En Otra Vida

Eva:

Corrí hacia donde mis amigas estaban sentadas esperando poder entrar al salón. Ellas se percataron de mi llegada, Jimena levantó la mano saludando, Alisa gritó mi nombre con tanta fuerza, reí un poco divertida cuando los demás compañeros me miraban, igual estaban los de los grados más avanzados, claro que una en especial hizo tremenda cara de fuchi, la verdad siempre pasaba de sus comentarios, me acerqué sentándome en la banca donde ellas estaban ansiosas.

Metí mi mano en mi bolsillo sacando la tarjeta de mi tío, se las mostré muy feliz.

Jimena: Noooo…. ¿en verdad?

Eva: Tengo el permiso hasta para el baile.

Alisa: Super, mi padre igual me dio permiso, es más hasta dijo que Jhonas vaya por mi y que hablara con él.

Eva: Me costó un poco de trabajo, pero mi madre accedió al fin.

Jimena: tu madre siempre es buena onda, me encanta.

Reposó sus codos sobre la mesa sosteniendo su rostro, una sonrisa se dibujo mirándome fijamente

Jimena: Tienes una suerte que tus padres sean lindos contigo. Ni de broma le digo a los míos que iremos a la fiesta con los universitarios.

Respiré profundamente, los padres de Jimena eran un poco estrictos, hasta las veces que teníamos que salir era un rogar para que accedan y siempre con su seguridad de chaperones, claro que en estos tiempos era un poco complicado, New York siempre estaba al asecho de personas malas, para nosotras las jóvenes era un poco de más de cuidado, con eso que dicen que es la ciudad que nunca duerme, no solo se hace referencia por la vida nocturna que tenía en el centro de la ciudad.

Eva: Me tocaron los mejores padres, no tengo queja de eso.

Jimena: cuenta… cuenta.

Maestra: Alisa…

Las tres miramos hacia la voz de la maestra que hacia llamado a Alisa, rodó los ojos levantándose, Jimena y yo reímos al saber que sus padres ya la deberían estar esperando en la directiva, despues del tremendo pleito que se armó con los de 3ro de preparación, se la habían cantado los maestros.

Alisa: Nos vemos en el salón.

Asentimos con la cabeza esperando que llegara con la maestra, quien sabe que tanta cosa le decía pero Alisa se veía demasiado molesta.

Jimena se acercó a mi acortando demasiado la distancia, sostuvo mi mano queriendo saber lo que estaba ocurriendo entre Brandon y yo.

Jimena: ¿Le dijiste a tus padres que será fiesta de la fraternidad de los universitarios?

Eva: No, ¿Cómo crees? Le dije que sería fiesta del colegio y que invité a Brandon.

Jimena: Tu padre lo debe conocer, tengo entendido que es el hijo de los Obrien, un hombre demasiado recio y la madre, una mujer super vanidosa que solo está con el hombre por dinero. Bueno es lo que dicen.

Eva: Dijo que despues de la fiesta conocería a sus padres.

Jimena: Eva…

Eva: ¿mmm?

Jimena: Brandon va en serio contigo, mira que dejó a Marion por ti.

Eva: Bueno, eso es la mejor parte, por que no la invitaron a la fiesta.

PAAAAM!!!

Levantamos la mirada viendo a Marion Benson, una chica super hermosa, demasiado popular en el colegio, siendo del grupo de porristas que además tuvo una relación con el mismo Brandon, sonrió de manera amenazante… rodé los ojos, era una de las que siempre se dedicaba a molestarme.

Marion: Eva… Evita… la niña que piensa que tiene a Brandon en sus manos.

Elsa (amiga de Marion): Vamos Marion. Déjala.

Eva: ¿Cuál es tu problema? Nosotras ni te topamos.

Reposó una mano sobre la mesa acercándose más hacia mi, la verdad me intimidaba, lo que ella dijera se cumplía y más por ser una de las mejores estudiantes que los maestros siempre tenían en cuenta para todos los eventos importantes.

Marion: disfruta mientras tengas a Brandon, por que él tarde que temprano va a regresar conmigo, solo está esperando después de la fiesta y te manda a volar así (chasqueando los dedos)

Eva: Marion, no voy a pelear por un hombre, si él te quisiera, estaría a tu lado. Para que te quede claro, él y yo no somos nada. Solo buenos amigos.

Su amiga le sostuvo el brazo queriendo llevársela, se soltó evitando que la apartara de estar en nuestra área… Por suerte la campana sonó, era hora de tomar clases, me levanté cuando me empujó ocasionando que cayera sentada en la banca.

Jimena:. OYEEEE… ¿Qué TE SUCEDE?

Maestro: Niñas… niñas.. a su salón.

Me puse de pie quedando frente a frente de ella, era más alta que yo y con eso que tenía patrocinio por parte de su padre para modelar y el apoyo del señor Bratt Obrien, se creía la modelo del año que miraba a todos por encima del hombro.

Marion: La fiesta de la fraternidad de los chicos será memorable.

Eva: Eso me han dicho.

Elsa: Marion… estas hablando demás.

Marion: sigue pensando que eres la número uno. (susurrando) Adoptada.

Entreabrí los labios al escuchar a Marion, el profesor la tomó del brazo apartándola, sonrió en forma de burla, su amiga hizo lo mismo, ¿Cómo podían saber sobre mi origen? Mis tíos nunca hubieran dicho algo para que todos se burlaran de mi… Jimena hasta pálida se quedó, la seguía con la mirada mientras se alejaba, en mi mente se vino todas esas veces que en la primaria recibí burlas por ser adoptada, la manera despiadada que los niños hacían bromas cuando eran eventos del padre y de la madre, mis ojos se humedecieron, una mano tomó mi mano apretando con fuerza.

Jimena: Eva…

Parpadeaba sintiendo que entraba en ese mundo paralelo que muchas veces no deseaba salir, dejé caer una lagrima.

Jimena: Sabes como es Marion, solo habla por hablar.

La miré apartando una de mis lagrimas, sostuve mi mochila caminando hacia el salón, creí que la terapia de hace años había funcionado, que el recuerdo de mis padres había quedado solo para mi, que todas esas burlas ya habían pasado desapercibidas, que no era momento para volver a estar emocionalmente inestable. Negué con la cabeza saliendo a correr del lado contrario de la entrada al colegio…

Jimena: EVAAA…

Quería estar sola, quería sentirme tranquila y comprendida. Conocía un camino secreto para salir del colegio donde nadie pueda molestarme… sostuve mi móvil, quería buscar el número de mi terapeuta, mis manos me temblaban, eran palabras que mi cerebro las tenía bloqueadas ya que podía recordar un cierto odio y coraje hacia mis padres por dejarme sola, sé que ellos querían lo mejor, pero no era el momento. Me dejaron sola, es cierto que mis tíos me aman sobre todas las cosas pero ya me había recuperado y no quería volver a pasar esas noches difíciles de abandono.

(…)

Había llegado al consultorio donde la terapeuta laboraba, la asistente se puso de pie al verme llegar, pasó de mi presencia, caminé por ese pasillo que me traía los peores recuerdos de mi vida, noté que la asistente del consultorio no estaba pero había personas esperando su consulta. No me importó pasar de esas personas. Abrí la puerta entrando.

Unas personas estaban discutiendo que al verme quedaron callados.

Terapeuta: Eva.. ¿Qué haces aquí?

Eva: No… no… no lo sé.

Terapeuta: Eva, estoy en consulta.

Eva: yo.. Yo…

Negué con la cabeza, no comprendía que hacía aquí ni por que había acudido a este lugar.

Terapeuta: ¿Eva?

Bajé la mirada de la pena de haber interrumpido a estar personas, negaba con la cabeza, la terapeuta se acercó tomando mi mano.

Terapeuta: Por favor solo unos minutos ahora regreso.

Abrió la puerta saliendo de su consultorio, caminaba al paso de ella, no sé a donde íbamos a ir, abrió la puerta entrando en una sala donde había muchas sillas, un lugar donde daban conferencia, cerró la puesta jalando el respaldo de la silla, hizo que me sentara haciendo lo mismo quedando de frente.

Terapeuta: ¿Qué sucede?

Reposé mi mano en mi pecho, empezaba a respirar con algo de trabajo, era como esas veces que quieres ocultar algo y corres sin rumbo y te cansas deseando tomar aliento.

Eva: una chica sabe mi origen.

Terapeuta: ¿Eso que tiene que ver? Eva… Eva, hemos trabajado el control de tus emociones, hemos trabajado el dominio que debes tener en tu sentir.

Eva: Se burlarán de mi… Me dirán adoptada.

La terapeuta tomó mis manos, quería tener mi atención pero mi mirada estaba por muchas partes, no lograba prestar atención de su figura de autoridad.

Terapeuta: Mírame… Eva… Mírame.

Levantó el dedo de en medio y el índice los reposó debajo de los míos guiando mi mirada hacia la de ella, ya había pasado tiempo en que no necesitaba de esa señal.

Terapeuta: No puedes otorgarle poder a otras personas, no cuando sabes que las cosas no son tu culpa. El que dirán siempre va existir mientras tú no pongas límites, te seguirá afectando. Eva… Eva…

Cerré los ojos con fuerza. Negué con la cabeza no la quería escuchar, quería irme a casa. Me puse de pie, pero jaló mis manos haciendo que me sentara.

Terapeuta: Contrólate. Hablaré a tu tía.

Eva: No. No lo haga.

Respiró profundamente, me miraba bajando la cabeza, levantó el rostro sin apartar la mirada de mi.

Terapeuta: Si no logras comprender todo lo que nosotros hemos hecho por ti, entonces la del problema eres tú.

Eva: siempre he sido el problema lo sé.

Terapeuta: No, no dije eso, pero Eva, llevo 5 años tratándote y solo escuchas una palabra y detona lo que tú misma quieras sentir. No es justo para tu tía Naima, ni para tu tío Gian, tomaron contigo una responsabilidad, ellos han cumplido, pero eres la que se cierra en que todo quieres que seas tú.

Negué con la cabeza, eso no era así, quería salir de este sentimiento que me ahogaba por momentos, con las referencias que otras personas hacían así mi persona.

Terapeuta: Eva, cambiaré de residencia, ya no podré tratarte ni estar pendiente de como evolucionas, he hecho hasta lo imposible, pero eres la que se limita. No das mejoría por que te niegas a querer ver que si existe un mundo mejor.

Arrebaté mis manos, negué con la cabeza, no podía creer que me culpara de algo que no podía evitar, no podía decirle a mi mente que no me afecte las palabras de los demás o peor que no podía decirle a mi corazón que no llore la muerte de mis padres.

Eva: No se preocupe, ya me siento mejor.

Di la media vuelta caminando hacia la puerta, la abrí girando, la doctora se levantó sacudiendo su hermoso vestido.

Eva: Es una pena que nunca pudo tener mejoría como usted se lo ha hecho creer a mis padres, solo los hizo gastar dinero. Por eso usted no buscaba soluciones, usted misma me culpa de lo que siento. Que le vaya muy bien.

Terapeuta: EVA… EVA..

Cerré la puerta, no quería escuchar a esta doctorcilla, todos los terapeutas son la misma mierda, solo cobran y cobran, no dan resultados y tampoco son capaces de ayudarte como se debe para dejar de acudir a sus consultas… Todos, todos esos que se dicen profesionistas de la Psicología son uno charlatanes buenos para nada.

Instagram: Lucymomhistorias...

Eva