Tu, Mi Verdadero Amor.

Alejandro.

Me pare con la intención de buscarla y disculparme, pero en ese momento mis tíos, iniciaron su discurso.

-Buenas noches, para todos, quiero agradecer su presencia el día de hoy, nuestra familia está de celebración, ya que nuestro dos herederos se han graduado, Pablo, mi hijo, y Alejandro, mi sobrino, por favor un aplauso para ellos.

Todos empezaron a aplaudir, yo fingí una sonrisa, cuando lo que más deseaba era buscar a Claudia, la busque con la mirada y no la entre.

-Hoy también, les tengo un anuncio, mi hijo Pablo se casa muy pronto, así que eso también tenemos que celebrarlo.

Casarse, sentí mi corazón a mil, se iban a casar, sentí mi rostro arder del coraje, hasta que vi, que Pablo se acercó a mis tíos, tomado de la mano de lucero, no entendía.

-Gracias a todos por estar aquí, hoy es un gran día, para mí y mi familia, quiero aprovechar la oportunidad para presentarles oficialmente a mi prometida, lucero Chávez.

Los aplausos no se hicieron esperar, no sabía qué había pasado, él se iba a casar con lucero, entonces que pasaba con Claudia. En ese momento entendí que había metido la pata hasta el fondo.

…

Pablo.

Unos días antes de la graduación todo exploto, mis padres se enteraron de todo, Después de mi conversar con Claudia, me fui a un bar a tomar, tome hasta que perdí la consistencia, cuando desperté, estaba en mi habitación, no sé cómo llegué.

Después de un rato tomé una ducha, cuando salí mis padres estaban sentados en mi cama esperando por mí.

-Vístete, tenemos que hablar.- dijo mi madre.

-Te esperamos en el despacho.- agrego mi padre.

Yo solo asentí con la cabeza y ellos salieron, se veían serios, así que me vestí rápidamente y baje hasta el despacho de mi padre, toque y me hicieron pasar, al entrar pude ver que lucero y sus padres estaban presente.

-Ven siéntate- dice mi madre.

- ya te podrás imaginar\, lo que pasa. - me dice mi padre y yo asiento con la cabeza.

- estoy sumamente decepcionada de ti pablo\, pensé que había criado a un hombre responsable\, te dimos todo lo que podías necesitar\, pero solo mira todo el desastre que ocasionaste.- concluyó mi madre.

- lo siento madre.- dije con la cabeza agacha.

-si de verdad lo sientes, tienes que hacerte responsable.- yo moví la cabeza en señal de aprobación.

 Las palabras de mi madre me dolieron, pero sabía que tenía razón, lleve una vida llena de locuras, que en nunca me detuve en pensar en las consecuencias.

Fue una larga conversación, en dónde salió a relucir todo lo ocurrido, incluyendo nuestra traición hacia Claudia, por su puesto mis padres se enojaron, y la madre de lucero le abofeteo por haber traicionado a su amiga.

A la final, no hubo más remedio que aceptar mi matrimonio con lucero, era la manera correcta de arreglar todo el desastre que habíamos hecho.

Ahora estoy aquí delante de todos los invitados, anunciando que muy pronto seré un hombre casado, busque con la mirada a Claudia, pero no la encontré. Sabía que la había perdido, era el resultado de mi estupidez. Sé que me lamentaré toda la vida por esto, pero ya no ahí marcha atrás.

…

Claudia.

Pensé que las cosas con Alejandro, habían cambiado, pero veo que no fue así, sus palabras fueron dolorosas para mí, en su mirada vi rabia. Mi pecho dolía y las lágrimas salían sin parar, Camila, quien había escuchado todo, me tomo de la mano y me saco de ese lugar.

Le pedí que no me llevará a casa, así que nos fuimos a la ciudad, hacer que, no sé, pero mi casa era el último lugar en el que quería estar.

-Sabes que Camila, es hora de divertirnos, que tal si vamos a una disco.- le propongo

-Estás segura, y si mejor vamos a tu casa.

-Nada de eso, estoy cansada de estar llorando encerrada en mi habitación, hoy vamos a tomar como si no hubiera un mañana.- grite mientras conducía.

- Claudia\, amiga\, sé que estás dolida\, por todo lo que ha pasado\, pero ir a embriagarse no es la solución\, han sido muchas cosas y debes procesar todo con calma.- sabía que camila tenía razón\, pero no quería pensar en nada\, quería olvidar todo.

- mañana lo haré\, ahora solo voy a disfrutar.

- tanto te gusta Alejandro.

Eso último hizo que, borrara la sonrisa forzada que tenía, las lágrimas volvieron a salir, era verdad Alejandro me gustaba mucho más de lo que yo podía imaginar. Camila tomo mi mano en señal de apoyo.

- sabes qué amiga\, tienes razón\, vamos a embriagarnos.- yo sonreí al escucharla.

Era viernes y las discos estaban a reventar, fuimos a la barra y pedimos dos tequilas, no soy muy buena con el alcohol, pero hoy deseaba tomar hasta olvidar, el asco de vida que tenía. No sé cuántos tequilas había tomado, pero mi estado de ánimo había mejorado, la música estaba genial, así que nos fuimos a la pista a bailar, en donde muchos chicos se nos acercaron. Después de bailar un rato volvimos a la barra en donde seguimos bebiendo.

El alcohol ya estaba haciendo efecto en mí, sentía que todo me daba vuelta, pero quería seguir, me sentía tan emocionada que termine subiéndome a una mesa, camila no había tomado tanto, ella trataba de controlarme, pero le fue imposible.

No sé cuanto tiempo paso, yo seguía moviendo mi cuerpo de forma sensual, mientras camila me gritaba que me bajara, obvio que no la escuche, hasta que vi, esos ojos hermosos que me miraban con enojo. Eso es lo último que recuerdo, después de eso no hay nada en mi cabeza, más que un terrible dolor de cabeza. Y Camila, que no para de reír, pero no me dice lo que pasó.

-Ya Camila, para y dime qué hice.- le digo sería.

-Pues amiga, más bien, pregunta que no hiciste.- me responde con una sonrisa.

Trataba de recordar y lo único que llegaba a mi cabeza era más palabras, la mirada llena de enojo de Alejandro, y sus palabras en la celebración que aún dolían, él me gustaba, era realmente eso.