Soy Mia Montecarlo, joven, hermosa y la única heredera del patrimonio de mi familia; todo eso no me sirve de nada, pues estoy en prisión, por culpa de la Familia Montiel y su ambición, su amor por el dinero y la vida ostentosa, les hizo tenderme la más vil de las trampas, pero lo que ellos no saben es que saldré de aquí, y saldré a vengarme.
Mi plan está hecho y no descanzaré, hasta hacer pagar a cada uno de ellos, incluyendolo a Él, "Valente Montiel".
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12-Delincuentes de cuello blanco.
(Valente)
—¿DIME QUE ES LO QUE HARÁS, VALENTE?.— Escucho los gritos de mi madre, entre lágrimas.
Esas lágrimas son el arma qué ha usado por años, para manipularnos a Efraín y a mí, pero estas ya no tienen ningún efecto.
—No tengo por qué decirte lo que haré, lo que sí te diré, es que a mi no podrás manipularme nunca más, ni con lágrimas, ni con amenazas, ni con chantajes, te lo dejo claro, antes que pienses en usar alguna de tus otras artimañas.
Sé todo lo que hicieron, tú y tu marido, para quedarse con dinero que no les pertenece, para satisfacer su avaricia y su ambición.
No les importó, la inocencia, el dolor y la soledad, que vivía Mía.
Se que Máx Montecarlo jamás aceptó la sociedad que mi Padre le propuso.
Los Montiel jamás se asociaron con El.
Los Montecarlo si eran una sociedad, pero solo un Montecarlo podía ser socio de otro Montecarlo, El Corporativo si era una sociedad, pero los socios eran, Máximo, Max y Yani Montecarlo, por lo tanto al morir ellos y su hijo menor, la única dueña de todo absolutamente todo, es la unica Montecarlo que vive.
Los fallecidos señores, jamás accedieron venderle acciones a ninguna persona fuera de su familia.
Sé que tu difunto esposo, se aprovechó de su puesto como gerente financiero del Corporativo, estaba muy cerca de Max y traicionó a su confianza.
No le importó la amistad de la que presumía, uso esa cercanía, para ponerle una trampa, se que tú le diste la idea de inventar la sociedad, y que pasó meses practicando la firma, y despues de muertos los señores, entraron a su oficina a robar su sello, asi hicieron el documento, un documento que Max Montecarlo jamás firmó, la firma es falsa, y tampoco firmó ningún documento donde nombrara a Óscar como albacea o tutor de Mía Montecarlo.
Todo es mentira Madre, y Tu eres tan culpable como Óscar, pues el ejecutó el plan, pero tu lo creaste.
Tu envidia, tu avaricia te llevo a ser una delincuente, pareces muy fina, muy educada y pretendes tener mucha clase, pero no eres mas que una delincuente sin escrúpulos.
Creías que con tener una hectarea de viñedo heredada por tu abuelo ya nuestra familia podía tener una sociedad con los Montecarlo, suena ridículo y la verdad da pena ajena.
Hay Madre, tu eres ingenua a tu conveniencia y lo peor de todo, es que manipulas a tu antojo a medio mundo, pero conmigo ya se te cayó la careta.
Tu mente está podrida y tu corazón también da asco, ahora por culpa tuya y de Óscar, todos vamos a pagar las consecuencias.—Le digo parado frente a ella, viendo en sus ojos, desprecio y arrogancia.
—ERES UN IMBÉCIL, MEJOR HUBIERA SIDO ABORTARTE.—Me grita al tiempo que me abofetea con rabia y lanzando sus palabras con desprecio.
—SI, EUGENIA DILO, ASI TERMINO DE CONOCERTE...—Le digo también a gritos, se queda callada, por varios segundos, luego da un paso en retroceso y dice.
—No, noo... Valente soy tu Madre, te he amado más que a tu hermano, porque eres mejor que Él, por eso eres el Precidente del Corporativo, por tu inteligencia y carácter, olvida lo que dije, no quice decir eso.—Me dice arrepentida.
—Pues lo hiciste y hablaste desde tu corazón.
Y aunque hubiera preferido morir a llevar tu sangre, para mal mio y tuyo;
estoy vivo y te aseguro que viviré hasta ver a Mía Montecarlo libre y con todo lo que le pertenece en sus manos.
Después de eso, moriré; es lo que merezco, y es lo que haré.
Porque prefiero morir, a vivir sin Ella.
Mientras tanto te quiero lejos del Corporativo.
Tampoco quiero a Efraín cerca, porque si bien es cierto, que a Él también lo usaste a tu antojo, supo la verdad desde que nos involucraste a ambos.
Pero algo le debo agradecer, y es que por Él, me enteré de todo.
Y si somos diferentes Él es un cobarde miedoso, por eso es que vive de viaje en viaje, aludiendo responsabilidades, pero Yo no.
Yo mismo me encargaré de hacer publico tu fraude.
Así que preparaté porque tarde o temprano, todo saldrá a la luz y vamos a pagar las consecuencias de cada mala decisión y tu Madre eres la principal responsable.—Le digo viendola palidecer.
—Hijo no puedes culparme a mí, todo fue idea de tu Padre.—Me dice acongojada.
—Eugenia, leí los correos, los leí todos.
Es por eso que estoy seguro de que Tú eres la responsable, de todo...
Leí los correos que Papá le envió a Efraín. para contarle que todo y que fue idea tuya, aquí yo fui el único idiota, ciego que no sabía nada, y es porque sabías que nunca me hubiera convertido en delincuente, por mi propia voluntad.
¡¡Me averguenzo de tenerte como Madre!!
Y voy a repetirte, no te quiero ver en la empresa.—Le digo y ella hace un gesto como se alivio.
—Ahh creo que estoy entendiendo Valente, lo que quieres es quedarte con todo, ¿Verdad?.—Me dice tratando de serenarse.
—No señora, afortunadamente, no soy como Tú.—Le digo viéndola a los ojos.
—Pues Tú, Valente no vas a hacer nada, vas a dejar las cosas como están, porque no tienes pruebas de nada, nadie te creera, quedarás como un demente.—La escucho y me da tanta furia, pero en lugar de agredirla me río de ella.
—Pues no estés tan segura Eugenia Montiel, porque te cuento que encontré la computadora portátil de Papá, esa que tenias escondida en tu habitacion y allí hay muchas pruebas.
Aparte de eso ya la mandé con un profesional, que la revisará a profundidad, allí saldrá a luz todo, hasta lo que fue borrado a propósito, te digo esto para que entiendas que estoy hablando en serio.
También entérate que contrataré al mejor abogado que exista, para sacar a Mía de prisión y le devolveré cada centavo suyo que he gastado y también lo harás Tú y Efraín.—Le digo y la veo palidecer, empieza a llorar de nuevo tratando de acercarse, pero lo que hago es ir a abrir la puerta indicándole que se vaya.
Cuando pasa frente mi, voltea a verme y dice.
—No creas que vas a lograr salir impune, tampoco creas que lo sabes todo, porque te puedes llevar una gran sorpresa.
Y prepárate para darle la presidencia del Corporativo a Efraín, lo llamaré que regrese lo antes posible y te voy a dar una advertencia, no te metas conmigo, porque puedo ser muy tu Madre.
Pero no me conoces...
Si me conocieras jamás me querrías de enemiga...—Me dice en una mirada retadora. Luego cruza la puerta de la oficina y Yo lanzo la puerta de golpe.
Me quedo pensando con preocupación...
No en su amenaza, eso me tiene sin cuidado, sino en que creí saberlo todo; pero Eugenia esconde algo más.
¿Acaso hay algo más que deba saber, y qué me pueda sorprender?...
Maldita mi suerte, por tener que llevar la sangre de esta podrida mujer, un apellido de porquería... y ser parte de una familia compuesta por delincuentes.
Voy directo a prepararme un trago, lo necesito para bajarme esta rabia, pero creo que ni emborrachándome, dejaría de sentir esta furia y peor aún esta vergüenza, estas ganas de desaparecer, solo ruego al cielo tener el coraje para enfrentar la justicia, y la valentía para ver a los ojos a Mía Montecarlo.