¿Por Qué Una Emperatriz?

DANNA

- Agárrenla – les digo a los guardias quienes tan solo lo dudaron un momento antes de tomar a la mujer por los bazos y meterla a la fuerza en mi habitación, una vez la dejan dentro solo Daniel se queda con nosotras

- ¿Qué está pasando?, su majestad ¿Qué esta haciendo? – dice la mujer preocupado y muy enojada a la vez

- Veras Ginebra hoy salí al pueblo y en eso vi como una mujer era acorralada en un callejón así que decidí ayudarla y pues quede así – le dije, sé que Ginebra no es fácil de engañar, así que intente ser lo más honesta posible con ella, esta mujer es astuta como zorro y no creerá cualquier cosa

- Pero ¿en que estaba pensando?, usted debió haber mandado a sus guardias que para eso están, usted es a madre del imperio no debe ponerse en peligro tan a la ligera – me dice mientras me ve muy enojada

La verdad me recuerda a mi mamá, es más yo viví algo parecido en mi otra vida, y fue justo el día que suspendieron a mi hermana por pelear, la buena noticia es que mi madre no se enojó con ella, más bien conmigo por enseñarle a mi hermana y más aún por decirle que debía pelear antes de buscar otra solución.

- Lo sé, lo sé, fue tonto de mi parte y acepto mi responsabilidad es por eso que le pido que no le diga nada al emperador lo último que quiero es poner en aprietos al alguien más por mi equivocación – le dije

- Está bien no diré nada – me dice después de un rato, y luego se dirige a la puerta para irse

- Griselda espera – le digo antes de que salga, ella se da la vuelta y espera a que hable – por pura casualidad ¿sabes suturar heridas? – le pregunto mientras le muestro mi mano

Al igual que Anna la señora pone cara que se va a desmayar por lo que me apresuro a llegar a su lado, pero afortunadamente nada pasa, y la mujer se recompone rápido

- No, no se su majestad, es mejor llamar al médico real – me dice

- Pero ¿Cómo explicare la herida? – le pregunto

- Eso debe resolverlo usted, el medico vendrá en 30 minutos, tiene ese tiempo para pensar en algo y ponerse más presentable – me dice antes de irse

Anna rápidamente le dice a los guardia que busquen a alguien para preparar mi baño y a pesar de mis protestas Anna entra a ayudarme a bañar, por lo que más que avergonzada ya estoy preparada 5 minutos antes de que llegue el médico, por otro lado Brandon, otro de los guardias, se encargó de deshacerse del vestido manchado de sangre.

Puntual como un reloj el medico llego y al ver mi mano pregunto como me lo había hecho, debido al poco tiempo Anna y yo no habíamos tenido tiempo de inventar una buena historia, solo espero que la que habíamos ideado sea lo suficientemente realista para que el doctor se la crea.

- Pues sabe a mí siempre me han llamado la atención la espadas, es más me gustaría aprender a usar una, ya que quiero poder pelear por mi pueblo por lo que tome la espada de uno de mis guardias personales, pero al tomarla era muy pesada y al intentar agárrala me corte con ella – le dije al médico, veo como este levanta una ceja, creo que no creyó mi historia, pero como va a creerla, hasta yo sé que la herida no la hizo el filo de una espada si no algo más delegado y pequeño

- Ya veo, tenga más cuido su majestad – dice al fin y termina de tratar mi herida – deberá tener la mano descansando durante al menos una semana, por lo que le sugiero no hacer mucho esfuerzo, la herida no es tan profundo como para causarle daños irreparable en la mano pero si lo suficiente para que deba tenerla en reposo – nos dice el médico, después le da a Anna la instrucciones de cómo cuidar mi herida este se va

- Antes de irse, podría no decirle nada al emperador – le digo, pero este no dice nada, solo se va

- Estoy acaba – le digo a Anna

AMARO

Han pasado ya dos semanas desde que Danna despertó y la verdad es que han sido dos semanas muy interesantes, Danna es una genio, en solo unos días se puso al corriente con los deberes de la emperatriz y nuestra relación ha mejorado bastante, con ella me siento cómodo, a diferencia de muchas personas ella al verme no parece notar la cicatriz que cruza mi cara, y la mayoría de las personas con la que hablo, aún más la mujeres, no sueles poner atención a otra cosa, y más de una ha hecho una mueca de disgusto antes esta, aunque intente disimularlo.

Con las únicas persona con la que me siento cómodo son mi hermana, Jenaro y mi nana Ginebra, y ahora Danna, es por eso que no quiero que se vaya al palacio de la emperatriz, la quiero a mi lado para poder conquistarla, porque sin proponérselo ella en estas semanas se ha ganado un lugar en mi corazón y si bien aún es demasiado pronto para decir que es amor, sé que es más que amistad, lo malo es que ella parece sentir solo eso por mí, y por eso razón la quiero a mi lado, para poder enamorarnos juntos.

Ya estamos casados y el divorcio no es una opción\, ella se volvería la burla de la sociedad de llegamos a divorciarnos\, y si algo estoy seguro es que su padre no la apoyaría en nada\, después de su intente de sui**di* y su posterior recuperación y ante su drástico cambio de actitud mande a uno de mis hombre a investigar a mi esposa\, saber de ella algo más que lo rumores que hablan de su persona.

Lo que descubrí no me gusto para nada, poco favorecida por su padre Danna prácticamente fue criada por la servidumbre, hasta que incluso esta al ver que no les favorecía estar de lado de la princesa olvidada la fueron dejando de lado, mi esposa destacaba en todo los ámbitos, una genio como me he podido dar cuenta, pero fue esta falta de atención lo que causo su mala actitud.

Ella me lo dio entender el día que despertó y creo que fue su experiencia cercana a la muerte lo que la hizo reflexionar y eso me alegra, sé que si nos damos la oportunidad podemos ser felices y ahora más que nunca sé que ella es la emperatriz que mi imperio necesita, pero más que nada sé que es la mujer que quiero a mi lado.