Amor Contratado Para Ganar Una Elección

Lorena quiere moverse, pero no puede apartar la mirada, no quiere dar la impresión que tiene miedo; aunque este con una chompa con capucha, pantalones de mezclilla se podía notar la belleza natural que emanaba esa mujer, quien se había percatado después de unos minutos que el hombre frente a ella es Gabriel Larrea, candidato presidencial.

- "Gabriel te necesitamos dentro", dijo Augusto.

- "Voy en un minuto", expresó Gabriel mirando hacia dentro, cuando volvió a observar la ventana de enfrente, ya no estaba la mujer de cabellos negros que le había llamado la atención; así que procedió a ingresar.

Cuando Gabriel volteó para responder, Lorena aprovechó para alejarse de la ventana, y sacudir un poco la extraña sensación que aquel hombre había provocado en ella, se hizo una cola de caballo y se dirigió a la cocina.

- "Siéntate cariño", dijo doña Mariana.

- "Debes abrigarte más cuando salgas, el frío es terrible en la calle, en esta época del año", comentó don Miguel, esposo de su tía, mientras ayudaba a su esposa a servir la comida.

Miguel y Mariana Solórzano eran una pareja amorosa, tienen tres hijos que viven en el extranjero. Cuando los padres de Lorena murieron acogieron a la pequeña en su seno familiar, lamentablemente no tenían mucho dinero para garantizar la educación de todos conforme hubiesen querido, y los jovenes tuvieron que ver como salir adelante por sus propios medios con la poca ayuda que pudieron brindarle sus padres; pese a todo Lorena logró estudiar secretariado ejecutivo, pero su pronto matrimonio con Alberto la había dejado con muy poca experiencia profesional.

...Miguel y Mariana Solorzano...

- "Gracias tío lo tendré en cuenta. Pueden creer que me pareció ver a Gabriel Larrea en el balcón de enfrente", expresó Lorena.

- "Probablemente, haya sido él, cariño. Su centro de campaña queda en ese lugar", comentó doña Mariana.

Lorena arrugó su nariz, se había quedado mirando embobada a quien quizás se convierta en el próximo presidente del país, no pudo evitar sentirse avergonzada.

- "Sé por mi amiga Magaly que están pidiendo una secretaria, deberías presentarte", dijo doña Mariana sacándola de sus pensamientos.

- "No", expresó confundida, "no sé nada sobre política, creo que necesitarían a alguien con ese tipo de experiencia", agregó Lorena después de su rotunda e improvisada negativa.

- "Cariño no tienes mucha experiencia, pero te conozco y sé que aprendes rápido, no es fácil conseguir trabajo, puedo hablar con Magaly que trabaja con ellos, para que al menos puedas dejar tu currículum", expresó doña Mariana con una sonrisa.

Aunque no estaba muy segura de ello; Lorena pensó que no tenía muchas opciones para empezar así que mientras en más lugares presente sus documentos, tendría mayores oportunidades.

Al día siguiente, como le había dejado indicado la amiga de su tía fue a la oficina y dejo con Magaly sus documentos, quien sonrió al conocerla, doña Mariana siempre le había hablado de lo maravillosa que era su sobrina y quedó encantada en conocerla.

Magaly Ortiz forma parte del staff profesional de la campaña electoral y brinda asesoramiento técnico, algo excéntrica, pero bastante inteligente; también necesita que pronto tengan una secretaria eficiente que mantenga en orden todos los documentos y maneje correctamente la agenda del candidato. Augusto Cabrera se había pasado contratando muchachas que ni siquiera habían estudiado y cuando obtenían el puesto, solo querían que Gabriel les hiciera caso, lo que lo incomodaba bastante y terminaba despidiendo a todas.

...Magaly Ortiz...

Así que cuando Augusto llevó los expedientes de las candidatas se las agenció para también poner el expediente de Lorena; pronto los cinco prospectos estaban en las manos de Gabriel Larrea y Patricia Santoro.

Mientras revisaba los documentos, Gabriel se quedó mirando con atención la fotografía de Lorena Castillo, definitivamente era la misma mujer que ayer logró ver en el balcón, eran los inconfundibles ojos algo grises, algo almendras y sonríe sin notarlo.

- "Lorena Castillo, quiero entrevistarla", dijo Gabriel.

- "¿Lorena Castillo?, déjame ver. No, yo no traje esto, además es demasiado mayor tiene treinta años, y solo tiene un año de experiencia. Revisa el resto, necesitamos alguien más joven, con energía para el arduo trabajo", manifestó Augusto con molestia.

- "Déjame ver", expresó Patricia, casi arrebatándole el expediente a Augusto.

- "Hemos contratado varias jóvenes que no han dado la talla para el trabajo, no sé que idea tienes de mayor, pero ser alguien de treinta está bastante lejano a eso", replicó Gabriel con serenidad.

- "Pero no tiene experiencia, y no sé quién la incorporó, tal vez sea una espía", se apresuró en decir Augusto.

- "Ninguna de las otras candidatas tiene experiencia, al menos ella estudió para ser secretaria ejecutiva, y trabajó durante un año como secretaria en una empresa constructora, creo que con eso por lo menos sabrá tipear los documentos y archivarlos, que ya es bastante con respecto a las que has contratado tú", expresó Patricia, elevando una de sus cejas.

- "Pero no sé cómo apareció", refutó Augusto, necesitaba algo con que luego chantajear a Gabriel, y las muchachas que traía eran para que lograran eso.

- "Tiene la firma de Magaly Ortiz en la recepción, llámala y pregúntale, por ahora seamos honestos es la mejor candidata, ya que extrañamente pareces traerme siempre muchachas inexpertas, que no saben mantener la compostura", manifestó Gabriel con seriedad, estaba empezando a sospechar por el extraño comportamiento de Augusto, quien se pudo dar cuenta de ello, sabía que tenía que retroceder en sus planes, si el candidato presidencial se daba cuenta de sus intenciones sería despedido en el acto.

Así que llamaron a Magaly y les explicó que Lorena vivía en frente y era la sobrina de una persona de su absoluta confianza, que la había recomendado.

Minutos más tarde, Lorena está sacándose los zapatos, siente que sus dedos le aprietan, los zapatos de tacón le habían maltratado los pies; su móvil suena y le dan una impactante noticia, no puede creer que mañana tendrá una entrevista con el mismísimo Gabriel Larrea, cuando corta la comunicación, se mira en el espejo, y sonríe, tal vez sea su oportunidad de conseguir un empleo, y aunque sienta vergüenza por cómo lo quedó mirando aquella mañana no iba a desaprovechar la oportunidad de conseguir un empleo y empezar a desarrollarse profesionalmente.