¿Una extraña sensación de Déjà vu? ¿Un sentimiento de haber vivido todo eso por segunda vez?
Aquellas eran las constantes de la vida de Claire; sin embargo, debido a su salud un poco débil y el cansancio por su trabajo como policía, decidió ignorarlas.
No obstante, tras su divorcio y motivada por la difícil situación de su hijo recién nacido, quien necesita una donación de sangre para sobrevivir, la ahora detective privada se ve obligada a buscar al padre del niño, su exesposo. A pesar del dolor causado por sus múltiples infidelidades, ella deberá revelarle que tiene un hijo al que ni siquiera conoce.
Sin embargo, para llegar hasta él, deberá enfrentarse al infierno en el que se ha convertido la ciudad donde él vive, evitando ser víctima de las monstruosas criaturas que la habitan.
¿Podrá dejar de lado su resentimiento y ser lo suficientemente fuerte para salvar a su exesposo?
¿Por qué la extraña sensación de déjà vu no se va de su corazón?
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CAPÍTULO 22
Las sombras en el pasillo se movieron de forma inquietante, y la respiración de Leon se aceleró. Claire también se tensó, con los músculos listos para reaccionar. Ambos sabían que cualquier cosa podía acechar en la penumbra de ese lugar.
—¿Qué fue eso? —preguntó Claire.
—No lo sé —respondió él.
El sonido de pasos arrastrados se hizo más claro, acercándose lentamente hacia ellos. Leon mantuvo su arma firme, tratando de identificar la amenaza. Claire se giró ligeramente, manteniendo su postura alerta y su arma lista.
De la oscuridad emergió una figura tambaleante, un infectado con la piel desgarrada y los ojos vacíos. Leon disparó sin dudarlo, derribándolo con un tiro certero en la cabeza. No obstante, aquel era el menor de sus problemas.
El ruido de los disparos atrajo más atención indeseada. Los gruñidos y chillidos de otros infectados comenzaron a resonar por el pasillo. Seguido de eso, pisadas de lo que parecía ser algo muy pesado, se dirigía hacia ellos.
Sara, quien iba en la parte de atrás, tuvo que bajarse de la criatura quiróptero para poder seguir caminando, ya que esta no podía volar en el pasillo. Sin embargo, gracias a esta, logró no solo atraer la atención de los infectados que saltaron por el hueco del ascensor, sino que también logró encontrar la ubicación exacta donde estaban Leon y la perra de su exesposa.
—Debemos movernos ahora—dijo Claire.
Era cuestión de medio minuto para que aquella horrorosa criatura llegara hasta ellos, mientras se hacía camino en medio de la horda de poseídos que corrían para devorarlos.
Corrieron juntos por el pasillo, cada esquina que doblaban les presentaba nuevos desafíos, pero sabían que no podían detenerse. Claire llevaba la delantera, guiándolos hacia una salida que esperaba pudiera estar despejada.
Finalmente, encontraron la sala de máquinas del lugar y, según el mapa, solo debían ascender por un segundo ascensor de carga para llegar finalmente a las alcantarillas; sin embargo, cuando iban a cerrar la reja para tener más tiempo, el murciélago se abalanzó contra esta.
Sin piedad alguna, el murciélago se aventó contra la reja y logró aventar contra la pared a Leon, mientras Claire fue arrojada contra una de las calderas que allí había, quemándose un poco el hombro por lo caliente que estaba.
—¡Maldita sea! —exclamó dolido Leon.
Levantando su arma de nuevo, fue hasta donde estaba Claire y comenzó a disparar para hacer un poco de tiempo. Si no eran los malditos poseídos, sería esa criatura monstruosa.
Claire, aún aturdida, logró levantarse y le indicó en medio de su mareo que subieran unas escaleras plegables que llegaban a la sala de control del lugar. Allí, ambos se dirigieron al segundo ascensor y presionaron el botón para llamarlo.
No obstante, si bien se pudieron liberar de manera momentánea de los poseídos que no podían subir ese tipo de escaleras, el desgraciado murciélago y Sara seguían intentando acercarse. Una vez el ascensor llegó, Claire aventó adentro a Leon y presionó el botón de descenso.
—¡Claire!—gritó.
Antes de tan siquiera detener el ascensor, Claire disparó a los botones de este, de modo que no hubiera posibilidad de regreso.
—¡¿Qué haces?!—preguntó mientras seguí descendiendo—¡Vas a morir!
—Y si tú mueres nuestro hijo también—respondió antes de verlo desaparecer—intentaré hacer algo de tiempo.
Leon, quien no sabía en qué momento Claire le había dado su celular, seguía luchando para que el ascensor no bajara más; sin embargo, su exesposa había arruinado el panel eléctrico con aquel disparo.
El aún comandante de policía vaciló un momento, su corazón dividido entre ayudar a Claire y proteger a Ethan. Pero sabía que Claire tenía razón; tenía que pensar también en su hijo. Sin embargo, tan solo analizar que para eso debía dejar atrás al amor de su vida, hacía que su corazón se partiera en mil pedazos.
—¡Maldición!—expresó golpeando la pared del ascensor—¿es que acaso nunca podré protegerte, Claire? ¡ME NIEGO! ¡NO VOY A PERDERTE!
Mientras tanto, la antigua oficial de policía corrió por todo el segundo nivel, y después de hacer un poco de distancia, logró disparar a una pimpina de gas, provocando una pequeña explosión que dejó fuera de base a Sara.
Cayendo de la parte de la zona donde ocurrió la explosión, Sara quedó inconsciente unos segundos mientras el murciélago se recomponía. Allí Claire pudo notar que aquella criatura detestaba el calor.
Teniendo un poco de tiempo, volvió a la garita de la sala de control y allí pudo encontrar el ordenador donde se mostraba el sistema de control de temperatura de las calderas. Frunciendo el ceño, se dio cuenta de que podía hacer que estas comenzaran a calentarse aún más.
Sabiendo que quizá aquella era su única forma para liberarse de la horda de infectados que había en el primer piso y de la criatura, comenzó a desactivar los seguros de nivelación para hacer que la temperatura aumentara. Un solo disparo en alguna de las calderas y la explosión sería grande.
"CINCO MINUTOS PARA ALCANZAR NIVELES CRÍTICOS EN LA TEMPERATURA... SE RECOMIENDA ACTIVAR EL SEGURO DE NIVELACIÓN".
Fueron las palabras del sistema en el ordenador, haciendo que Claire se desesperara un poco. Debía hacer tiempo; sin embargo, no podía ir a la primera planta, ya que estaba llena de poseídos. Así que su única posibilidad era seguir subiendo los niveles superiores.
Corriendo pese al dolor que sentía, comenzó a correr por la plataforma para llegar a la siguiente escalera. No pasaron ni cinco segundos cuando finalmente aquel maldito bicho comenzara a seguirla. Debía solo intentar esquivarlo hasta que las calderas estuvieran suficientemente calientes.
El murciélago soltó un chillido ensordecedor, lanzándose hacia Claire con una furia desenfrenada. Claire disparó una y otra vez, tratando de mantener a la criatura a raya, pero sus balas parecían tener poco efecto.
Sara, quien había logrado recuperar la consciencia, empezó también a subir los niveles para alcanzarla. Haciendo que Claire soltara una maldición. Tener a esos dos monstruos detrás de ella hacía más complicada su tarea de sobrevivir.
—¡Claire!—gritó Sara—¡Claire!
Claire siguió ignorándola, necesitaba concentrarse primero en el murciélago gigante que la perseguía con ansias de comerla. Fue así que, al llegar al penúltimo nivel, encontró un extintor cuyo contenido usó para enceguecer a la criatura.
Espero que tengas el apoyo a futuro porque hiciste un excelente trabajo escribiendo 🌹 Sigue así /CoolGuy/y seguiré leyendo 🤞🏻/Smile/