Un Bebé Oculto

Los doctores había controlado el dolor y habían logrado estabilizarme

me hicieron un centenar de análisis y siempre centraron su atención en mí

dejaron a mi bebé a un lado y eso me molestó

a cada momento le pedía a los doctores y a las enfermeras que revisarán el estado de mi bebé

pero me ignoraban y seguían con su trabajo

no los culpo

era mejor salvar a una persona que ya tenía una vida hecha a salvar a un bebé que ni siquiera estaba todavía completamente formado

aún así, yo no quería que centrarán toda su atención en mí

la puerta de la habitación se abrió lentamente

me incorporé un poco de la cama y logré ver al vicepresidente, quien traía consigo un ramo de flores exageradamente gigantesco

--¿Cómo estás?

no respondí, solo me volví a recostar

--Te traje esto -colocó el ramo a la orilla de la camilla

--No era necesario -dije

--¿Qué te dijo que doctor?

--Nada importante -respondí de la manera más cortante que pude

--¿Estas enojada? -se sentó en el sofá que había al lado

--¿Usted que cree? -lo mire- Los doctores de este jodido hospital ni siquiera me han dicho como está el bebé

--Debes ser paciente -sujeto mi mano- Lo primordial era estabilizarte

--¿Y el bebé no es primordial? -pregunté molesta

--Roma...

--Vicepresidente -lo interrumpí- En situaciones en las que tanto el bebé como yo corramos peligro, el bebé siempre será prioridad, siempre sálvenlo a el primero, y a mi déjenme al final

--Buenas noches -interrumpió el doctor al entrar a la habitación

--Buenas noches, doctor -lo saludo el vicepresidente

--¿Cómo te encuentras? -me pregunto

--Bien -respondí- Pero, ¿cuándo revisarán el estado de mi bebé?

--No se preocupe señorita -se acercó a mi- De hecho vengo a informarle que tendrá que pasar al departamento de ginecología y obstetricia para hacerle un ultrasonido

--Enseguida vamos doctor -comento mi jefe

--Los espero en el consultorio 06 -aseguro el hombre de bata blanca

el doctor sonrió ligeramente y luego salió de la habitación

sin pensarlo mucho me levanté de la camilla

ni siquiera había dado el primer pasa cuando las piernas me fallaron

aun estaba débil

en un movimiento rápido el vicepresidente me sujeto por la cintura evitando que cayera

--¿Estas bien? -pregunto

levanté ligeramente la vista y mire al vicepresidente

--Si -murmure incorporandome de nuevo

--Debes de tener más cuidado -dijo aún abrazando mi cintura- Puedes hacerte daño

--No se preocupe, estoy bien -evite mirarlo a los ojos para no ponerme nerviosa

el vicepresidente asintió mientras comenzaba a soltar mi cintura lentamente

--¿Puede acompañarme al departamento de ginecología y obstetricia? -le pregunté

--Claro

sonreí antes de romper el contacto visual y salir de la habitación

¿qué demonios había pasado?

¿por qué mis mejillas estaban tan calientes?

cerré delicadamente los ojos e inhalé todo el aire que pude para poder tranquilizarme

pero no lo logre

con cerrar los ojos, solo conseguí que los recuerdos de la noche en la que estuvimos juntos volvieran

sus manos explorando mi cuerpo

sus labios unidos a los míos

nuestras respiraciones agitadas

todo pasaba por mi mente como si fuera una película

una película bastante erótica para ser sincera

recordar todo solo hizo que mis mejillas se pusieran mucho más calientes

al llegar al departamento que nos indicó el doctor, no perdimos tiempo y entramos al consultorio 06

--Por fin llegan -se levantó de su escritorio- Recuéstate en la camilla -ordeno

de inmediato obedecí

--Levanta tu blusa por favor -pidió

en cuanto lo hice, el doctor colocó el tal famoso gel que se utiliza para los ultrasonidos

--¿Puedo tomar tu mano? -me pregunto el vicepresidente

lo mire confundida

¿por qué quería sujetar mi mano?

tal vez estaba nervioso y quería algo de apoyo moral

con una tierna sonrisa extendí mi mano hacia él para qué la tomará

el silencio inundó la habitación

el corazón me latía a mil por hora

¿y si el doctor decía que el bebé ya no tenía vida?

sin duda sería una noticia que me partirá el corazón en mil pedacitos

--Señorita Moore -me llamó el doctor

--¿Si? -lo mire asustada

nerviosa por las palabras que iba a decir el doctor, me vi en la necesidad de sujetar con fuerza la mano del vicepresidente

no sentía pena al hacerlo, después de todo, nuestras manos ya estaban entrelazadas desde antes

--Su bebé se encuentra bien -soltó- Solo está un poco débil

--¿De verdad? -pregunté

él asintió

--Le recetaré un par de medicamentos para fortalecerlos a ambos -informó- También va a ser necesario que guarde reposo por lo menos hasta que cumpla los tres meses de embarazo

--No se preocupe doctor, yo me encargaré del bienestar de los dos-aseguro

--¿Quieren escuchar el latido de su bebé? -nos cuestionó

ambos accedimos

al escuchar el pequeño corazón de mi bebé latiendo con fuerza, sentí como los ojos se me llenaron de lágrimas

mi bebé estaba aferrándose a la vida con todo lo que podía

levanté la cabeza y miré al vicepresidente

él también tenía los ojos llorosos al igual que yo

--Ahí está nuestro bebé -dijo con la voz entre cortada y con una sonrisa

el corazón me dio un vuelco al escuchar al vicepresidente decir "nuestro bebé"

simplemente, no se porque, pero se sintió tan bien que dijera eso

--Vicepresidente...

--¿Qué ocurre? -me miro

--El bebé que espero si es de usted -confesé al fin

al fin lo acepte

ya no tenía sentido seguir ocultando algo que él ya sabía

--Ya lo presentía -sonrió victorioso

--Será una niña -asegure

--¿Cómo estás tan segura de eso sí todavía no se puede ver que generó es? -me pregunto

--No lo sé -me escogí de hombros- Simplemente tengo el presentimiento de que será una niña. ¿O acaso quería un varón?

el vicepresidente negó con la cabeza

--Tendremos una niña -declaró- Y será la heredera de "Morgan Corporation"...