Después de los 40 - Un Acuerdo Nada Convencional!!!

Luna

Todos comemos e percebi que el tal Bryan miraba demasiado a mi tía, ¡Sam es una mujer hermosa! Ahora tengo que admitir que mi jefe es guapo, ¡muy guapo! Uiii.

Bryan

La tal Sam casi no habla, pero observa mucho, conozco a las personas, soy así también. Muchas veces sé exactamente lo que van a decir o hacer, he estudiado todo lo relacionado con la lectura del cuerpo, tengo muchos cursos, además de ser abogado, soy muy bueno con las personas, sé hacer bien esas lecturas. ¡Ella me intriga! No demuestra nada, pero hay algo que la incomoda, eso es seguro. No puedo ni pensar en ello, necesito casarme y no sé ni con quién...

Samantha

El tal Bryan, medio raro... me miró y apuesto a que está intentando leerme, ¡soy buena en mantener la neutralidad! No es mi especialidad, pero sé un poco. Abogado, con traje y tiene cara de sinvergüenza.

Acabamos sentándonos todos en la terraza trasera, es bastante grande y tiene muchas sillas, la noche estaba agradable, ni caliente ni tan fría.

Se quedaron conversando, riendo y

Olivia – sé que los conozco desde hace poco, pero por lo que sé, Bryan no es tan callado.

Leo sonriendo – no le hagas caso, querida, él tiene problemas.

Heitor riendo – ¿problemas? ¡No! Está en un callejón sin salida.

Bryan – disculpen, por los ineptos de mis amigos, estoy un poco cansado.

Andreza – ¡ah!!!! Pero cuéntanos, soy muy curiosa, ¿qué pasó?

Bryan – no se preocupen.

Luna – yo también tengo curiosidad, somos de confianza, tal vez podamos ayudarte.

Andreza – puedes confiar en nosotras, ahora somos tus amigas.

Samantha acaba riendo.

Pablo – ¿no quieres saber, Sam?

Samantha – ¿yo?

Todos mirándola.

Samantha – no, gracias, cada uno con sus problemas, ya tengo los míos y créanme, no son pocos.

Chicas, entiendan, él no quiere hablar.

Luna riendo – ay Sam, ¿tienes que ser tan directa?

Samantha – lo siento, pero soy así.

Bryan – ¿por qué te rioste?

Samantha – ¿cómo así?

Bryan – te reíste cuando las chicas intentaron convencerme de que contara.

Samantha – nada, solo que no confío ni en mi sombra.

Bryan acaba riendo – entendí.

Luna – ustedes son extraños.

Pablo – yo soy el chismoso, ¡no aguanto! Él necesita casarse.

Bryan mira a su amigo, queriendo burlarse de él.

Luna – deberías haber traído a tu novia, Bryan.

Heitor riendo – ahí está el problema, ¡él no tiene novia!

Andreza con la boca abierta – ¿me vas a decir que tiene novio?

Todos acaban riendo por la cara que hizo Andreza.

Bryan – nada en contra, pero me gustan las mujeres.

Leo – él no tiene novia, solo necesita casarse.

Heitor – es muy simple, necesita casarse hasta el lunes y ni novia tiene... se quedan conversando y bromeando con el amigo.

Samantha

Ya habían bebido bastante y estaban hablando de más, el tal Bryan no, al contrario, quería matar a sus amigos y por lo que entendí, ¡tiene dinero! Necesita una esposa y yo necesito dinero. Voy a hablar con él... Espero que salga pronto y salga junto con él. Cuando veo que empieza a despedirse, ¡me adelanto!

Luna – ven más veces, Sam.

Samantha – lo prometo, linda, cuídate.

Samantha

Me despido de todos y me voy, pero quedo esperando en la salida, como estaban en la terraza trasera, no me veían. Sin mencionar que hay cuatro coches de lujo y no tengo idea de cuál es el del raro. Pronto él viene y lo abordo.

Bryan

La tía extraña de Luna salió y decido aprovechar para salir también. Mis amigos ya bebieron de más y hablaron demasiado, ¡más de lo que debían! Cuando estoy a punto de entrar al coche, me llevo un gran susto, ella ríe.

Bryan – ¿quieres matarme del corazón o podrías haberme golpeado sin querer?

Samantha riendo – disculpa, pero no pude evitarlo. Aquí ella le entrega un papel, es mi dirección, escuché que necesitas una esposa y yo necesito dinero. Si estás interesado en negociar, aparecete mañana a las 9:00, si no apareces, lo entenderé como un no.

Ella se va.

Bryan

Además de extraña, ¡es loca! Ella se va y ni vi el coche en que estaba, ¡qué mujer más loca! ¿Y cómo se supone que yo me case con ella? Salgo y voy pensando, quién sabe, no puede ser tan malo, pero nunca la he visto. No sé qué hace, si es problemática, paranoica, si está separada, si tiene hijos... ¡Qué locura! Me dejó curioso y necesito una esposa, pero de entrada va en contra de mis reglas, solo la vi una vez, ¡no voy a hacerlo! Cuando voy a romper el papel, desisto y lo guardo en el bolsillo. Esto es una locura.

Samantha

¡Voy a casa insultándome! ¿Por qué le di mi dirección? ¡Esto es una locura! ¿Y si resulta ser un idiota? Está bien que necesito dinero, pero ni siquiera lo conozco.

Aunque salí con Adrián durante seis años y también a él no lo conocía bien. ¡Basta! Se acabó la tortura, voy a tomar dos pastillas y dormir.