Cita Con El CEO

Unos días después del pequeño altercado, Esteban y Soledad siguen trabajando con normalidad, aunque ahora se corre la voz de que el CEO tiene favoritismo con su secretaria, lo que hace ser más simpáticos a los posibles comerciantes y también a los trabajadores del edificio porque, según ellos, puede ser un favoritismo que se ha dado con el sexo.

En los relucientes pisos brillantes del último nivel, se escuchan los pasos marcados por unos carísimos zapatos masculinos que se detienen por primera vez en el escritorio de Soledad.

—Buenos días, ¿en qué lo puedo ayudar, señor?

—Hola, preciosa. Vengo a ver al gruñón.— dice el hombre que todavía no se ha presentado, señalando hacia la puerta de presidencia con una sonrisa en la cara y un delicioso acento colombiano.

— El CEO está ocupado. ¿Tiene una cita?

— No la necesito, dile que su amigo Braian Morelo ha venido a visitarlo.— sonríe con simpatía.

—Enseguida— asiente y se levanta de su lugar para entrar a la oficina de Esteban luego de golpear su puerta.

El mencionado sale y se sorprende al confirmar la visita de su mejor amigo. Para no hablar en el pasillo ni delante de Soledad, le hace una seña pidiéndole que entre junto a él en la oficina.

—¿Qué haces aquí?— cuestiona con curiosidad y un poquito de enojo.

—Vengo a verte, tontito— sacude la mano en modo femenino y le tira un beso a la distancia.

—Idiota— dice —Se supone que estás a cargo, en Colombia.

— Por eso es que tu padre está cubriendo mi trasero ahora mismo— carcajea viendo la cara de su amigo.— Tuve que ir a Brasil porque mi primo se casó y pensé en venir a verte.

— Es cierto, no recordaba. ¿Cómo está él?

— Feliz por contraer matrimonio con su eterno y único amor— responde —Le entregué tu regalo y excusé tu inasistencia.

—Gracias.

— ¿Quién es esa hermosura?— cambia de tema y señala hacia afuera, logrando que el CEO voltee los ojos por su coquetería.

—Soledad González, mi secretaria y asistente.

— Quiero un traslado.

—¿De qué hablas?— ríe caminando hacia una esquina.

— Puedes volver a Colombia y yo manejaré esta empresa.

—No tengo planeado hacerlo todavía.— se niega—Tal vez en dos o tres años.

—Esa chica no esperará tanto tiempo por mí.

—No puedes meterte entre las piernas de mi secretaria— dice sirviendo Whisky para ambos.

—Todavía no lo haré, primero meteré mi lengua en su boca.

La botella suena fuertemente contra la madera de la mesa esquinera y la mano de Esteban aprieta uno de los vasos con incomodidad, ya que su mejor amigo, el alegre y picaflor Braian, ha puesto sus ojos en Soledad.

—Te dije que no.— voltea a verlo con el ceño arrugado y mirada aniquiladora.

Y sí, lo quisiera matar por verla con deseo porque ella es su secretaria, su asistente, su compañera laboral, también cumple el rol de ser su cocinera y su amiga. Ella es su protegida.

Braian Morelo no puede mirarla. No puede siquiera pensar obtener una oportunidad con ella.

— ¿Por qué?— se cruza de brazos y sonríe juguetón sospechando una posible relación entre jefe y secretaria.

— ¡Está conmigo!

—¿Es tu nuevo romance?— curiosea nuevamente ejerciendo presión.

—No, pero...— sus palabras son interrumpidas por el golpeteo en la puerta— Adelante— mira a Braian y le hace seña para prohibirle hablar.

— Señor, tiene reunión con Marketing en diez minutos— anuncia Soledad.

—Gracias, Braian también asistirá. Hazle una copia de mi carpeta, por favor— ella asiente y se retira, ya que la información está en su propio escritorio. —¿Qué?— cuestiona ante la mirada de su amigo.

— No vine para trabajar.— dice con soltura, cruzando sus piernas.

— Vienes a visitarme y tal acción se ha tornado laboral. Todavía no tienes permiso para tomarte vacaciones.

—Entendido, jefe— saluda como militar obediente y luego suspira derrotado.

En los siguientes siete minutos, Braian le hace un resumen de cómo está su empresa Colombiana, los nuevos contratos que el propio CEO autorizó y sus resultados. Además, le comenta quiénes son sus enemigos comerciales.

Cuando Soledad vuelve a la oficina les entrega dos carpetas y les anuncia que el equipo ya está esperándolos, por lo que camina detrás de ellos. Como es su trabajo, la rubia también debe asistir a tal reunión porque es quién toma apuntes sobre las propuestas y opiniones de sus compañeros, como la decisión del jefe.

Braian la ha observado de pies a cabeza sin perderse ningún detalle, así que Soledad se ha sentido incómoda, aunque lo disimula. El mencionado no lo ha hecho morbosamente, sino con curiosidad, puesto que parece atraer a su amigo de alguna manera. Puede ser por el tono de color en sus ojos, entre marrón y verde oliva; por su pequeño tamaño, ya que a él siempre le gustaron las petizas; también podría considerarse la naturalidad de su cuerpo y pequeñas curvas, aunque la verdad es que su exnovia Nora y su aventura Dulce, están operadas, así que en su secretaria encontrará algo excitante.

Un fuerte golpe en su pierna lo hace abandonar su análisis visual, encontrando al CEO un poco sonrojado en las mejillas y eso, conociéndolo bien, sabe que no es debido a la timidez, sino porque está muy enojado.

Morelo consigue un pequeño tesoro en su nuevo descubrimiento... su amigo, Esteban, está celoso de que pueda robarle esa mujer: su secretaria, la señorita González.

Marketing debe realizar un nuevo trabajo para ganar la aceptación del dueño porque, por su mal humor, ha rechazado las posibles opciones, ya que supuestamente no le gusta nada, ni lograron convencerlo. Para Esteban todo está mal, desde los colores utilizados, el diseño de la imagen, sus discursos, las tantas variables y su amigo. Ese que ha quedado hipnotizado con Soledad.

El grupo de Marketing se retira junto a la secretaria, dejando a los amigos solos; pero empiezan a comentar la gran injusticia que el jefe está cometiendo. Esteban ha sido muy estricto con respecto al límite de tiempo para presentar su siguiente presentación. Sin embargo, teniendo a su protegida frente a ellos, deciden pedirle ayuda para que convenza al CEO de cambiarla a la siguiente semana

—Señor, ¿les ha impuesto cinco días para su meta?— cuestiona Soledad entrando a la oficina de Arango, sin darse cuenta de que el visitante está sentado en el sofá.

— Sí, ¿ya se quejaron contigo?

—Necesitan dos semanas. Son muchas personas para ponerse de acuerdo.

—¿Dos semanas? — repite sorprendido— No será posible.— niega—Diles que hagan un ejemplo, individualmente, en blanco y negro. Una semana, nada más.

— Sí, señor— ella voltea para retirarse y encuentra la mirada juguetona de Braian, el cual, al mismo tiempo, alza la mano para saludarla nuevamente. —Con permiso, señor Morelo.

Por alguna extraña razón, Esteban observa a su amigo cuando Soledad camina hacia la puerta para irse, queriendo asegurarse de que él no le mire el trasero ni haga un gesto. Algo que para su tranquilidad no sucede, ya que Morelo se ha entretenido con su celular.

Mientras que el CEO parece respirar con calma los próximos minutos, Braian ha enviado más de un mensaje a los padres de Arango, a los cuales les cuenta que posiblemente, tarde o temprano, tendrán una nueva nuera. Sin embargo, no es debido a lo que él ha ido, sino gracias a que trabaja cercanamente a alguien.

Si bien es cierto que fue al casamiento de su primo, no ha llegado a Uruguay con la sola idea de "visitarlo" sino porque los padres de Esteban le exigieron que le consiga una nueva mujer. Una que realmente valga la pena y pueda alejarlo de Dulce.

Dicen que los amigos están en las buenas y en las malas, pero pocas veces se ha sabido que ellos confabulen con tus padres para mejorar tu situación sentimental.

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🦇 N O T I T A:

En redes sociales dejaré foto de Braian Morelo... Por favor, cuiden que no se les caiga la tanga jjajajajajajajajaja.

@tgautora o Batichica TG 🖤