Virginia es entregada Antonio, para convertirla está en su esposa de nombre, ya que él necesita a una mujer a la cual pueda presentar a su familia.
Todo cambia cuando se reencuentra con la mujer que siempre ha amado y descubre que tiene una hija con ella.
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Tía
...Narra Antonio Madrigal...
Era la primera vez en muchos años que me conmueven las lágrimas de una mujer.
Mi corazón se volvió una roca dura cuando ella se fue. Ni siquiera me atrevo a mencionar su nombre; cada vez que lo hago abro esa herida en mi alma.
Esa noche cuando la vi partir me di cuenta de que algo en mí se fue muriendo. No sé si fueron sus palabras o como me miró antes de irse.
_____ Antonio no te amo como pensé. Hay otro hombre en mi corazón, lo que siento por ti es algo distinto a lo que siento por él.
______ Hemos vivido tantos años en esta relación que se ha vuelto rutinaria, aburrida. Yo necesito algo distinto, a un hombre que me haga vibrar, que mi piel se sienta atraída a la suya.
______ Hace muchos años que no siento eso por ti. Ya no me ha traes, mi piel ya no se excita cuando la tocas.
_____ Tengo que fingir los orgasmos o más bien, cuando estoy contigo en la cama, recuerdo los besos de él y por eso es que mi cuerpo se excita de otra manera no podría estar contigo.
______ Esta es la despedida, me voy con él...
Aquellas palabras fueron desgarradoras para mi corazón. Juré nunca más volverme enamorar de nadie.
Ni siquiera el dolor más profundo de una persona causaba simpatía en mí. Me volví frío y despiadado.
Mi objetivo era convertirme en el hombre más poderoso del mundo y lo he logrado; sin embargo, aun así, no logro llenar este vacío en mi alma.
Virginia logró hacer lo que nadie había podido hacer en muchos años. Una sola mirada de su parte ha hecho que de nuevo sienta esa necesidad de proteger.
El caparazón de piedra que por cinco años cubrió mi corazón, se ha vuelto a romper. ¿Qué tiene ella, para haberme conmovido de esta manera tan irreal?
Pasé mis manos por mi rostro, queriendo negar lo que sentía. Me cuesta trabajo entender lo que ella esta provocando en mí.
Salí de la habitación, queriéndome alejar de ella. Necesito poner en claro varias cosas. Una de ella es mi matrimonio con Virginia.
¿En verdad quiero que sea mi esposa? ¿Estoy dispuesto a unir mi vida con una muda?
Al cerrar la puerta, me siento culpable de dejarla sola. Intento regresar y volverla abrazar. ¡Por que demonios tenía esa necesitada de protegerla!
Era la hija de un hombre miserable, ella podría ser igual que él, y todo podría ser una trampa.
En ese momento suena mi celular, despejando mis pensamientos.
Eran más de las 2 de la mañana. Estaba cansado, fue un día difícil en el trabajo, el socio al cual fui a ver para comprarle el hotel me ofreció pasar la noche con su amante con tal de que le mejorará la oferta.
¿Quién pensó que era, para recoger sus sobras? ¿Un perro de la calle que se conforma con la basura? Qué hombre tan estúpido.
Solo quería darme un baño, meterme en la cama y dormir hasta mañana. Volví a pasar mis manos por mi cuello, solté un ligero suspiro de cansancio.
No había dado dos pasos, cuando de pronto suena de nuevo mi celular. Me dejé caer en el sofá, cerré momentáneamente los ojos, esperando que dejen de insistir.
No dejaba de sonar y no me quedó otra opción que sacar mi móvil. Al ver que era el número de la mansión Madrigal, no lo pensé dos veces para contestar.
_______ Hola, ¿todos están bien?
______ Antonio, ¿dónde estás? ____ Escuche a mi padre algo alterado.
______ En mi departamento, ¿por qué? ___ Contesté con toda sinceridad.
_____ Debes venir a la mansión Madrigal. ___ Me ordena mi padre.
_____ Es un poco tarde, mañana iré. __ Contesté, mirando el reloj en mi muñeca.
_____ No, debes venir ahora mismo. ___ Insistió con un tono más severo.
_____ Padre, ¿es en serio? Mira la hora que es. Tuve un día difícil. ___ No quería dejar sola a Virginia.
______ Es en serio, Antonio. Te quiero en la mansión Madrigal a más tardar en dos horas.
Debe pasar algo extremadamente importante, de otra manera, mi padre no me mandaría llamar con tanta urgencia.
Antes de que pudiera decir algo, mi padre agregó.
____ El detective Zabala ha encontrado a tu tía Elizabeth.
_____ Está encerrada en un hospital psiquiátrico. Por eso no hemos podido encontrarla.
En ese momento sentí un vacío enorme en mi pecho.
Hace más de 25 años que no veía a la tía. Un día desapareció sin dejar rastro, volviendo locos a todos en la familia.
La última vez que vi a la tía Elizabeth, ella entró al despacho de mi abuelo. Se notaba destrozada. Nada quedaba de la mujer que un día conocí.
Esa mujer risueña, con la alegría reflejada en su mirada, sus ojos tenían un brillo distinto. De esa mujer no quedaba nada.
No sé lo que pasó al interior del despacho, solo la vi tomar su bolso y correr a la salida de la mansión.
Detrás de ella, salió el abuelo y con una expresión de seriedad y decepción.
Mi padre bajaba las escaleras en ese entonces. Al ver a su hermana menor correr fuera, bajó las escaleras rápidamente.
_____ Papá, ¿qué pasó?
El abuelo ignoró a mi padre y volvió al estudio, con la cabeza agachada al piso. Desde ese entonces nunca más volví a ver a la tía.
Por muchos años todos pensaron que había muerto, pero, la abuela nunca dejó de buscarla. Le juró al abuelo en su tumba encontrarla.
_____ ¿Qué? ____ Susurré interrumpiendo mis recuerdos.
_____ Ven, rápido, Antonio.
Sin decir nada más terminé la llamada, corrí afuera del departamento. Fui a la mansión Madrigal. Durante todo el camino, no podía creerlo.
Al llegar a la mansión, bajé rápidamente del auto y me dirigía al interior.
Mi padre se encontraba sentado en el sofá, a su lado estaba mi madre sosteniendo sus manos.
_____ Descubriré quien metió a Elizabeth a esa clínica psiquiátrica y te juro por la memoria de mi padre que lo haré pagar. ___ Expresó mi padre.
🥰🥰🥰🥰 esperemos la próxima
muchas gracias y felicitaciones