Reencarne en un mundo mágico.
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Conociendo el Pueblo
A un poco cabalgar, llegué a un pintoresco pueblo... me llamó la atención que había muchos guardias y muchos sujetos vestidos muy elegantes, me imaginé que quizás era siempre así, por lo que entre a un pequeño mercad, cuando iba a comprar, me di cuenta que nuestro pobre caballo no podría llevarse todo, así que lo primero que hice, fue comprar una pequeña carreta. El caballero que me la vendió, dijo que era demasiada pequeña, pero me daba mucha pena cargar al pobre caballito con más peso, así que acepté esa pequeña carreta... después entré al mercado, compré verduras, carne, aprovecharía todos mis conocimientos en la cocina y que por lo menos, tantas horas de estudio de recetas no fueran del todo desperdiciadas, aunque no sé si un pequeño dragón sería un excelente catador de comidas. hablé con la señora del lugar y me presenté como Jazmín Marriott, al decir mi nombre tenía miedo de que impresión tuvieran de la familia...
- Qué bueno que haya llegado algún pariente de los Marriot, esa casa llevaba bastante tiempo sola
Recorrí el lugar y aproveché de hablar con algunas señoras, diciéndoles que para la casa iba a necesitar muchachas, que me ayudaran con el aseo, la verdad es que, en ese lugar era más fácil contratar hombres, pero debido a que soy una mujer sola, en una casa sola, no confíaba, así que le dije que si sabían de mujeres que necesitaran trabajo de casa que fueran a la casa Marriott.
Estaba casi por irme del pueblo cuando se me acerca un hombre un poco mayor que yo con una capa azul, muy alto de pelo oscuro y me saluda cortésmente, yo hice una pequeña reverencia, porque lo vi cuando saludo a otras personas y los otros le hicieron reverencia, entonces pues yo también la hago. me saludó algo sorprendido y se me quedó mirando fijamente, era guapo, muy guapo, mucho mayor que yo, pero en ese momento, no tenía cabeza para nada más, me alejé del hombre de la capa y continúe con mis compras, compré muchas especias que no conocía y que tenía que probar en mi cocina, compré platos ollas y todo lo necesario para dejar esa casa funcional, tenía que pensar además, cómo obtener más dinero, ya que el dinero que estaba en el marquesado no nos iba a durar para siempre y ese pequeño dragón comía demasiado. Nuevamente me encontré con el hombre de la capa en algo parecido a una farmacia, porque había cosas como de médicos y muchas hierbas, saludé solo asintiendo la cabeza al hombre de la capa y me puse a hablar con la señora que estaba atendiendo, le pregunté para qué servían algunas hierbas y me explicó y compré cosas que podían servir. Cuando terminé la larga calle, donde estaban todos los comercios, me puse la capa sobre mi cabeza y avancé en mi nueva carreta, junto a mis compras, tenía la esperanza de que pronto encontraría a alguien que me ayudara con la casa, si no lo haría yo sola. Ahora lo más importante era pensar cómo podríamos vivir, mi pequeño dragón y yo así que me dispuse a volver a la casa Marriott.
