La segunda luna de primavera... y mi regla no ha llegado. Tampoco la anterior...

Un escalofrío le recorrió la espalda.

—¿Eso es... posible? —susurró, pero incluso mientras lo preguntaba, sabía la respuesta.

La memoria de aquella noche con Dietrich se impuso con crudeza: sus manos febriles, los gemidos entrecortados, las veces que él la había poseído sin precaución alguna. Recordó con un rubor que entonces mezclaba vergüenza y terror.

—Embarazada... —la palabra sonó extraña en sus labios, como si al pronunciarla la hiciera más real.

Su mano descendió hasta el vientre aún plano, los dedos temblando sobre el tejido de su vestido. Las lágrimas acudieron sin permiso—unas de alegría, otras de miedo, todas de absoluta confusión.

—¿Un hijo? —repitió, sintiendo cómo el corazón le latía con fuerza—. ¿Yo... con un niño?

Falko, perceptivo como siempre, apoyó su cabeza sobre su regazo, sus ojos dorados fijos en ese lugar donde ahora latía una nueva vida. Elisabeth lo miró, permitiéndose una sonrisa temblorosa.

—Tú lo sabes, ¿verdad? —acarició las orejas del lobo—. Que tendrás un hermanito... o una hermanita.

El animal lamió su mano en respuesta, y por un instante, entre el caos de emociones, Elisabeth sintió una paz inexplicable.

Pero la realidad pronto regresó: estaba sola, en una cabaña perdida en el bosque, llevando en sus entrañas al hijo de un hombre que probablemente jamás volvería a ver. Criar a un niño sola era un desafío y su futuro sin dudas era incierto, y eso le aterraba.

Y sin embargo, se sintió feliz, abrumada pero invadida por ese cálido sentimiento que la hacía estar completamente segura de que amaría por completo a esa criatura.

Sus dedos se aferraron con suavidad a su vientre, protegiendo el secreto que crecía dentro de ella.

La luna alta iluminaba el estudio del Markgraf, donde Dietrich trabajaba febrilmente sobre mapas y documentos. Las velas se consumían hasta los candeleros, testigos mudos de sus noches en vela. Frank, observaba desde la puerta con preocupación creciente.

—Mi señor, lleva tres días sin dormir —insistió, llevando una bandeja con comida intacta del desayuno—. El Kaiser mismo no trabaja tanto.

Dietrich ni siquiera alzó la vista.

—El Kaiser no tiene lobos husmeando en sus fronteras. Llévate eso.

Frank no se movió. Había servido a los Adlerstein desde niño, y conocía la terquedad de su señor. Pero también veía las sombras bajo sus ojos, la tensión en sus hombros. Así que tomó una decisión.

Media noche. Un golpe en la puerta.

—¿Frank? Pasa —gruñó Dietrich, concentrado en un informe de espionaje.

El aroma a jazmín lo alertó primero. Luego, el roce de seda contra el suelo de mármol. Antes de que pudiera reaccionar, una mujer de cabello azabache y escote escandaloso se deslizó sobre sus piernas, rodeándole el cuello con brazos perfumados.

—El Markgraf trabaja demasiado —susurró, deslizando una mano por su pecho—. Permítame... aliviar su tensión.

Dietrich se paralizó.

En otro tiempo, habría volcado a esa mujer sobre el escritorio y la hubiera tomado ahí mismo sin pensarlo. Pero ahora, el contacto le provocó una repulsión instantánea.

— ¿Acaso quieres morir? No te atrevas a tocarme sin mi permiso —dijo con una calma que heló la sangre.

La cortesana retrocedió como si la hubiera quemado.

—Perdon, mi señor. Pensé que...

—Lárgate. Y dile a Frank que no vuelva a tomar iniciativas que no le competen.

Cuando la puerta se cerró, Dietrich se reclinó en el sillón, cerrando los ojos. Solo una imagen venía a su mente, Elisabeth, con su cabello dorado desordenado y esos ojos verdes que lo miraban con desafío.

—¿Qué has estado haciendo? —pensó, mordiendo el interior de su mejilla—. ¿Me maldecirás? ¿Soñarás conmigo?

Una sonrisa involuntaria asomó en sus labios al imaginarla regañándolo por su arrogancia.

—Sí... esa sería tu reacción—murmuró, volviendo a los papeles con renovada determinación.

Mientras tanto, en el Ducado von Bruben...

Los gritos de la cortesana resonaban en los calabozos mientras Amelia ajustaba sus guantes de cuero, manchados de sangre fresca.

—¡Dime la verdad! —exigió, dando un latigazo más—. ¿Realmente no te tocó?

—¡J-juro que no, Alteza! —lloriqueó la mujer, con los brazos marcados por los azotes—. Ni siquiera me miró...

Amelia hizo una señal a las doncellas.

—Llevenla a la celda.

Cuando se quedó sola, se limpió las manos con un paño de seda, pensativa. Todas las mujeres que habían compartido el lecho de Dietrich terminaban así: interrogadas, torturadas y encerradas. Y todas coincidían, el Markgraf no besaba, no acariciaba, no repetía compañía.

—No las desea—concluyó Amelia, mirando su propio reflejo en un espejo de plata—.

—Pero tampoco me desea a mí.

Sin embargo, esta vez había algo distinto. Dietrich había rechazado incluso el contacto.

—Está cambiando —pensó, con una mezcla de triunfo y desconfianza—. Quizá por fin acepta su destino.

Lo que Amelia no sabía era que, a kilómetros de distancia, el verdadero objeto del deseo de Dietrich acariciaba su vientre en una cabaña solitaria, sintiendo latir bajo sus palmas al hijo que ninguno de los dos esperaba.

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Cruz Mejia
Elizabeth lo pensó mucho para admitir sus sentimientos por Dietrich, no se lo ha dicho, pero una esperanza si le dio, lo repito es un bruto pero adorable 😍😍 el tiene muchos defectos pero mentiroso e hipócrita no es 🥰😍🥰
Eleonor Baker
Que hermosa escena, tan íntima, familiar... De verdad hasta siento que nos dejas entrar a ese hogar, y ahí estamos mirando la interacción, entre ellos tan cercanos, tan reales, uuuuf tan bonita, 🫂 gracias
Cruz Mejia
No jodas Elizabeth cómo qué acepto pero podemos tener amantes /Right Bah!//Left Bah!/
Cómo si no fuera suficiente con los psicópatas de Amelia y el médico ( a saber si sigue vivo) 🤬🤬
Cruz Mejia
Es entendible la postura de Elizabeth, tiene que pensar bien las cosas, y si de verdad le dolería mucho qué su hijo sea considerado un bastardo, creo que ahí no hay mucho que pensar, puede hacer un contrato de matrimonio donde ella ponga las cláusulas que crea conveniente, sin dejar a su hijo desprotegido. Él ha demostrado querer al bebé. O quiere una madrastra o darle un padrastro al niño, no creo, entonces debe pasar muy bien la situación /Whimper//Grievance/
Cruz Mejia
Auch eso le rompió el corazón 💔😢😢😭😭
Adriana Eugenia Espinoza Fernandez
muy bello su trabajo autora mis felicitaciones para usted
Adriana Eugenia Espinoza Fernandez
muy bello su trabajo autora mis felicitaciones para usted
LiDi.FrancoR
muy bonita historia 😸 hubo momentos donde eme asusté mucho, pero la mismo tiempo era vainilla para mí corazón romántico
Margarita Reyes
me encantó felicidades éxito en futuros proyectos 💐🌹
muuuy recomendable 100%👏👏👏
Cruz Mejia
Pobre Viktoria 😰 lo que le costó decir la verdad 😢 la princesa desgraciada no le gustó escuchar sus verdades, su prepotencia llegó demasiado lejos 🤬🤬
Margarita Reyes
bravo así se hace Elizabeth ❤️
Margarita Reyes
vamos Elizabeth con todo por ti y tu hijo 😘
Cruz Mejia
Dietrich creo que no nota la cara de bobo, cuando ve a Elizabeth e hijo, ella apenas se da cuenta de ese lado tierno que él tiene por su hijo, más no nota cómo la mira a ella o se hace la desentendida 🙄😏
Elizabeth tiene que subir su autoestima, el estatus no te hace mejor persona, para muestra la tal sanguijuela Amelia que esta más loca que una cabra salvaje 🤬🤬
Eleonor Baker
Y de ahí la mando al acabose...Reina a terapia pero vas volando
Eleonor Baker
Esa manera de hablar, de ambos tsssss! magistral pareja 👏🏼👏🏼👏🏼❤️ otro nivel muy bien autora, amo tus novelas, por los personajes
Cruz Mejia
El Kaiser solo le da atole con el dedo a su sobrina, por qué le conviene que ella esté con Dietrich para tenerlo en sus manos, y la estúpida sobrina se cree que es lo más importante para él tío, sin darse cuenta que es otra pieza en el juego. Su enferma obsesión por él, será su perdición al igual que a su querido tío 🤬🤬
Si antes así Dietrich es una bestia sedienta de sangre del enemigo, ahora con sus dos amores será un monstruo capaz de lo que sea por ellos, no serán su debilidad, serán su mayor fortaleza.
Eleonor Baker
Hijole cuando sea grande quiero contestar así
Cruz Mejia
Dietrich cargando a su hijo, sin duda una imagen que dice más que las palabras, no debería juzgar a un libro por su portada. Claro está cómo se porta con ellos y como se porta con sus enemigos /Right Bah!//Left Bah!/
Eleonor Baker
Esoooo, bieeeen ahí!! 👏🏼👏🏼👏🏼 Ah que manera de ponerla en su lugar
Cruz Mejia
El médico supo darle una puñalada en pleno corazón a Dietrich, en parte tiene razón los dos quieren tener a la fuerza a Elisabeth, pero es más despreciable la forma en que el médico lo quería hacer. Dietrich en cambio no sabe demostrar con palabras lo que siente por ella, no sabe como llegar a su corazón, es un bruto sí, pero porque así lo hicieron, a eso lo obligaron para poder sobrevivir a ese mundo de odio y traiciones, de imposiciones para someterlo, no conoce otro modo 🤦🏻‍♂️🤷🏻‍♂️
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