La Odisea De Una Flor Perdida

Me había despertado en una zona desértica con un fuerte dolor de cabeza, los rayos del que parecían pertenecer al sol me golpeaban en el rostro, la arena del sol me picaba todo el cuerpo como pequeñas agujas.

No recordaba cómo había llegado a ese lugar, lo único que recordaba era el rostro de una persona, mi esposa. Su voz temblorosa y desesperada que pronunciaba mi nombre no dejaba de resonar en mi mente.

—Flor… —susurré mientras mi visión se adaptaba al nuevo mundo en el que me encontraba—.

—¡Ca-Capitán! ¡Por favor! ¡No te mueras! ¡No te mueras! —gritó mi compañera mientras intentaba despertarme—.

—¿Roxy…? —me levanté desorientado y volteé a los alrededores—. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Dónde estamos?

—No lo sé, yo tampoco recuerdo muy bien lo que pasó, lo último que recuerdo es que estábamos en la nave discutiendo y…

—¡Oigan! —gritó un desconocido mientras se acercaba—. ¿Qué hacen en el tiradero de Order? Este lugar no es para turistas

—¿Qué?, ¿Dijo Order?

—Huh, ¿qué es eso?

—¡Rápido! Dejen de perder más el tiempo y suban a mi nave —con su pulgar apuntó a una nave, que a simple vista parecía un camión de carga, solo que sin las llantas— Antes de que los Flyp salvajes salgan para devorar la basura de la galaxia

—¡¡¿Hay Flyps salvajes aquí?!! —preguntó asustada mientras se ponía de pie de un salto—

—Sí, y no son iguales a los del zoológico de Andrómeda, digamos que son más sádicos

No queríamos averiguar si decía la verdad, así que no tuvimos más opción que subir a su nave para acompañarlo en su viaje. A diferencia de lo que pensaba, el interior de la nave estaba limpia, aunque tenía un par de bolsas llenas de botellas de alcohol y cigarrillos.

—¿Y bien? ¿Qué hacían este par de tortolos en el basurero de Andrómeda?

—¡¿Qué?! ¡No somos pareja! —respondió Roxy mientras se ponía tan roja como un tomate—. Además él ya esta casado con alguien más y yo no soy una gata rompe hogares, como la princesa de Elfer tengo valores, sabes

—Jaja ¿Eso es verdad chico?

—Sí, estoy casado con alguien más. Nosotros solo somos compañeros de equipo

—¡Amigos! Somos amigos —me corrigió Roxy al instante—. Y deberías darme las gracias porque no le digo eso a cualquiera

—Ya veo, así que son solo amigos, ¿no?

—No, solo somos compañeros

—Sí, somos amigos

—Jaja, y díganme amigos o compañeros ¿Dónde quieren que los deje? Hay una ciudad cercana donde reciben muy bien a los turistas

—Ahm, disculpa, plebeyo de la carroza de alcohol y de basura, hay una ciudad donde hayan naves con inteligencia artificial integrada

—Señorita, no estamos tan avanzados como las ciudadelas jaja, pero pueden encontrar a un piloto en uno de los bares del centro, ellos siempre aceptan trabajos más si son de forasteros como ustedes

—De acuerdo, muchas gracias, plebeyo de la carroza —Roxy volteó a verme—. Ya escuchaste tenemos que buscar a un piloto que nos lleve con los demás

—Sí, ya escuché pero no sabemos donde están los demás ni siquiera sabemos si siguen con vida o si… —me vinieron pequeños flash backs del rostro del hombre que nos separó de los demás— Él los mató… —añadí adolorido mientras tenía la mano en mi frente—.

—No se preocupen por eso, conozco a un hombre que puede ayudarlos —de su bolsillo sacó una tarjeta—. Hay un viejo que es capaz de encontrar cosas perdidas, incluso dicen rumores que fue el maestro de los hermanos Rho —le entregó la tarjeta a Roxy mientras una cálida y amable sonrisa decoraba su rostro—. Él puede mostrarles el camino para volver con su equipo

—Gracias plebeyo de la carroza, ahora no pierdas más el tiempo y llévanos a la ciudad

—Sí, jaja, su majestad

Nuestro desconocido amigo nos dejó en la ciudad más cercana, una ciudad habitada por animales con cuerpos humanoides, sin duda ver el alrededor me recordaba a los típicos animes Isekai que solía ver con mi hermana menor antes de…

—¡Capitán, mira! —exclamó Roxy mientras apuntaba a un par de carteles de la subasta de especímenes del zoológico de Andrómeda—. Ese bastardo de Rho Mar… planea vender a nuestros amigos en un año estelar —murmuró Roxy enfurecida—

—Flor… —susurré viendo uno de los carteles en los venía una imagen de mi esposa—

Las palabras que Rho Mar me dijo antes de que todo se volviera oscuro regresaron a mi cabeza:

“Responde niño, ¿qué eres sin K-02? ¿Crees que podrás protegerla?”.

Sin los poderes que me brindaba mi mejor amigo, yo… Solo era un humano común y corriente, ¿Cómo podría salvarla? Sí, ni siquiera con poderes pude vencerlo. Tal vez él tenía razón, sin mi amigo y mi esposa no soy nadie.

—Capitán, tenemos que conseguir la nave cuánto antes para salir de este mugroso planeta y salvarlos

—¿Cómo piensas hacer eso? Ninguno de los dos tiene la fuerza ni la capacidad para poder

—¿Qué? ¡No podemos dejarlos así como así!, ¿Te estás escuchando? ¡¿Qué no sé supone que ustedes los humanos siempre buscan hacer lo correcto?!, como esa Gorila a la cual llamas esposa

—No todos, Roxy, la mayoría aunque no lo creas, solo… —volteé al suelo, recordando a las personas de la Tierra—. Sobrevive… sin importar qué

—Eso es muy primitivo, ¡Hmph! Ahora entiendo porque ustedes los humanos ni siquiera han inventado las naves espaciales que viajan a velocidad luz, son muy primitivos y sucios

—Dime, aún si logramos salir de este planeta ¿Cómo piensas derrotar a Rho Mar y a su ejército? Ninguno de los dos tiene súper fuerza como Flor, súper resistencia como Kror, los poderes de un parásito. ir es un suicidio —me encogí de hombros—. Somos los débiles del grupo y por ende. Somos los más inútiles

—¿Ah? ¿A quién llamas inútil? Eso lo dirás por ti, mugroso primate de ojos rojos y puede que no sea perfecta pero si hay algo que caracteriza a mi especie es la lealtad, más si es hacia mis amigos

—Entiendo, así que tienes tantas ganas de morir —respondí con un suspiro—.

—¡Óyeme! —exclamó Roxy mientras me metía pequeños golpes en el brazo—. Cuida tus modales que soy una princesa, soy la legítima princesa de Elfer

—Jaja, oye, no deberías ser tan sensible si se supone que vas a pelear

—¡Y tú deberías ser más educado frente a una princesa!