Dos Villanos En Aprietos

En la noche solo la luna ilumina una vieja cabaña, ahí Regina saca de su manga una daga, corta la soga y se quita su vestido, debajo de él lleva un traje que usa para entrenar, ella llegaba de correr cuando todo paso.

-Que horrible lugar, maldito conde, solo déjame tener tu cuello entre mis manos.

Ella solo sonríe pues afuera se escucha el escándalo, los mercenarios caen uno a uno por flechas que no saben de dónde vienen, pues el bosque esta oscuro.

-Esa es mi señal.

Regina sale con sus dagas en sus manos y también empieza a matar a quien se le atraviesa en su camino, las flechas siguen acabando con los mercenarios.

El líder solo ve como sus compañeros mueren uno a uno, intentaba huir, pero Regina lo detiene, lo somete

 y ahora él termina en la misma silla que ella.

-Ahora tú esperarás aquí a tu jefe, me gustaría ver su rostro, ya vez, hubieras aceptado el dinero.

Sin más ella lo noquea, del bosque sale un joven con dos espadas tipo catana, él es joven aun así es letal como su madre.

-Bennett estás bien? Fue complicado.

-No, he entrenado desde niño junto a mi hermana y mi madre, usted está bien?

-Sí, es hora de irnos, tu madre debe estar orgullosa.

-Si, nos ha entrenado bien, mi padre es quien siempre dudo un poco, pero ella es lo importante que tiene.

-Si, la marquesa Bennett ** Casi me desmayo cuando ella llegó una noche con dos adolescentes, ella es alguien que conocemos bien**

Mientras en la frontera un mensaje llega con la marquesa Bennett, su hija se lo entrega y ella solo sonríe de lado.

-Es hora de que tú hermano tenga un poco de entrenamiento.

-Puedo ir?

-No tu irás al reino vecino.

-Sabes que hacer

-Claro madre, llegar al Rey y cortarle el cuello.

-Asi es mi bella niña, llevas a tus doncellas, letales como tú, caballeros que son centinelas como tú hermano, estará bien

-Si madre confía en mi.

Así un carruaje sale hacia el reino en conflicto, en el carruaje va una dama muy bella con excelentes modales y sobre todo entrenada desde niña por la Marquesa Bennett.

-Bennet... cómo convenciste al marqués.

-Si estoy aquí es por designio de los dioses, fue para cambiar algo, esos niños estaban destinados a morir, ahora ellos deben seguir su futuro, mi esposo lo sabe, sabe que ellos son especiales

Luciel solo la ve, los mellizos son jóvenes Pero entrenados por su madre, la marquesa es la mano derecha de Aina y ahora esperan que la joven tenga éxito.

Mientras todo eso pasa, James solo ríe también por la nota que recibe, sabe que Regina estará bien.

-James, ven un momento.

-Si, que sucede.

-Esta es la orden sellada del emperador, Luciel encontró pruebas en contra del conde, su madre solo pide clemencia para su nieto que es el heredero del título, solo eso será respetado, su título y su territorio, los negocios serán confiscados así como la fortuna que hizo con el contrabando de armas.

-Entonces puedo matarlo.

-Sí.

-Bien, está codiciado algo que es mío, le mostraré quien soy en realidad.

-Estoy de acuerdo contigo, yo también defendería a Camila de quién sea, ve.

James así va a hotel y solo ríe al ver a Regina entrar, ver cómo el conde sale corriendo, el centinela lo sigue y va en dirección a la cabaña.

El conde no entiende que paso, al llegar entra y solo queda horrorizado, los mercenarios están apilados uno sobre otro, todos están muertos.

El líder en una silla sin uñas en pies y manos, el le quita la mordaza y solo escucha la voz agonizante.

-Por favor mátame, ella es un demonio, nunca me dijiste que era una mujer peligrosa, de haberlo sabido jamás hubiera aceptado el trabajo.

-Pero de que hablas, que mujer.

-La maldita mujer que me mandaste a secuestrar, ella me hizo esto.

-No puede ser... Ella es... Es una dama.

-El habla de mi hermosa esposa, codicias algo que jamás podría ser tuyo, a nosotros nos une está vida y las anteriores.

-Eres un simple barón, conmigo podría tener todo.

-Entonces por qué ella no está aquí, Regina es una mujer que no le importa el estatus, la riqueza que puedes darle no es nada a lo que nosotros tenemos.

-Te refieres al amor, ja, ja, ja, por favor, ni siquiera le puedes comprar joyas y vestidos elegantes.

-Crees que le importa eso, si así fuera ella podría comprarlo sin problema, nuestra fortuna se ha triplicado.

-Mientes!!

-No miento, Pero eso ya no te importa, ella es mi esposa, mi mujer y será la madre de mis hijos, tú morirás por mi mano.

-Estas loco, soy un conde.

-Ya no lo eres.

James tira el documento donde se ordena su muerte por traición, el conde no puede creerlo, así que sale corriendo, James alista su ballesta para disparar, su puntería es exacta, la flecha atraviesa su pierna, solo grito en el bosque resuena, intenta correr pero intenta correr.

James tira otra flecha y ahora ambas piernas las tiene heridas.

-Basta... piedad... Que será de mí familia.

-Eso debiste pensarlo antes, querías destruir a mi familia.

-Que familia? No tienes hijos.

-Regina es mi familia, ella es lo más importante para mí.

-Me iré lejos, nunca sabrás de mi.

-Jaja, dime tú sentirías clemencia por mi, que pensaba hacer matarme?

-No, maldito!

-Eso pensabas que no? Está bien, acepto vete. -Sonríe -

El conde logra ponerse de pie y James baja la ballesta, solo sale corriendo con todas sus fuerzas, cuando a lo lejos ve un caballo, si logra llegar a el, podra escapar, así podrá véngase esto.

-Juro que volveré y te mataré...

Logra subir al caballo y sale a todo galope, solo piensa en escapar, en el otro reino conoce a mucha gente que lo ayudará, solo se escucha el galope del caballo.

Está convencido de lograrlo, pero una flecha se incrusta en su espalda y cae bruscamente.

Lentamente, ve como James llega y camina hacia él.

-oh perdón, en verdad creías que te dejaría, eso jamás, yo el barón James Foster, cumplo con la orden de mi Emperador, saca una daga y la clava en su corazón, la gira y la saca, cumpliendo así la sentencia.

-Sabes, mi abuelo decía que la esperanza antes de morir es la mejor tortura, jugar con los sentimientos de una persona, causa que caiga en desesperación, ahora muere.

Su centinela llega y se lleva el cuerpo

-Llenaré el informe.

-Gracias, iré al hotel.

Al llegar toma un baño y va con Regina que ya eta dormida.

-Es en serio? Cómo puedes dormir sin mí?

-Sabía que estás bien, ven deja de hacer berrinche, dime qué sufrió.

-Claro que si, nadie puede tratar de hacerte daño y vivir

-Es lo más tierno que has hecho por mí, gracias.