El corazón de Alessia es destrozado en pleno debut, el príncipe heredero le había prometido amor, pero ha anunciado a otra como su prometida, Magenta, la hermana de Alessia, quien siempre la ha despreciado por ser hija de una concubina. Alessia ahora debe casarse con el gran Archiduque, un hombre con la fama de asesinar a sus prometidas, pero no todo es como dicen, esos son solo cuentos y Alessia, pronto descubrirá que secretos se ocultan en el Archiducado, incluso sabrá quién es ella en realidad…
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Cap. 15 Saludos al Archiduque del Norte
Alessa Duncan.
Después de darme la vuelta, veo el rostro del hombre más guapo, atractivo y salvaje que había visto en mi tonta vida, sus ojos me dejaron petrificada, su piel brillaba con el sol y el tono canela que lo hace ver masculino, no sabía qué hacer, estaba mirándolo como una tonta, él volvió a hablar, pero yo seguía sin entender una palabra de lo que decía, hasta que me besó.
Ahí me di cuenta de que no era ningún sueño o alucinación, ese hombre estaba ahí, pero cuando miré para abajo, él también estaba desnudo, me avergoncé, había olvidado completamente que yo estaba totalmente desnuda, sentí sus músculos rozar con mi piel y solo me estremecí, mi piel se erizó entera, fue cuando ese descarado me volvió a besar, volvió a meter su lengua en mi boca y yo dejándome descaradamente.
La verdad es que era agradable de cierta manera, pero cuando su mano pasó por mi piel yo sentí que hacía mucho calor, demasiado calor, lo peor fue cuando traté de hablar de nuevo y sentí como besaba mi cuello, daba mordiscos, aunque eran notorios no me dolían, algo estaba mal, él no parecía escucharme, fue cuando empezó a ponerse cada vez más encima de mí, creo que voy a perder mi pureza aquí y ahora, pero no estoy lista, así que solo deseaba con el corazón que debía irme.
Fue cuando el gran Roble me sacó del lugar, arrastró a ese desvergonzado lejos mío, mientras que yo solo trate de recobrar la compostura, aunque no podía encontrarla por ningún lado, lo que me sorprendió fue que es un Lobo, uno muy grande y fuerte, ni siquiera la loba de Mary es de ese tamaño, pero yo solo corría como una loca, no dejaría que me alcance, sus oscuras intenciones son del color de su pelaje, quiere hacerme suya sea como sea.
Cuando estoy empezando a marearme por correr tanto, veo a Celia quien se acerca a mí preocupada.
—¿Ale?, hermana, ¿Qué pasa? — me dice mientras que yo no puedo ni hablar de lo nerviosa que estoy, realmente nunca me había pasado algo así, ese hombre, él era tan guapo, sus ojos grises, sus labios, su cuerpo, era tan impresionante, me reprendí por pensar esas cosas de él, realmente me sentí muy caliente, mi piel se erizaba por su toque, sus besos eran muy ricos, cielos, me habría dejado poseer por ese desconocido así sin más, soy una mujer comprometida y andar de resbalosa con un cualquiera.
—Celia, hermana, vámonos rápido, hay un lobo pervertido que casi roba mi pureza, debemos volver a la mansión, estoy asustada — yo digo jalando a Celia hacia la casa, esto no puede estarme pasando, no entiendo cómo es que el viejo Roble dejó que ese cochino se me acerque tanto.
Mientras llegamos a la mansión, cuento lo que había pasado en el arroyo, mi pobre hermana casi se muere de la impresión, pero yo casi muero de vergüenza.
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Más tarde, Draco llegó a su mansión y se dirigió directo a su recámara, llamó a su Beta por su enlace, el cual llegó en un santiamén.
—Alfa, estoy tan feliz de verte, pero dijiste que llegarías en tres días y… — pero el Alfa no lo dejó terminar.
—Llama a una reunión con la niña que enviaron como mi prometida, romperé el compromiso y quiero que la envíes lejos, he encontrado a mi Luna, no quiero a otra mujer que la haga sentir incómoda, además que saca a mis concubinas, creo que es tiempo de que se retiren, tengan una buena vida y busquen a sus mates, haz lo que te digo y después hablamos del resto — dijo mientras el pobre Neil está petrificado, no entiende nada, hace una consulta con Mary por medio el enlace mientras ella le dice que lo deje, de todas formas la situación igual cambiaria.
Mary llegaba a la mansión mientras tiene una sonrisa burlona, ella estaba cuidando a las niñas en el río, pero cuando vio al gran Alfa llegar se puso curiosa de ver lo que pasaría, tal como lo había pensado, ellos se conectaron de inmediato, al menos el Alfa había quedado prendado de esa belleza sin poder evitarlo.
Mary entró al dormitorio del joven Alfa mientras este la mira con el ceño fruncido.
—Alfa, bienvenido, en una hora nos reuniremos con lady Alessa para que ustedes hablen directamente, creo que ella estará satisfecha con sus requerimientos — dijo Mary, tranquila mientras Draco asiente y se va a bañar, ha corrido mucho y está cansado.
*_*
En la habitación de Alessa y Celia, quienes aún no se separan, la dulce Fancy entró al lugar asustada y casi sin aire de tanto correr.
—Lady Alessa, el Gran Duque ha llegado antes de tiempo, él quiere hablar con usted, debe arreglarse, quiere hablar con todo el mundo, por favor, no lo haga esperar, no tiene buen carácter cuando vuelve de sus viajes, debemos dejarla bonita — dijo la dulce Fancy mientras busca un lindo vestido para la Luna de la manada.
Alessa se paró de la cama de inmediato, no esperaba que llegara tan rápido, solo esperaba que no se entere de su encuentro en el bosque, ella sabe que no se resistió como debería, en realidad, casi y no se resiste, si no fuera por el viejo Roble, ella ya no sería pura, de eso está segura.
—Bien, es mejor saber cuál es nuestro destino, Celia, debes acompañarme, si debo pedir clemencia por ti lo haré, puede que quiera deshacerse de mí, pero quiero que te dé una salida — dijo la Alessa mientras Celia se angustiaba.
—Ale, yo no te voy a dejar, lo que quiera hacer contigo o donde te lleve estaré a tu lado — dijo la dulce Celia mientras se alistaba, no puede dejar a su hermana sola.
Una hora después, ellas están en la puerta del gran salón del Archiduque que es donde él trata los asuntos del territorio, los guardias inmediatamente hicieron una reverencia a la Luna de la manada, están seguros de que es ella, al enterarse de que es una hermosa Ninfa, saben que tendría que ser ella.
—Buen día, Majestad, el Alfa, la espera — dijeron ambos con educación mientras Alessa asiente con educación, ella ya se llevaba bien con todos, era realmente un lugar hermoso para ella, tenía pesar por tener que irse.
Dentro, Draco esperaba con Mary, y Neil, además que su Gamma y su Delta estaban ahí, debían hacer un rastrillaje para encontrar a la Ninfa, estos últimos habían llegado con él, aunque ellos se retrasaron sin poder alcanzar al poderoso lobo del Alfa, llegaron media hora después, así que deberían tener la información ni bien se rompa el compromiso.
Mary sintió la presencia de la Ninfa emperatriz, así que inmediatamente pasó unos documentos al Alfa para distraerlo, quería ver a esos dos verse cara a la cara en vivo y directo.
Draco miró los papeles, eran sobre las acusaciones a Sófora, Camil y Moira, mientras él estaba tratando de digerir la información, Alessa entró al lugar. Draco estaba de espaldas hasta que ella habló, lo bueno de estar ahí, es que ella ya no escondía su esencia.
Draco se sobresaltó al escuchar su voz y el delicioso olor que lo vuelve loco llegó a su nariz de inmediato.
—Saludos al Archiduque del Norte, Alessa Duncan lo saluda mi señor — dijo ella haciendo una reverencia elegante, digna de una emperatriz.
Draco se volteó para mirarla y ahí estaba, la más hermosa criatura que había visto en el mundo, mudo y desconcertado, soltó los papeles llamando la atención de la hermosa niña quien levantó la vista para mirarlo y encontrarse con esos ojos grises hipnotizantes que jamás olvidaría.