La Doble Vida Del Ceo

Laura

Después de un agotador viaje de cinco horas y media por fin llegamos a nuestro destino, el pueblo en que nací, observo sus calles, por ellas transcurrió mi infancia, adolescencia y juventud hasta que tuve que salir de allí para buscar un mejor futuro, con nostalgia recuerdo el día que me despedí de mis padres y mi hermano con una pequeña maleta en la cual iba mi ropa y objetos personales, pero en la cual también iba cargada de sueños, metas y aspiraciones

El pueblo ha cambiado mucho en estos años, desde aquella tarde que subí a en bus el cual me llevaría a la ciudad para iniciar mis estudios universitarios,

el pavimento en sus calles, el mejoramiento de las instalaciones de algunos sitios como la alcaldía, iglesia y el hospital hacen ver su progreso el cual ha sido un poco lento, pero a pesar de esto sus habitantes siguen con la misma calidez de siempre

Suspiro al recordar lo que ha sido de mi vida a lo largo de casi 16 años... Puedo decir que fui completamente feliz y que cumplí lo que me propuse al salir de aquí, pero hoy estoy de regreso con el alma echa pedazos, durante los años de casada veníamos dos o tres veces al año en vacaciones escolares para compartir tiempo con los mios

Nuestra primera parada es en la tienda de abarrotes la cual es propiedad de mi hermano, que al vernos se le dibuja una gran sonrisa en su rostro y da un grito mientras acorta la distancia

- pero mira que hermosa sorpresa, porque no nos avisaron que vendrían

Dice mi hermano mientras que nos abraza

- queríamos darles la sorpresa

Andrés le deja encargado el negocio a su empleado y nos invita a pasar al fondo de la propiedad donde está la vivienda

Al abrir la puerta está mi cuñada en el sofá leyendo un libro

En cuanto Sofía nota nuestra presencia nos saluda, mi sobrino al escuchar diferentes voces sale de una de las habitaciones y me abraza, no pierdo tiempo y lo lleno de besos

- como has crecido, ya no podré decirte enano

Le digo mientras le revuelvo sus cabellos con mis manos, todos ríen al ver que por poco ya supera mi estatura y eso que Juan Esteban es un adolescente de tan solo 14 años

- tía y mi padrino no vino?

Niego con la cabeza, sin poder evitar mis ojos se llenan de lágrimas, las limpio rápidamente para evitar que las noten

- no, está trabajando

Digo y mis hijas inmediatamente clavan su mirada en mí, pues siempre les he dicho que las mentiras son malas

Vamos a sentarnos, para que descansen un poco dice Sofía, mientras trae unos refrescos en una bandeja

Cada uno tomamos un vaso y nos sentamos en la sala

mi sobrino no pierde tiempo en mostrarme su talento, sus dibujos son excelentes, Alejandro no se equivocó en afirmar que Juan Esteban bien podría inclinarse por la arquitectura e incluso prometió pagarle sus estudios universitarios

Media hora después nos despedimos, con la promesa de vernos en la noche en casa de mis padres para hacer la acostumbrada fogata mientras quemamos malvaviscos y él toca la guitarra mientras papá con su hermosa voz nos canta

Conduzco por quince minutos y llegamos a la finca de mis padres, en cuanto bajo del auto puedo respirar la paz y la tranquilidad que me ofrece este lugar, los perros corren y laten avisando nuestra llegada y de la casa inmediatamente salen mis padres

ellos nos reciben con el cariño de siempre

- que alegría

Dicen mi padres al vernos mientras nos abrazan y besan

Ingresamos a la casa, nos sentamos en la sala, hablamos un rato, mamá se retira hacia la cocina y unos minutos más tarde regresa con tres tazas humeantes de café recién echo en la estufa de leña y dos vasos de leche con amasijos para las niñas

papá empieza a contar sus acostumbradas historias y feliz veo a mis hijas disfrutarlas

Una vez termina con su historieta lleva a las niñas a ver a sus preciadas gallinas, las cuales les proporcionan los huevos que después venden en la tienda de abarrotes de mi hermano

hace años tanto mi hermano como yo les proporcionamos una mensualidad para que descansarán y no tuvieran que preocuparse por nada, pero esto es algo que los entretiene y los mantiene activos

Me quedo con mi mamá para ayudarle a organizar la cocina

- y como han estado las cosas?

me quedo en silencio, pues un nudo se me ha echo en la garganta el cual me impide responder mientras que mis lágrimas amenazan con salir

- lo sabía, esta visita tuya tan de repente es por algo, además en tu mirada hay una gran tristeza

- ¡ ayy mamá! que bien me conoces

- hay problemas con tu marido?

asiento mientras ella me abraza

- ayy hija deben de ser bobadas, todos los matrimonios pasamos por alguna crisis, además tú marido es todo un ángel... Es cariñoso, amoroso, consentidor y detallista

río con ironía al escucharla

- pues ese angel me engaño

Le suelto de un golpe y ella queda muy sorprendida

- pero como, estás segura?

Tomo una gran bocanada de aire

- mamá te acuerdas que los llame para contarles que Alejandro había sufrido un infarto

mi mamá asiente

- bueno viaje a Villa del Rosario y allí me enteré Alejandro no solo me fue infiel si no que también tiene un hijo con su amante

- pero eso hace casi un mes, que ha pasado

- lo eche de la casa y la próxima semana firmaremos el divorcio

- hay Dios, las niñas lo saben?

- si, y es lo que más duele, mis hijas están sufriendo con la separación

- y Alejandro está viviendo con esa mujer?

- no, él dice que fue un desliz y que a ella lo une solo el niño

- y dónde se está quedando?

- en la hacienda

- y te ha pedido perdón, quiere por lo menos recuperar a su familia

- si

Respondo sin poder evitar que mis lágrimas caigan una tras otra, mi madre me abraza y luego se separa y hace que la mire a los ojos

- Laura ya lo pensaste bien, Alejandro falló pero él siempre ha sido un buen esposo, un buen padre y eso debes de verlo, por lo menos inténtalo... las niñas lo necesitan

- mamá y dónde quedó yo... donde queda mi orgullo, mi dignidad

- hija... a veces nosotras tenemos que dejar pasar las cosas si queremos darles un hogar a nuestros hijos...

La miro sorprendida, porque siempre tuve a mi papá en un buen concepto

- papá te fue infiel?

ella baja su rostro y luego asiente

- no solo una vez, fueron dos veces en que lo descubrí

Quien iba a imaginarlo que el señor Pedro Antonio Castillo aquel hombre recto que siempre fue firme en decir que lo más importante era la palabra, había incumplido a ella, había faltado en su promesa frente al altar y ante Dios