no me dejas explicarte lo que ocurrió, solamente crees en el palabrerío de la chusma- le dijo ella enervada.
¿qué mentira podrías tener para explicar por qué volviste tan tarde en la noche en brazos de mi hermano, dormida y toda sucia?- le reprocho con firmeza.
sacaste las conclusiones sin siquiera escucharme, no te detendré, al final la verdad no importa- los ojos le ardían, debía irse de ahí mismo antes de que la vieran llorar -escucha bien mis palabras, anulo nuestro matrimonio Eric Black, eres libre de la zorra y casafortunas que tenías de prometida- y sin decir una sola palabra más se alejó corriendo escaleras arriba y encerrandose en su habitación.
los presentes se quedaron impactados con las palabras recién escuchadas, una niña de 16 años había enfrentado a un hombre de 22 y le había cancelado delante de todo el mundo el matrimonio.
¿acaso realmente se daban por vencidos al amor?
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8
Narra Isabella.
Desde que llegamos ayer por la noche, mis padres no dejan de decirme lo decepcionados que están de mi actuación con los niños del convento, no han dejado que viera a Aníbal, ni tampoco que me asegurará de que mi prometido haya llevado durante la mañana las cosas que prometió.
Me siento tan dolida por su actitud, no merezco que me traten de esta manera. Aunque comprendo que para la época que vivimos, las mujeres solamente servimos para matrimonios arreglados por nuestros padres y sin amor alguno, pero aun así me gustaría saber lo que se siente vivir aquellos romances de las novelas que Anabella me leía cuando éramos chicas. Aún la recuerdo con mucho dolor en mi corazón, no saberte era mi hermana, sino también mi mejor amiga.
Flashback
volvimos hace un rato del convento, estuve varias horas jugando con los niños, mientras Anabella se sentaba con ellos alrededor a leerles las historias que ella más amaba. La he notado rara, el camino de vuelta a casa le costó más de lo normal, pero en ella es algo razonable que deteste caminar, así que sinceramente no le doy mucha vuelta al asunto.
Luego de bañarnos, ella cepilla y peina mi cabello, como aún lo hacíamos de niñas.
¿Podrías tocar el pianoforte para mí?- me pregunta luego de atar mi pelo. Me sonrojo ante sus palabras, sé que siempre escucha mi música, pero jamás me ha pedido que toque exclusivamente para ella.
Si claro que si- le digo sonriéndole en demasía, mi hermana es mi heroína en muchos sentidos, y aún más peleando contra todo el mundo por el gran amor que le tiene a Aníbal. Yo ya lo sé todo, se escaparan en primavera y se casaran en otro pueblo. Sinceramente, les deseo toda la felicidad del mundo, pero que ambos se la merecen.
Me siento frente a mi instrumento y comienzo a deslizar mis dedos por las teclas, sé que mi hermana se pondrá a leer, así que quiero que esté cómoda con la suave música que tocaré solo para ella.
la criada le trae un té y luego de media hora de estar tocando diversas baladas, gire mi cabeza para verla. Se había dormido con el té en su regazo y un libro a su costado, ella estaba con su espalda apoyada en el respaldo del sillón y sus piernas sobre este. Al parecer realmente está cansada, así que dejo de hacer ruido y le quito con mucho cuidado la taza y el libro. Rebusco entre los muebles de la sala y encuentro una frazada suave, pero abrigable, así que me dispongo a taparla. Sus manos están heladas, su piel es más blanca y hay una ligera tonalidad azulina en sus labios. Por alguna razón mi piel se eriza y empiezo a zamarrearla, ella tiene que despertar. Entre gritos y llanto las sirvientes me escuchan y corren a pedir ayuda. Mis padres ese día iban a asistir a un evento en otra mansión y se había ido desde temprano.
El médico llegó antes que ellos y me dio a mí la mala noticia, mi hermana se moría, su corazón estaba sumamente débil. No sabía que había provocado eso y tampoco podía darle un tiempo exacto, para cuando mis padres llegaron, yo estaba en una especie de shock, mi madre corrió a abrazarme y a llorar conmigo, pero lo cierto es que de mis ojos no salía una sola lágrima, solamente una frase salía de mi boca "es mentira" todos los presentes me miraban estupefactos. El médico explicó que lamentablemente yo caería en la realidad muy pronto y eso podría desatar una fuerte depresión, porque mentir diciendo que me importaba lo que él dijera. Si Anabella me dejaba yo quería irme con Ella.
Ella falleció dos días después, solamente pudimos ponerla cómoda en sus últimos días, según el profesional era cuestión de tiempo hasta que su corazón fallara. Con el entierro de Ana se fueron mis ganas de hacer música, mis ganas de bailar y de ser feliz.
Fin del Flashback.
Dejo caer de mis manos en libro favorito de Anabella y caigo de rodillas al suelo a llorar, excepto en día del velorio, mis padres jamás me permitieron volver a derramar lágrimas por ella y eso solamente encerraba la tristeza en mí. Por suerte Aníbal siempre había estado ahí para consolarme, aunque sé que lo hace porque sé lo prometió a su amada. él jamás me miró con otros ojos que no fuesen los de hermano, pero al parecer nuestra cercanía molesta a varios.
No me di cuenta del paso del tiempo, hasta que la sirviente llegó a avisarme que debía bañarme y prepararme para la fiesta. Mis ánimos no eran los mejores, pero para que pelear con mis padres, si ellos jamás me iban a apoyar en nada. Una vez bañada y cambiada, doy un último vistazo al espejo, me gusta como mi hermoso vestido blanco combina con mis zapatos y una pequeña tiara que mi padre me regalo, aunque mis ojos denotan la tristeza que hay en mi corazón. La sirviente me maquillo lo mejor que pudo, pero no puedo evitar que se notará que había estado llorando.
Mis padres anuncian nuestro retiro hacia la fiesta, el carruaje es el indicado para esta ocasión.
Espero que ya no causes problemas, Isabella, sabes que este matrimonio es una unión entre familias que necesitamos, así que por favor compórtate como la próxima Lady- dice mi padre enojado.
En serio, Isabella, ya no eres una niña- sentencia mi madre.
No se preocupen padres, me comportaré como ustedes esperan- dije aun mirando por la ventana.
Isabella, el Teniente Black realmente está interesado en ti, no deberías decepcionarlo y ya deberías dejar de frecuentar tanto a su hermano, las malas lenguas pueden dañar tu reputación y la de toda la familia- dijo mi padre. Por primera vez comprendí sus palabras. Mis acciones dejaban mal parado a la única persona que siempre se había preocupado por mí, a pesar de todo lo vivido, lo mejor era que ya no nos viéramos más.
Llegamos a la fiesta y bajo las atentas miradas de todos los presentes, mi padre ayudó a bajar a mi madre y luego a mí. Podía ver a todas las jóvenes mirarme entre el odio, por desear estar en mi lugar, y la admiración por lo hermosa que me veía, aunque siendo sinceros con varias de ellas podría cambiar de posición y dejar que se casaran por mí. Pero eso no era posible, mi destino ya había sido sellado y debía cumplirlo.
Sería maravilloso que Isabella no terminara kn él no la merece