Anastasia Williams solo quiere olvidar a aquel hombre que la destrozó cuando la dejó plantada ante el juez y sus amigos el día de su matrimonio, han pasado 2 años desde entonces, se ha negado a volver a enamorarse.
Por su parte Maikcol Vans, solo quiere buscar venganza, ha regresado para castigar a aquella mala mujer que destruyó la vida de su hermano hace dos años.
¿Que pasara cuando estas dos almas se encuentren?
Acompáñame a leer esta bella historia la cual es de mi autoría.
PROHIBIDO EL PLAGIO, OBRA REGISTRADA DEBIDAMENTE POR MI.
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Capítulo 12
-Maikcol, ¿Quién era la chica?
El hombre sonrió malicioso mientras envolvía a la mujer en un fuerte abrazo.
-Nadie hermosa, no es nadie.
Ana llegó a su casa, el apartamento que compartía con su amiga Ema, después de dejar su bolso sobre la mesa que se encontraba cerca a la entrada, se lanzó al amplio sofá.
-Wow que día, ¿Que haré ahora?
-Ana, pensé que llegarías más tarde.
-Hola Emma, ni para que te cuento, todo fue un desastre.
Después de relatar a su amiga lo sucedido, ambas se encontraban bebiendo una botella de vino.
-Es un cretino, ¿Como se le ocurre pensar que eres una cualquiera?, que bueno que el apuesto Vans estaba allí.
-Que dices ¿Apuesto Vans?
Preguntaba mientras levantaba sus cejas.
-¡Por Dios! Ana, no me vas a negar que el tipo es un completo Adonis.
-Pues es un hombre guapo, no lo negare, pero tampoco exageres, además por lo visto no recuerda que nos conocimos en la fiesta de Ángelo.
-¿Que no exagere?, el tipo está como quiere y según lo que me comentas, dudo que para él seas indiferente, recuerda que no te quitaba la mirada de encima el día de la fiesta.
-Como sea, igual ahora debo de ver la forma de solucionar el inconveniente del inversionista, sino créeme no sé qué sucederá con la empresa de mis padres.
-Amiga, eres muy inteligente y sé que lo solucionarás.
-Eso espero Emma, eso espero.
El hombre quien se encontraba bebiendo un vaso de whisky no pudo evitar esbozar una sonrisa al recordar, que había ayudado a Anastasia con su inconveniente, dejó el vaso sobre la mesa y llamó a su hombre de confianza.
-Necesito que averigües todo lo que puedas de Brad Adams.
-Como ordene señor, a primera hora tendrá la información.
La mañana llegó y Maikcol se encontraba en el restaurante del hotel disfrutando de un delicioso desayuno.
-Zayn, gracias por la información imagine que el tipejo era un delincuente.
-Así es señor, es un experto en lavado de dinero.
-Bien, sin saberlo el maldito me está ayudando.
-Así es señor, ¿Que quiere que hagamos ahora?
-Necesito que busques todo lo que falta para la mansión, quiero mudarme en cuanto antes.
-Señor ya me encargo de ello.
-Que sea lo más pronto posible, sabes que no me gusta estar en un hotel.
-Bombón, desperté y no te encontré en la habitación, ¿Ya desayunaste?
Le preguntaba la chica mientras lo abrazaba.
-Aun no termino mi desayuno, ven y me acompañas.
Ana se encontraba en la oficina de su padre.
-Hija sabes que confío en ti, pero debemos encontrar una solución pronto, de lo contrario perderemos la empresa.
-Lo sé padre, créeme estoy trabajando en ello, de hecho, al medio día me reuniré con el señor Vans.
-Bien hija, dejó todo en tus manos.
-Señorita Williams, un gusto volver a verla.
Le decía Maikcol mientras dejaba un beso en el dorso de la chica.
-Señor Vans, igualmente.
-Por favor, dígame Maikcol.
Ana sonrió y aceptó la silla que el hombre había apartado para ella.
-Gracias.
-Cuénteme, ¿Pará qué soy bueno?
-Pues señor Vans, disculpe Maikcol.
Le decía algo nerviosa.
-Primero quiero agradecerle por lo ocurrido anoche, en verdad fue de gran ayuda, aunque lamento el bochornoso momento.
-No tienes que agradecer Anastasia, disculpa ¿Te puedo tutear?
Ana asintió.
-Lo segundo es que quiero que hablemos de negocios.
El hombre sonrió con malicia.
-Soy todo oídos.
-Pues señor Maikcol...
-Nada de señor puedes tutearme, así como yo lo hago.
-Bien, Maikcol como pudiste notarlo el hombre de ayer, era un inversionista del cual por obvias razones no queremos saber nada, así que quisiera saber si su propuesta sigue en pie.
Maikcol sonrió.
-Pues Anastasia lamento lo sucedido con el inversionista, pero como indiqué antes mi empresa tenía diferentes opciones para asociarse y precisamente hoy en la mañana cerré el trato con otra compañía.
Ana quedó sorprendida, pues ahora sí estaba en serios problemas.
-Comprendo Maikcol, disculpa si te hice perder el tiempo, me retiro.
Intento levantarse, pero el hombre se lo impidió.
-¡Oh! no, por lo menos déjame invitarte a almorzar.
-No es necesario, imagino que ha de tener una agenda apretada.
-Así es, pero eso no impedirá que pueda almorzar con una hermosa chica.
Ana sintió como sus mejillas se enrojecían.
-Maikcol.
-No me lo tomes a mal Anastasia, es solo que, ya que estamos aquí, pienso que deberíamos de aprovechar para almorzar.
-Bien, pero déjame yo invito como señal de agradecimiento por lo de ayer.
-Mmm, de acuerdo.
Mientras llegaba el almuerzo el hombre quiso romper el hielo.
-Cuéntame de tu vida Anastasia.
-No creo que tenga algo interesante para contar.
-Comprendo, pero pues cuéntame hace cuanto trabajas en la empresa de tu padre.
-Hace seis meses, trabajo con mi padre, la verdad es que estudié diseño y finanzas por lo que me gradué hace poco.
-Interesante, cuéntame más que haces en tu tiempo libre, imagino que compartir con tu novio.
Le decía de manera maliciosa.
La chica no pudo evitar sonrojarse nuevamente.
-La verdad es que no tengo novio.
-Wow ¿Enserio? Esto es increíble, es decir no puedo entender cómo es que una mujer tan hermosa como tú no tiene novio.
-Aunque no lo creas así es.
-Pero imagino que debes tener muchos pretendientes ¿Estoy en lo correcto?
-En eso estas equivocado.
-Vamos Anastasia, esto es difícil de creer, digo pues no creo que una mujer tan bella como tú no tengas pretendientes, eres como una especie de princesa.
Ana no pudo evitar recordar en ese momento a David, por lo que sus ojos se aguaron de inmediato.
-Discúlpame, debo ir al sanitario.
-Por supuesto, te espero.
Le decía el hombre de manera natural, sin imaginar que con sus palabras había tocado algunas fibras sensibles en la chica.
Ana se encontraba en el baño lavando su rostro, se miró frente al espejo.
-¿Por qué después de dos años, pienso nuevamente en ti? ¿A caso no fue suficiente el daño que me hiciste? David.
Se preguntaba mientras las lágrimas se hacían presentes.
Después de casi media hora la chica regresó a la mesa, Maikcol no pudo notar la presencia de la hermosa mujer y se encontraba hablando por teléfono.
📲Bien hermosa, regresaré pronto a la habitación, así que no te ocupes durante la tarde, cuídate Te quiero.
Ana al escuchar esas palabras dedujo que el hombre hablaba tal vez con su novia, pues no pensaba que estuviese casado ya que no llevaba una alianza en su dedo. Sin intención movió la silla y está golpeó la mesa dando a conocer su presencia ante Maikcol, el cual finalizó la llamada y enfocó su mirada en la chica.
-Disculpa, no me di cuenta de que regresaste ¿Te encuentras bien?, lo digo por lo que tardaste un poco.
-No te preocupes, estoy bien.
-Bien, me tomé el atrevimiento de ordenar por ti, espero sea de tu agrado.
-Gracias, eres muy gentil.
-Créeme, que lo menos que deseo es ser gentil contigo, maldita.
Decía para sus adentros.
Queridos lectores, agradezco el tiempo y la paciencia, pero ha sido complicado darle continuidad a esta hermosa historia, tratare de subir mas seguido algunos capítulos, agradezco sus comentarios, los votos y los me gusta.
Un abrazo y Bendiciones para todos.
ella se va a quedar con su ahora marido