El Despertar De La Pasión

Llegó la siguiente mañana, Aurora y Ricardo se levantaron un poco más descansados y se prepararon para ir a la editorial.

Afuera los esperaba Ricardo, para llevarlos. Llegaron rápido a la editorial y de una vez se encerraron en la oficina de Ricardo. Ya que tenían que hacer los preparativos para el lanzamiento de la Novela de Marjorie. Esto los tenía muy ocupados. Y hace un par de días, Ricardo había decidido contratar a una nueva asistente para qué ocupará el cargo que tenía Aurora. Y así, ayudar con la carga de trabajo.

En el transcurso de la mañana, se presentó para ocupar la vacante una mujer aparentemente encantadora.

Tocan la puerta y desde adentro se escucha a Ricardo decir que podían entrar.

- Buenos días, Sr. Y Sra. Afuera está la nueva asistente - dijo Verónica al entrar a la oficina.

- Dile que pase por favor - hablo Ricardo sin levantar la cara de la computadora.

Se abrió la puerta y entro una mujer alta y delgada. Con cabello largo de color negro, ojos marrones, vestida de acuerdo a la ocasión.

Su nombre es Victoria Salvatierra, parecía ser una mujer encantadora, con una aparente devoción por la literatura, parecía ser la elección perfecta.

Sin embargo, detrás de su sonrisa amable se escondía intenciones oscuras. Está mujer se movía por ambición, al ver a Ricardo por primera vez, fino su objetivo. Sus perversas intenciones se enfocaría en destruir el matrimonio de Aurora y Ricardo y tomar el lugar de esposa.

Entro con un caminar sensual, moviendo sus caderas y paso directamente a darle la mano a Ricardo ignorando completamente a Aurora que estaba al lado del escritorio de Ricardo.

Este se levantó, se presentó y le dio la mano como señal de bienvenida.

- Buenos días, Sra. Bienvenida a Editorial M&M. Me presento, soy Ricardo Mendoza, seré su jefe. - retiró su mano y camino hacia Aurora, la tomo por la cintura y prosiguió - está bella mujer es mi esposa Aurora. Ella es editora aquí.

Victoria la miro y camino hacia ella y le extendió la mano.

- Mucho gusto Sra. - dijo Victoria con una sonrisa más que falsa.

- Un placer - respondió Aurora. Con un semblante algo molesto.

Ella sentía en su interior que está mujer no iba a atraer nada bueno a la editorial.

- Buena Srta. Victoria, por favor salga y hable con Verónica, ella le explicará sus funciones. - le decía Ricardo mientras le abría la puerta.

Ella salió con el mismo caminar con el que entro. En lo que Ricardo cerró la puerta, pudo ver la cara de molestia de Aurora.

Camino hasta ella y la abrazo, para luego preguntarle.

- ¿Qué pasa amor, por qué esa cara?

Aurora con cara de molestia le respondió.

- Esa mujer no me gusta, siento que tiene otras intenciones. Y como dice mi amiga Wendy "Ojo de loca no se equivoca"

- Jajajaja no me digas que estás celosa

- ¿Celosa?!!! - dijo y miro a Ricardo con expresión sería.

- Me encanta que estés celosa jajajajaja - dijo Ricardo y la beso con pasión.

Los besos empezaban a subir la temperatura cuando volvieron a tocar la puerta.

- ¿Quién toca? - pregunto Ricardo mientras se arreglaban la ropa.

- Sr. Soy Victoria, disculpe, pero lo solicita el detective James. - hablo Victoria del otro lado de la puerta.

Ricardo, abrio la puerta e invito a James a pasar. Luego sé dirigió a Victoria.

- Por favor que nadie nos moleste. - y cerro la puerta.

Afuera Victoria se quedó con semblante curioso.

Mientras adentro de la oficina James saluda a Aurora y los 3 se sientan para escuchar lo que James tiene para decirles.

Después de varios días de investigación, James finalmente había conectado los puntos que conectaban al acosador, descubrió que detrás de los mensajes amenazantes, la sombra en la vida de Aurora no era un extraño cualquiera, sino alguien que la conocía íntimamente.

- Por favor necesito una lista de sus amigos más cercanos. - dijo dirigiéndose a Aurora.

Ella asintió mientras con expresión pensativa decía.

- No hay problema, porque no tengo muchos amigos. Desde que salí de la universidad mi vida solo gira al rededor de mi trabajo.

- Entonces eso ayudará mucho con la investigación.

Terminaron de hablar y James se despidió y salió de la oficina. Mientras Ricardo y Aurora retomaban el trabajo. Ya que con el lanzamiento había muchísimo trabajo.

Así pasaron el día. Afinando detalles para el lanzamiento que sería en 2 meses.

Mientras Victoria buscaba plática con los demás empleados de la oficina para investigar sobre la vida y gustos de su jefe.

-Se acercó Jazmín, que era una de las secretaria que tenía más años en la editorial. Se presentó y comenzó a hacerle preguntas.

- Ten cuidado, es casado - le respondió Jazmín con una mirada de reproche.

- Los mejores siempre están casados - le dijo Victoria con una sonrisa perversa.

Luego se retiró a su escritorio. Llegó la hora de salida, y Aurora se adelantó a bajar con Guillermo al auto mientras Ricardo terminaba una llamada.

Salió de la oficina, muestras ojeaba su teléfono celular. Cuando escucho una voz suave que le decía.

- Adiós Sr. Mendoza

Ricardo se detuvo, y volteo hacia el escritorio, había olvidado completamente que había una nueva asistente.

Esta lo miraba con expresión pícara.

- Ah, sí, había olvidado que estaba aquí - respondió Ricardo con una expresión sería y fría. - Hasta mañana.

Se dio la vuelta y subió al ascensor. Mientras Victoria se acomodaba en su escritorio y escribía en su teclado " Ricardo Mendoza" y aparecía información de la biografía de este en la página web de la editorial.

La leía muy pensativa mientras se comía unos trozos de chocolate.

Ya en casa, Ricardo y Aurora se habían duchado y estaban sentados en la sala disfrutando de unas copas de vino, después de un largo día de trabajo.

Aurora se le acerca a Ricardo y le dice al oído.

- Que opinas si subimos a la habitación y te doy un masaje relajante.

- Mmmmm me gusta esa idea.- le dijo con voz ronca Ricardo mientras ponía las copas en la mesa para luego cargar a Aurora para llevarla a la habitación. - me gustan los masajes con final feliz.

- Jajaja jefe!!! Yo solo dije masaje - decía Aurora entre risas.

- Bueno yo te voy a convencer del final - le dijo Ricardo al oído.

Y esto hizo que le recorriera un delicioso escalofrío a Aurora que se mordía el labio inferior y este gesto enloquecía a Ricardo.

- Si sigues mordiendo te el labio creo que no habrá masaje y nos miremos directo al final feliz.

Esto hizo que Aurora se ruborizará. Y al final se olvidaron del masaje.

Empezó el día y la pareja ya estaban entrando a la editorial, al bajar del ascensor se despidieron con un beso y cada uno tomo rumbo a sus oficinas.

Al pasar Ricardo, se levantó Victoria que ese día llevaba puesta una blusa azul manga larga y una falda muy entallada que dejaba ver sus curvas.

- Buenos días, jefe - dijo Victoria mientras pasaba Ricardo ojeando unos documentos que llevaba en las manos.

Se paró antes de entrar a su oficina y se dio la vuelta.

- Ah, verdad, lo voy a olvidar. Buenos días, Sra. Disculpe.

Se dio la vuelta y entro en su oficina. Esto enfureció mucho a Victoria y pensaba " Como que olvidó que YO estaba aquí, ¿será que es ciego?????? jamás ningún hombre me había tratado asi.

Luego de un rato, sonó el teléfono del escritorio de Victoria. Era Ricardo pidiéndole que tomara la tablet y entrara a la oficina.

Victoria sonrió, colgó el teléfono, se arregló la ropa, tomo la tablet y entro a la oficina.

Camino moviendo sus caseras hasta el escritorio de Ricardo. Este no levanto la vista de los documentos que leía.

- Aquí estoy señor, dígame que desea. - esto lo dijo con una voz suave.

- Bien, primero necesito envíes estos documentos a impresión, luego unas llamadas, empecemos con Francisco Núñez, has una cita para la próxima semana. Luego llama a Alfonso Fonseca para confirmar día y hora de la firma de sus libros, a Cristina Ventura para saber cómo van los capítulos de la novela, si estará lista para la fecha acordada - Ricardo hizo una pausa, y levanto su cabeza para mirar a Victoria y preguntarle - ¿Voy muy rápido?

- No, para nada, creo que descubrirá que soy una muy buena asistente - le respondió con sonrisa.

Ricardo volvió a poner su atención en los documentos sin hacer ninguna expresión.

Termino de darle instrucciones a Victoria y le dijo que ya podía salir. Está se levantó y salió de la oficina, con malhumor puso con brusquedad la tablet y se sentó y empezó de mala gana a hacer los pendientes.

Mientras en la oficina, Ricardo soltaba el bolígrafo, y se recostaba en la silla mientras miraba por la ventana. Y pensaba

"Creo que Aurora tiene razón, está mujer tiene intenciones ocultas, tendré que despedirla"

Tomo el teléfono y llamo a Aurora.

- Hola cariño, ¿salimos a almorzar?

- Claro mi amor - dijo Aurora emocionada

- Bien, te paso buscando por tu oficina en un rato. Te amo. - dijo y colgó el teléfono.

Paso 1 hora y Ricardo salió de su oficina para ir a buscar a Aurora para salir a tener un almuerzo romántico. Ya había hecho la reservación en un bello restaurante.

Cuando salió de su oficina, enseguida Victoria se levantó y de una forma descarada le sonrió a Ricardo, y le pregunto a acercándose a él y tomando la corbata para simular arreglarla le dijo.

- Jefe, ¿va a almorzar? ¿Quiere que lo acompañe?

Ricardo le retiro las manos de su corbata, y se alejó un par de pasos. Para decirle.

- Srta. Victoria, le voy a explicar un par de cosas - dijo Ricardo con un semblante frío - primero le agradecería que no vuelva a acercarse a mí de esa forma, se puede prestar para malos entendidos.

Victoria se quedó sorprendida, ningún hombre se le había resistido jamás.

- Segundo, si no es un almuerzo de negocios, almuerzo con mi esposa o solo. - Se dio media vuelta y se fue a buscar a su esposa.

Ninguno de los 2 se había dado cuenta de que Aurora ya había salido de su oficina y estaba caminado por el pasillo y vio toda la escena, aunque no escucho lo que decían, Ricardo tenía razón, esa escena ocasiono que Aurora pensara mal.

Se molestó mucho y salió por las escaleras para no toparse con Ricardo. Quería calmarse un poco antes de confrontarlo.

Ricardo llegó a la oficina de Aurora y Verónica le dijo que ya había salido a buscarlo.

- ¿No la consiguió en el camino? - le pregunto Verónica intrigada.

- No, ¿a donde pudo haber ido? - preguntaba Ricardo.

El la llamaba al celular y ella le colgaba. Preocupado llamo a Guillermo para saber si había visto a Aurora.

-¿Guillermo, sabe dónde está mi esposa?

- Si Sr. me pidió que la trajera a casa.

- ¿Está en casa? - pregunto Ricardo un poco confundido. - ¿Se sentía mal?

- La verdad Sr. no lo sé. Pero si se le notaba que estaba muy triste y que había llorado.

- ¿Estuvo llorando?, ya voy a la casa.

- ¿Quiere que lo vaya a buscar a la editorial? - le pregunto Guillermo desde el otro lado de la línea.

- No Guillermo, quédese cuidando a Aurora hasta que yo llegue. - colgó y pidió un taxi.

Ricardo caminó hacia el ascensor y Victoria vio que estaba solo, y se preguntaba que habría pasado que no estaba con Aurora.

Ricardo llegó a casa y busco a Aurora, estaba en la habitación sentada en la ventana. Ya estaba más tranquila, cuando entro Ricardo a la habitación.

Se acercó hacia Aurora y la abrazo por la espalda, ella en un movimiento se zafó de los brazos de Ricardo.

Esto dejo impactado a Ricardo. preguntándose qué pasa.

- Amor ¿te ocurre algo? - dijo mientras trataba de acercarse a Aurora.

- Claro que pasa algo, ¿se puede saber por qué estabas tan cerca de tu nueva asistente? ¿Por qué rayos te agarraba la corbata? - le recriminó Aurora muy molesta.

Allí entendió Ricardo que Aurora había visto la escena y se había creado un malentendido.

- Aurora, por favor déjame explicarte, no es lo que crees.

- Entonces si no es lo que creo, ¿qué es? - dijo Aurora sumamente molesta.

- Por favor, sentemos nos y hablemos. Yo te lo puedo explicar todo.

Aurora de mala gana se sentó para escuchar lo que tenía que decir Ricardo.

Ella escuchó con atención, y cuando Ricardo termino de hablar. Le dijo.

- Ricardo, te conozco, y no quiero dudar de ti. Pero te dije que esa mujer tiene otras intenciones.

- Lo sé amor, tienes toda la razón - le dijo Ricardo mientras le tomaba las manos- pero te juro que yo jamás te faltaría el respeto así. Y para que veas que no miento, mañana la voy a despedir.

Aurora respiro profundo y abrazo a Ricardo.

- Por favor no me falles Ricardo, no lo soportaría.

- Eso jamás va a pasar.

Le dijo mientras tomaba su rostro con ambas manos para darle un beso cargado de pasión.

Los besos se empezaron a intensificar, y la ropa les comenzó a estorbar, así que se despojaron de la ropa que no los dejaba disfrutar plenamente de la pasión y solo se escuchaban los gemidos de placer de Aurora en toda la habitación.

Así fue la reconciliación que duró hasta pasada la media noche cuando quedaron exhaustos y se durmieron profundamente.