"Sobrellevando la Adolescencia hacia la Adultez: Luchando con uno mismo y con el entorno"
La transición de la adolescencia a la adultez es un viaje tumultuoso lleno de desafíos y descubrimientos. Para muchas personas, este período de cambio está marcado por la lucha interna y externa, donde la autoaceptación y la confrontación con las expectativas sociales son elementos centrales. Para una chica curvy, esta travesía puede estar especialmente marcada por la presión de la imagen corporal y las normas de belleza. En este ensayo, exploraremos cómo sobrellevar la adolescencia hacia la adultez.
Preparados para esta nueva aventura.
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Capitulo 12
Con el tiempo, las sesiones de terapia con los pequeños empezaron a mostrar resultados muy positivos. Los niños, bajo la guía de Lina, habían logrado avances significativos en su desarrollo emocional y psicológico. Su comportamiento se estabilizó, su autoestima mejoró, y sus relaciones con los demás, incluido su padre Diego, se volvieron más saludables. Lina observó estos cambios con una mezcla de satisfacción y nostalgia. Había llegado a un punto en el que sentía que las sesiones ya no eran tan necesarias como antes; los niños estaban mucho más equipados para enfrentar los desafíos emocionales por sí mismos.
Sin embargo, Lina enfrentó un dilema personal. Aunque profesionalmente veía que era el momento de concluir las sesiones de terapia, emocionalmente no podía ignorar el profundo vínculo que había desarrollado con los niños. Había sido testigo de su crecimiento y había compartido muchos momentos significativos con ellos. La idea de alejarse por completo le resultaba difícil, pues su conexión con ellos había trascendido lo meramente profesional.
Lina sabía que era importante mantener la integridad profesional y que su retiro de las sesiones debía ser manejado con cuidado para evitar confusiones o malentendidos. Decidió hablar con Diego, el padre de los niños, para explicarle la situación y expresar su deseo de seguir en contacto con los pequeños, aunque ya no como su psicóloga. Quería que esta transición se hiciera de manera que beneficiara a todos, especialmente a los niños.
En una conversación sincera y abierta, Lina le explicó a Diego que, aunque las sesiones de terapia ya no eran necesarias, su deseo era seguir participando en la vida de los niños de una manera más informal. Le explicó que sentía una conexión genuina con ellos y que le gustaría mantener una relación en la que pudiera continuar viendo a los pequeños, siempre bajo la supervisión de Diego para asegurar que todo permaneciera en el contexto apropiado.
Diego escuchó atentamente y, aunque inicialmente le sorprendió la propuesta, también comprendió el valor del vínculo que Lina había formado con sus hijos. Apreciaba el trabajo que Lina había hecho y entendía que su influencia había sido positiva. Sin embargo, también tenía sus reservas sobre cómo esta nueva dinámica podría afectar a los niños y a la familia en general.
Después de considerar la propuesta, Diego decidió aceptar, con la condición de que cualquier contacto futuro entre Lina y los niños se llevara a cabo bajo su supervisión. Quería asegurarse de que la relación siguiera siendo saludable y adecuada para los pequeños. Lina aceptó la condición con gusto, reconociendo la importancia de la supervisión para mantener un entorno seguro y equilibrado.
Lina y Diego acordaron un plan que permitiera a Lina seguir viéndolos de manera ocasional. La idea era que Lina pudiera visitar a los niños en momentos específicos, como en eventos especiales o actividades recreativas, siempre en la presencia de Diego. Estas visitas no se tratarían de sesiones terapéuticas, sino de encuentros amistosos que permitieran a Lina seguir siendo parte de sus vidas de una manera diferente.
Los primeros encuentros bajo la supervisión de Diego fueron cuidadosamente planeados. Lina se reunió con Diego para coordinar fechas y actividades que fueran adecuadas para los niños y que también cumplieran con el acuerdo establecido. Acordaron realizar actividades al aire libre, como paseos por el parque, juegos en el jardín y eventos familiares que involucraran a todos. Estos encuentros permitieron a Lina mantener su vínculo con los niños mientras Diego podía asegurarse de que todo se desarrollara de manera apropiada.
Uno de estos encuentros fue, el parque, disfrutando de una tarde soleada y perfecta. El césped verde estaba salpicado de colores brillantes gracias a las flores que florecían en todas partes. Después de un rato jugando al fútbol y corriendo por el campo, se dirigieron al carrito de helados que estaba cerca del columpio.
Lina eligió un helado de fresa, mientras que Diego optó por uno de chocolate y Sofía se decidió por vainilla con chispas de colores. Se sentaron en una manta extendida bajo un gran árbol, riendo y charlando mientras saboreaban sus dulces. El sol brillaba cálidamente, y una ligera brisa hacía que el ambiente fuera aún más agradable.
Después de comer el helado, decidieron jugar a las escondidas entre los árboles. Lina se escondió detrás de un gran roble, Diego se metió entre unos arbustos, y Sofía se ocultó detrás de un banco. El juego estuvo lleno de risas y emoción, y el tiempo pasó volando.
Al final de la tarde, cansados pero felices, los tres amigos se recostaron en la manta y miraron las nubes, compartiendo historias y planes para la próxima aventura.
Lina demostró su compromiso con el bienestar de los niños y su respeto por las condiciones establecidas. Continuó brindando apoyo emocional y mostrando interés genuino por su desarrollo, pero sin involucrarse en el papel de terapeuta. Los niños, a su vez, respondieron positivamente a estos encuentros, mostrando alegría y entusiasmo al ver a Lina, pero sin la presión de las sesiones de terapia.
Para Diego, ver a Lina interactuar con sus hijos bajo un contexto más relajado y supervisado también fue una experiencia reveladora. Se dio cuenta de que, aunque Lina ya no estaba en el rol de psicóloga, su presencia seguía siendo valiosa y positiva para sus hijos. Comenzó a apreciar más el impacto duradero que Lina había tenido en su vida y en la de sus hijos.