Esperanza es una organizadora de bodas que dejó de creer en el amor y los finales felices cuando siempre por una u otra razón sus romances perfectos acababan abandonandola en el día más importante de su vida, su boda. Sus padres le concretan un matrimonio pero quién sería su esposo escapa dejándola en el altar y en lugar de ser el hazme reír la otra familia pone en lugar de su hijo a su sobrino del cual poco se sabe pero mucho se comenta. Entre ellos habrá una loca historia, un contrato y muchos problemas. ¿Me acompañas a descubrirla?
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Capítulo 2 ACCIDENTE
...ESPERANZA...
Jamás olvidaré la ilusión de mí primer amor, aquel que marcó mí vida; el que llegó con mil ilusiones y promesas y se fue trágicamente haciéndome sentir la más desafortunada y desdichada de las mujeres.
Dereck y yo teníamos tantos sueños, tantos momentos por compartir y estábamos tan pero tan cerca de poder alcanzar nuestra felicidad pero ésta se escurrió como agua entre nuestras manos.
LO QUE SUCEDIÓ ESE DÍA: Me vestí hermosa y me maquillaron con tonos suaves y rosados haciéndome lucir como un ángel. Era una novia hermosa con mí vestido de princesa, mí cabello lucía perfectamente peinado con flores naturales que lo adornaban.
Sentí un mal presentimiento que creí solo eran los nervios de la boda. La opresión en mí pecho me hacía sentir que algo no marchaba bien pero nada podría opacar el día más feliz de mí vida.
Llegamos a la iglesia y con papá nos dirigimos a una sala donde la organizadora estaba nerviosa. Dereck no aparecía y era imposible comunicarse con él. Los minutos pasaban y así llegó una hora sin rastros de él. Incluso varios familiares suyos estaban allí pero no comprendían que pasaba.
Los murmullos se escuchaban hasta en nuestra sala haciéndome sentir aún más nerviosa. Me pregunté dónde estaba Dereck y lo imploré con fervor. Comencé a rezar y cuando finalmente las puertas de la iglesia fueron abiertas en vez de él entró un policía.
No podía entender que estaba pasando, creí que una multa de tránsito lo había demorado o que tal vez su auto se rompió y fue la policía quien lo trajo a la ceremonia.
-Lamentamos informarle que el joven Dereck Montes sufrió un accidente de tráfico- el joven oficial se dirigió a nosotros, más precisamente a mí
-¿Él está bien? ¿Que fue lo que pasó? Dígame qué está bien- pedí sujetando la camisa del oficial llorando histericamente sin siquiera darme cuenta de ello
-Lo siento señorita, el joven falleció en el acto y sus padres quedaron heridos de gravedad- mis piernas dejaron de sostenerme y caí al suelo llorando
Los murmullos fueron reemplazados por condolencias y llanto de todos los que lo conocimos y quisimos.
Mí vida fue dominada por la tristeza y mí vestido blanco de princesa fue reemplazado por uno negro para asistir al entierro de quién era el amor de mí vida.
Una semana después la madre de Dereck también falleció. Él al menos no estaría solo dónde estuviera y se que es egoísta pensar de ese modo pero mí corazón buscaba consuelo de alguna forma.
Con el paso de los días los colores que habían en mí armario se reemplazaron por el negro. Mí familia que jamás me dejó sola me ayudó a volver a mí vida muy de a poco. El apartamento donde estaban ya las cosas de los dos fue mí santuario dónde cada día hablaba con él como si estuviera presente.
Aveces lo sentía tan cerca de mí y me imaginaba como habría sido nuestra vida juntos en aquel lugar. Creía poder ver a Dereck besándome mientras cocinaba, abrazándome y en la habitación principal cómo sería haber dormido entre sus brazos que tanta paz traían para mí.
Desgraciadamente todo era una ilusión que jamás se haría realidad y que gracias a mucha terapia y ayuda profesional pude comprender que no me dejaba avanzar en mí vida. Aún con el corazón roto yo debía ser fuerte y seguir adelante, no podía dejarme morir.
Mis sueños de ser organizadora de bodas eran fuertes pero vacíos. Pensaba en la ironía de la vida al soñar con convertirme en ello mientras que no podía haberme casado.
La prensa con respeto cubrió aquel suceso y no me acorralaron con preguntas incómodas que hicieran más daño. Mis padres también se ocuparon de que nadie pudiera causar más daño.
El amor por Dereck no murió con él. Yo seguí amándolo por los bellos momentos que compartimos juntos. Aveces me visitaba en sueños y era la manera de saber que seguía presente en mí vida de alguna forma.
Tuve que retomar mis estudios y después el apartamento que habría sido mí hogar como una mujer casada fue vendido para que alguien pudiera disfrutar del sitio que yo jamás podría. El dinero se lo dimos al padre de Dereck porque debido a las lesiones lo necesitaría más que yo.
El accidente fue una causa que me desgarró por dentro. Un hombre alcoholizado quien escapaba de un control de rutina y examen de alcoholemia en una camioneta lo embistió a gran velocidad saltándose un semáforo en rojo y después dándose a la fuga acabando por colisionar con otro auto donde viajaba una familia de cuatro integrantes que de milagro acabaron solo con lesiones leves. Respecto al hombre murió en el acto sin poder pagar sus culpas.
Cuánto habría deseado que él al menos se fundiera en una cárcel pero eso no sucedería jamás. Solo rogaba que hubiera una justicia divina que lo castigara lo suficiente.