Sinopsis
Antes de su muerte, Anna había leído una novela de fantasía con el típico cliché de una pareja enamorada: una joven que se enamora del príncipe heredero. Sin embargo, su amor enfrenta dificultades debido a la villana Dafne De Guízar, prometida del príncipe. Aunque Dafne intenta separarlos, su compromiso es roto y se ve obligada a casarse con el gran duque Daemon Deskin, quien nunca estuvo interesado en ella. Al final, Dafne es asesinada mientras regresaba de una fiesta.
Tras su muerte, Anna reencarna en Dafne Le Blanc cuando aún es una niña. Consciente del destino que le espera, decide seguir la trama original, permitiendo que los protagonistas se enamoren. Sin embargo, cuando llega el momento de encontrarse con su futuro esposo, el gran duque Daemon, un conocido mujeriego, ella se prepara para cambiar su destino. Dafne, decidida a ganarse el corazón de Daemon, revela su verdadera fortaleza y carácter decidido.
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Capítulo 11: La Rivalidad con el Príncipe
Con la declaración de amor mutua, Dafne y Daemon sintieron una renovada energía y determinación para enfrentar los desafíos que se avecinaban. Sin embargo, el equilibrio en el palacio era delicado, y nuevas tensiones comenzaban a surgir, especialmente con el príncipe Alexander.
A medida que la relación entre Daemon y Dafne se profundizaba, el príncipe Alexander comenzó a notar cambios en la dinámica del poder en el palacio. Alexander, aunque inicialmente aliado y amigo cercano de Daemon, empezó a ver a Dafne con desconfianza. Sus conversaciones con Elena revelaron sus crecientes preocupaciones.
Alexander: (preocupado) Elena, he estado observando cómo Dafne se ha convertido en una figura central en el palacio. No puedo evitar sentir que su influencia está desplazando la nuestra.
Elena: (con calma) Alexander, Dafne ha sido una gran ayuda para todos nosotros. Pero entiendo tus preocupaciones. Tal vez deberías hablar con Daemon al respecto.
Alexander asintió, pero en lugar de confrontar directamente a Daemon, decidió observar a Dafne más de cerca. Notaba cómo los nobles que antes le eran leales ahora buscaban el consejo de Dafne, y cómo sus decisiones estratégicas fortalecían el ducado, pero también consolidaban su poder.
Una tarde, mientras Dafne supervisaba una reunión con los consejeros, Alexander se acercó a ella después de que los demás se retiraran.
Alexander: (con tono serio) Lady Dafne, parece que has asumido un papel muy influyente en la corte. No puedo evitar preguntarme cuáles son tus verdaderas intenciones.
Dafne lo miró con sorpresa, pero mantuvo la calma.
Dafne: (con sinceridad) Mi única intención es asegurar el bienestar del ducado y de las personas que amo. No busco desplazar a nadie, sino trabajar juntos para un futuro mejor.
Alexander no parecía convencido. Su mirada se endureció.
Alexander: (con desconfianza) Espero que así sea, Dafne. Pero ten en cuenta que estaré observando de cerca. No permitiré que nadie ponga en riesgo nuestra estabilidad.
Dafne asintió, entendiendo su preocupación. Sabía que debía manejar la situación con delicadeza para no agravar la tensión entre ellos.
Esa noche, compartió sus preocupaciones con Daemon mientras cenaban en privado.
Dafne: (preocupada) Daemon, Alexander me confrontó hoy. Cree que estoy tratando de desplazarlo y está preocupado por mi influencia en la corte.
Daemon: (frunciendo el ceño) Alexander siempre ha sido un buen amigo y aliado, pero entiendo sus preocupaciones. Debemos encontrar una manera de aliviar sus temores sin comprometer nuestra posición.
Durante las semanas siguientes, Dafne intentó fortalecer su relación con Alexander y Elena, buscando maneras de demostrar que su influencia no era una amenaza. Organizó varias reuniones y actividades conjuntas, incluyendo entrenamientos de combate y eventos sociales, para fomentar un ambiente de colaboración y confianza.
Sin embargo, la tensión no se disipaba fácilmente. Un día, durante una sesión de entrenamiento de esgrima, Alexander y Daemon se enfrentaron con una intensidad inusual. Dafne observó desde la barrera, notando cómo la competencia amistosa se volvía más seria.
Daemon: (en guardia) ¿Qué pasa, Alexander? Parece que estás poniendo más empeño hoy.
Alexander: (con determinación) Solo quiero asegurarme de que no estamos perdiendo nuestro enfoque, Daemon. Las responsabilidades del ducado son importantes, y no podemos permitir distracciones.
Daemon notó la indirecta y se detuvo, bajando su espada.
Daemon: (serio) Si tienes algo que decir, Alexander, dilo claramente.
Alexander miró a Dafne, luego de vuelta a Daemon.
Alexander: (con franqueza) Me preocupa la creciente influencia de Dafne. No cuestiono sus habilidades, pero temo que estamos perdiendo el equilibrio en nuestras decisiones.
Dafne decidió intervenir, sabiendo que necesitaban una solución.
Dafne: (calmadamente) Alexander, entiendo tus preocupaciones. No quiero crear divisiones. Mi intención es trabajar juntos para fortalecer el ducado. Si hay algo específico que te preocupa, por favor, hablemos abiertamente.
Alexander la miró con una mezcla de desconfianza y respeto.
Alexander: (suspirando) No es fácil ver cómo cambian las dinámicas. Pero si realmente quieres lo mejor para el ducado, debemos encontrar una manera de trabajar juntos sin sentirnos desplazados.
Daemon, reconociendo la sinceridad de ambos, propuso una solución.
Daemon: (con firmeza) A partir de ahora, haremos reuniones conjuntas para todas las decisiones importantes. Dafne y Alexander, trabajaremos como un equipo,
asegurándonos de que todas las voces sean escuchadas y consideradas. No permitiremos que las divisiones internas debiliten nuestro ducado.
Dafne y Alexander asintieron, aceptando la propuesta de Daemon. Sabían que la colaboración y la transparencia serían cruciales para superar las tensiones y fortalecer su alianza.
As reuniones conjuntas comenzaron a celebrarse regularmente, y aunque al principio fueron tensas, poco a poco Dafne, Alexander y Daemon encontraron un ritmo de trabajo conjunto. Dafne se esforzó por mostrar su apoyo a las ideas de Alexander y por involucrarlo en las decisiones estratégicas, mientras Alexander comenzó a ver la utilidad de su perspectiva y habilidades.
Durante una de estas reuniones, discutieron la mejora de las defensas fronterizas y la expansión de las rutas comerciales.
Alexander: (mirando un mapa) He estado pensando en fortalecer nuestras fortificaciones en la frontera norte. Hay rumores de bandidos organizándose en esa área.
Dafne: (asintiendo) Es una buena idea, Alexander. Podríamos también establecer patrullas regulares y construir torres de vigilancia para asegurar una respuesta rápida.
Daemon: (mirando a ambos) Me parece un plan sólido. Trabajemos en los detalles y asegurémonos de que nuestros recursos se utilicen de manera eficiente.
La colaboración comenzó a dar frutos y la desconfianza inicial de Alexander se disipó gradualmente. Empezaron a ver a Dafne como una aliada valiosa en lugar de una amenaza.
A medida que trabajaban juntos, Dafne y Alexander comenzaron a compartir más tiempo, y Alexander empezó a ver en Dafne no solo a una aliada estratégica, sino a una amiga. Sin embargo, esto también trajo nuevos dilemas para Dafne, quien seguía lidiando con sus sentimientos por Daemon y el conocimiento del destino original.
Una tarde, mientras discutían algunos informes en la biblioteca, Alexander se volvió hacia Dafne con una expresión de gratitud.
Alexander: (con sinceridad) Dafne, debo admitir que al principio dudaba de tus intenciones, pero has demostrado ser una persona íntegra y valiosa para nuestro ducado. Te agradezco por tu dedicación y esfuerzo.
Dafne: (sonriendo) Gracias, Alexander. Significa mucho para mí escuchar eso. Estoy aquí para ayudar en lo que pueda.
Elena, que había estado observando la creciente amistad entre Dafne y Alexander, también se sintió más tranquila, viendo cómo su prometido aceptaba y apreciaba la influencia de Dafne.
Elena: (con una sonrisa) Dafne, gracias por todo lo que haces. Alexander y yo estamos agradecidos por tu apoyo y amistad.
Con la rivalidad transformada en colaboración, el ducado comenzó a prosperar. Las defensas se fortalecieron, las rutas comerciales se expandieron y la estabilidad interna se consolidó. Dafne, Daemon, Alexander y Elena trabajaban en armonía, y el futuro del ducado parecía más brillante que nunca.
Una noche, mientras contemplaban el atardecer desde los balcones del palacio, Daemon tomó la mano de Dafne y la miró con ternura.
Daemon: (con emoción) Dafne, hemos pasado por muchos desafíos, pero juntos hemos salido adelante. Estoy más seguro que nunca de que nuestro futuro es brillante.
Dafne: (con una sonrisa) Sí, Daemon. Estoy feliz de estar aquí contigo, enfrentando cada desafío y construyendo nuestro futuro.
Mientras las estrellas comenzaban a brillar en el cielo, Dafne sintió una paz y una certeza que no había experimentado antes. Sabía que, sin importar lo que el destino original hubiera dictado, ella tenía el poder de cambiar su historia y crear un final feliz junto a Daemon.
Dafne: (mirando a las estrellas) Este es solo el comienzo de nuestra historia, Daemon. Juntos, enfrentaremos cualquier adversidad y construiremos un futuro lleno de amor y esperanza.
Con esas palabras, Dafne y Daemon sellaron su compromiso de enfrentar juntos cualquier desafío, confiando en su amor y en la fuerza de su alianza para superar cualquier obstáculo.