La Reencarnación De La Emperatriz Sanguinaria.

—¿y bien?, ¿son amantes, novios, se piensan casar?— pregunta Sira.

— haces demasiadas preguntas, ¿acaso eres la madre de esa vampiresa?.— responde con fastidio.— y no, no hay nada de planes, simplemente paso.

— ¿y si su semillita quedo plantada?, no pensó en eso, ¿verdad?— Sira era bastante insistente, pero deja salir un suspiro.— así que por eso la vampiresa esta de nuestro lado...

Wolfram se había quedado en silencio tras la primera pregunta, no pensó en esa posibilidad, aunque es muy difícil que entre distintas especies se produzca un embarazo, no quiere decir que sea imposible, en especial siendo él un lycan de linaje puro.

— Sira, tienes en verdad el don de arruinar mi mañana.— responde finalmente.

— un honor majestad.— responde sarcástica.— en fin, ahora entiendo porque la pregunta del otro día, sobre el cambio del aroma, antes le era desagradable y ahora no, ¿cierto?

— estas en lo cierto, no entiendo como paso eso, pero ahora, es difícil no sentirme atraído por ella.— chasquea la lengua.

— majestad, ¿no será que...la vampiresa es su enlace?— pregunta estando ella también sorprendida.

—¿que?, ¿siendo ella de otra especie? Eso es imposible, tal vez solo es su atractivo sexual por ser una vampiresa.— niega.

Aunque si es como Sira como dice, significa que esa mujer es aquella destinada a gobernar a su lado. Niega, no puede ser eso posible, hasta el momento no ha escuchado que un lycan encuentre su enlace siendo de otra especie.

— piénselo, dice que su aroma antes era desagradable, pero ahora le gusta, tendría sentido. Pero que suerte la suya.— se encoge de hombros. Aunque se estaba aguantando la risa al ver la expresión confundida de su amigo.

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En el palacio de la capital de Umbra, los informes van llegando, el ataque ha fallado, los lycan parecen siempre tener la ventaja y hasta el momento, no han atacado, últimamente las batallas se han detenido, lo cual inquieta al emperador, porque mientras no haya batalla, su ejército no puede avanzar, si siguen así, las minas que tanto desea no serán para Umbra.

El emperador convoca una reunión con la corte para discutir sobre este tema. Mientras tanto, durante esos días, Lethia se ha estado viendo con Axel, buscando ganarse el amor de Axel. Si ella lo logra, la influencia de la familia Dagger será suya y podría competir por el trono. Axel por su parte, sabe que Lethia no tiene la influencia suficiente para llegar al trono, pero, si la usa correctamente, podrá deshacerse de Victoria y entonces Lethia sería su carta de triunfo, siendo ella tan tonta y que al parecer esta enamorada de él, no será difícil tenerla a su merced. Así que durante el tiempo que han estado juntos, ha fingido ser tan comprensivo con Lethia cuando se queja de Victoria, haciendo obvió que Lethia siente envidia de su hermana menor.

— escuche que mi padre ya quiere hacer público el compromiso con mi hermana.— menciona con cierta molestia.

— si, mi padre habló de eso. Su majestad el emperador piensa nombrar a la princesa Victoria como su heredera.— responde Axel con obvia intención.

Puede ver claramente como Lethia aprieta las manos en su vestido y su cuerpo parece temblar de ira. Axel sonríe levemente y sostiene las manos de Lethia.

— quien merece ser emperatriz es usted, no ella, quien solo fue recogida por sus majestades.— susurra con malicia.

Lethia levanta la mirada al escuchar a Axel, él parecía ser el único que la comprendía.— pero mi padre le da preferencia, más que a mí, que soy su hija de sangre.— se queja.

— entonces demostremos que ella no merece el trono, yo le brindaré mi apoyo y le daré el lugar que merece.— asegura. Axel acaricia el rostro de Lethia.

— ¿como?, mi padre ya piensa nombrarla heredera, usted se casará con ella y será emperador, ¿que más podría yo hacer?— se queja.

— yo le prometo que le daré el puesto de emperatriz, usted, solo encarguese de eliminar a la princesa Victoria.— propone.

Axel le comenta que él se casará con Victoria, entonces, cuando sea nombrado emperador, acusaran a Victoria de traición, Lethia se encargará de ayudarlo a fabricar pruebas falsas, entonces Victoria será ejecutada, incluso pueden asesinar al emperador y culpar a Victoria, así, cuando solo él quede en el trono, nombrara a Lethia como su emperatriz. Lethia no se veía tan convencida, aunque era un buen plan, Axel podría no cumplir su parte.

— le prometo que le daré el lugar que merece, no quiero nadie más que no sea usted como mi emperatriz.— promete con firmeza.

Para ganarse más la confianza de la princesa, la sujeta del rostro y se inclina para unir sus labios en un beso, Lethia se sobresalta ante esto.

— no lo había dicho, pero la mujer que he amado desde la infancia, es usted, princesa Lethia.— susurra.

Lethia se sonroja y cierra los ojos para continuar con el beso, abrazando a Axel, quien celebra internamente al tener en sus manos a esa boba y desesperada princesa. Nunca creyó que sería tan fácil para él obtener el trono.

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Días después, llego al campamento una carta del emperador, en el cual le pide a Victoria volver a la capital, pues tiene algo importante que decirle. Por supuesto, Victoria sabe de que trata, el emperador quiere hacer oficial el compromiso con Axel y claro, Axel empezará a seducirla para que ella no se niegue. Victoria sonríe ladina, pues ella no es la ingenua Victoria.

— dígale a mi padre que regresaré lo más pronto posible.— responde Victoria.

El mensajero y su escolta se retiran, aunque primero descansarán esa noche para poder irse en la mañana. Mientras tanto Victoria aprovecha para salir al bosque, debe avisarle al lycan que ella se irá a la capital y que debido a eso, las tropas no podrán moverse, pero le dará la ubicación de cada campamento, así como sus puntos débiles. Aunque tarda un poco en llegar, tan pronto esta cerca del campamento Lycan, Wolfram se presenta ante ella.

Victoria lo observa fijamente, sin duda ese hombre era todo un deleite irresistible. Wolfram da unos pasos hacía ella y Victoria le entrega un sobre bastante grueso.

— volveré a la capital, el emperador ha mandado por mí.— le informa.— al parecer quiere que yo me casé.

Victoria escucha un gruñido salir de los labios de Wolfram y puede ver que esta mostrando sus caninos así como sus garras.

— tranquilo, no pienso hacerlo, pero mientras solucionó ese detalle, en ese sobre esta la ventaja perfecta para que tomes la frontera.— señala el sobre.

—¿como se que no mientes?, hace un par de noches estuviste conmigo y ahora me dices que te podrías casar...— chasquea la lengua.

— entonces si no quieres que eso pase, confía en mi y toma las fronteras, he trazado un plan, úsalo.— responde con tranquilidad.

Wolfram observa el sobre en sus manos y al abrirlo, puede ver mapas y rutas hacía los campamentos de Umbra, también la cantidad de soldados y distintas formas de atacarlos para obtener ventaja contra ellos.

— así que quieres que gane la guerra por ti, muy astuta. Debí saber que solo me usarías para tus planes.— Wolfram estaba molesto, la idea de que Victoria se case con otro hombre no era nada agradable.

Victoria se acerca posando sus manos en el pecho del lobo, las desliza hasta detenerse en sus hombros.

— no pienso casarme, es solo una excusa para deshacerme de los estorbos.— le asegura.

Wolfram se queda en silencio, esta tratando de confiar en Victoria, pero, saber que el emperador la esta presionando para casarse, le causa molestia. Victoria al ver la duda en Wolfram, le abraza por el cuello para hacerle inclinarse un poco.

— un humano no es digno de mí, y le enseñaré al emperador, que él no decide con quien me casaré, eso, solo lo decido yo.— Victoria le mira fijamente a los ojos.

Wolfram la sujeta de la cintura para atraerla hacía él y atrapar sus labios en un fogoso beso, el cual Victoria corresponde.

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