No siempre lo que crees que fue verdad lo era
No siempre la mujer que creíste amar te amaría
No siempre lo que tú creíste que eran leales a ti lo fueron
regrese a mi primer vida después de experimentar otra vida en otro mundo
Quieres conocer más de mi historia la del principe heredero Alexander D Angello del imperio Zafiro quédate y te contaré mi dolor y vivencias y por lo que en está vida lucharé por ser mejor y proteger a mi familia de la traición de los que nos rodean.....
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descubriendo diamantes
Miro las tropas frente a mí: hay más de 5,000 hombres. La formación llama mi atención, ya que al frente están los principiantes, aquellos que son ex esclavos, plebeyos, hijos de hombres que han perdido su título y huérfanos. Pero no solo son hombres, sino también mujeres. Detrás de estos comienzan las líneas de defensa, desde la séptima hasta la primera, y por último están formados. Los líderes, como capitanes y generales, van desde la estrella 3 hasta la 5. Me siento orgulloso de ser parte del ejército de mi padre, el que me será entregado. Estoy parado frente a ellos y observo caras conocidas. No lo puedo creer: mis hombres más leales, que estuvieron conmigo y me defendieron hasta el último momento, están aquí parados frente a mí. En mi vida pasada los conocí en diferentes lugares, pero no sabía que primero intentaron ser parte del ejército. Como era tan arrogante, no permití que hubiera plebeyos, ni mucho menos esclavos, en mis filas. Para mí, eso era un insulto que pertenecieran a mis tropas militares. Aunque soy un niño, tengo la mente de un adulto. Si sumamos ambas edades, sería un hombre de casi 75 años. Shhh, de solo pensarlo se me pone la piel de gallina...
Hoy entiendo que cada ser humano es único y hay que valorarlo, ya que cada uno de ellos puede convertirse en un diamante. Me siento sumamente feliz porque he descubierto diamantes, diamantes que se pulirán a mi lado. Los haré brillar para que su valor sea incalculable, para que no se pierdan en esta vida. Todo será diferente. Quisiera decirles: vengan conmigo.
Pero esta vez no los voy a obligar a estar a mi lado; tendrán que hacerlo por sí mismos. Así que me acerco al general y le digo que todo aquel que quiera ser mi escolta dé un paso adelante para comenzar a hacer las pruebas. Él solo asiente con la cabeza y les habla.
" La visita de nuestro príncipe heredero el día de hoy es para buscar a sus escoltas. Como ya saben, él tendrá que elegir a sus caballeros, quienes estarán con él en todo momento protegiéndolo. Todo aquel que quiera y desee estar al lado del pequeño Sol del imperio, que dé un paso al frente. "
- Disculpe, general - dice un muchacho del grupo de principiantes, llamando mi atención y la del general.
- Mi señor, nosotros también podemos participar, dice. -
"Si crees que eres capaz de pasar la prueba por mí, no hay problema; es una competencia libre. Todo aquel que quiera estar a mi lado, protegiéndome y guiándome, porque no solo busco escoltas, busco amigos. Para mí, aquellos que estén a mi lado serán mi familia, una familia de guerreros. Entonces, si te sientes apto, preséntate; si no, hazte a un lado. "
- Su Alteza, lo digo porque entre nosotros hay esclavos, plebeyos, hombres que alguna vez tuvieron un título y han caído. Pero si usted nos da la oportunidad, sería un honor para nosotros estar al lado de Su Alteza.-
Lo miro y solo asiento con la cabeza antes de dar la orden de comenzar.
- General de la orden, porque cuento con poco tiempo y necesito salir de esto antes del mediodía. -
- Claro, su alteza, ya escucharon: todo aquel que quiera ser escolta del pequeño Sol del imperio, que dé un paso al frente. -
Es increíble lo que ven mis ojos: más de 100 hombres se paran y entre ellos veo caras muy conocidas entre las filas. Hoy solamente elegiré a algunos, pero poco a poco formaré mi propio ejército, un ejército amado por mi pueblo y respetado, pero ante todo, una fuerza a temer. Eso quiero que todo aquel que quiera proclamar la guerra al Imperio Zafiro lo piense dos veces, porque no será fácil destruir mi imperio; primero serán destruidos por mi glorioso ejército. Pero por el momento, ese pensamiento estará solo en mi mente... (sonrío).
Así da comienzo: el general les dice que formen parejas al azar y comienza la prueba.
Ya ha pasado una hora y quedan la mitad de los soldados. Quiero ver qué tan buenos son mis guerreros. Lo más curioso de todo es que la mitad de los que están en pie son principiantes...
Observo cómo pelean entre ellos, cómo van eliminando a sus compañeros del juego. Quedan cada vez menos; es increíble, algunos tienen habilidades sorprendentes con la espada, mientras que otros destacan en la lucha cuerpo a cuerpo. Es un deleite ver cómo se defienden unos de otros. Casi estamos por terminar; veo que ahora solo quedan un poco más de 20. Sigo mirando, observando, hasta que al fin cuento los últimos diez. Le hablo al general para que los detenga. Este me mira y me responde.
- ¡Soldados, deténganse! -
Me acerco; conté mal, no quedan 10, sino 14. Sonrío porque entre esos 14 hay cuatro mujeres. Me acerco y les digo:
- De ustedes saldrán mis escoltas. Gracias por llegar hasta aquí. - pronuncio
Escucho el bullicio de todos aquellos que han formado un círculo para verlos. Los motivan a seguir adelante, y cómo no, si puedo decir que están emparejados: la mitad son principiantes y la otra mitad pertenece a las diferentes líneas imperiales.
- La última prueba será con espadas de verdad, pero deberán medir su fuerza de ataque para no causar heridas a sus compañeros. El primero que desarme a su oponente pasará, así que comiencen. - les digo
Todos me miran, hacen una reverencia y van por sus respectivas armas. Yo solamente sonrío, porque sí, todos los que están aquí ya son ganadores. Estos 14 hombres y mujeres son mis nuevos escoltas, pero de aquí saldrá el líder de ellos. Así que quiero saber quién está mejor en este momento. Me siento a observar quiénes perderán, feliz de ver que tengo grandes guerreros en mis filas...