El Despertar De La Reina Elfa

Así mismo Rosa, no es fácil pero debo aprender a saber que hacer, si en el futuro yo seré la Reina.

- Tiene razón señorita, pero se que será un. Reina increíble.

- Gracias Rosa.

Me dirigí a casa, por fin tenía un día libre luego de un largo mes de trabajo, al llegar me encontré con Eldric, Kael y Ariandel. Aunque intente pasar como si nada, Eldric me vio.

- Princesa, lamento mucho su perdida, no pude venir antes, pero quiero que sepa que estoy aquí para usted.

Dijo Eldric mientas me dejaba un beso en el dorso de la mano.

- Gracias.

Solo dije eso, quería terminar con esa charla rápido.

- Me preguntaba si desea salir a dar un paseo o algo.

- No gracias, con permiso.

pase de largo para entrar a la casa, pero alguien me  tomó de la mano.

-Princesa, se que sufre por la muerte de su madre, pero ese no es motivo para ser maleducada con sus invitados.

- Yo no lo invite, por favor suelteme.

Eldric se notaba molesto, aunque intentaba zafarme sentía como cada vez apretaba más fuerte.

- Su-suélteme, me está latismando.

Dije con lágrimas en los ojos, aunque me haga la fuerte aún me duele la muerte de mamá.

- Hermano, la Señorita Ariandel te está buscando.

Eldric me suelta y se da la vuelta para ir por Ariandel, de un momento a otro no pude mantener de pie.

- Alteza, se encuentra bien.

Karl había corrido hacia mi, y me ayudó a levantarme.

- Kael, ¿me podrías ayudar?

Kael se sonroja, pero asiente.

- Podrías acompañarme a ver a mamá.

Dije mientras lágrimas corrían por mis mejillas.

-Por supuesto, Alteza.

Kael me termino de levantar y me siguió en silencio hasta una parte un poco alejada del palacio. Antes de llegar me limpie la cara, al estar frente la lápida de mamá me sente a un lado y le pedí a Kael que se sentará junto a mi.

- Princesa, creo que es mejor que me retiré, es un momento íntimo.

- No pasa nada, por favor no me dejes sola.

Karl soltó un largo suspiro dandose por vencido, y se sentó a mi lado.

- Hola mamá, ten, te traje algo delicioso, ¿como va todo?, yo estoy bien, ahora soy yo quien se encarga de tu trabajo, no es para nada fácil, pero eso está bien, podré valerme por mi sola más adelante.

Luego de un largo silencio, me metí una cucharada de pastel a la boca.

-  capaz te preguntas quien es él, él es el Príncipe Kael, seguramente ya lo conoces, por casualidad me lo encontré cuando venia, y le pedí que me acompañará.

Kael la veía, se veía tan triste y con la mirada tan vacía, pero aún así se vía preciosa, la quería abrazar y decirle que todo estaba bien, pero tenía miedo de alejarla. Al escuchar como lo presentaba, contesto

- Buenas tardes Alteza, Soy el Primer Príncipe, Kael Thalion , nos conocimos hace un par de años, en el reino humano, no se preocupe, la princesa Elaria está bien, y esta haciendo un gran trabajo, es una chica fuerte, así que no debe preocuparse.

Elaria lo veía fijamente, sentía como sus mejillas calentaban, y su corazón palpita rápido, No, no puedo, se dijo para si misma.

- Gracias Príncipe.

Dije nerviosa.

- Debemos irnos mamá, pero prometo volver a visitarte, te extraño, y te amo mucho.

Dije mientras lloraba, mi sorpresa fue cuando Kael se me acercó y me abrazo, ya no podía soportarlo más, así que llore en su hombro, y saque todo lo que tenia que sacar.

Con los días debía atender los asuntos sociales así que me tocó asistir a una fiesta de té.

- Alteza, es un honor que haya podido venir a esta humilde fiesta se té.

- Gracias por la invitación Señorita Condul.

Tan pronto se sentó fue rodeada por Señorita que la admiraban, pues en todos lados es bien sabido como ella sola defendió a su madre de los ataques y que ahora es ella quien atiende los asuntos sociales y políticos ayudando al rey.

La tarde paso entre pláticas y preguntas para Elaria, ya tarde todas volvían a sus casas, al volver fue directo a su despacho para terminar con unos deberes más y ya ir a descansar.

- Melissa, pídele a Rogelio que venga un segundo por favor.

- Enseguida Alteza.

Fue cuestión de minutos cuando le tocaron la puerta, permite el ingreso y pide que tome asiento.

- Sir Rogelio, necesito que me ayude en algo, escuche que entre la corte hay un traidor, y usted al ser parte de esta, necesito que me ayude a identificar quien es.

El ministro se sorprendió antes esas acusaciones.

- Está segura de lo que dice Alteza, es una acusación grave.

- Lo estoy, por eso le pido a usted que me ayude a identificarlo cuanto antes.

- Haré lo que me ordene Alteza.

Rogelio se retira, pues la corte real tendrá una reunión, terminé con mi trabajo y me dirigí a descansar, fui un largo día.

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Holaaa, mil disculpas por no poder actualizar, estuve sin Internet desde el miércoles, y recién hoy vinieron los técnicos a reparar, espero poder subir varios capítulos en los próximos días, nuevamente una disculpa.

Cuídense y tomen agüita.