Nick es un hombre millonario, exitoso, guapo, y amable, alguien que lo ha tenido todo… Pero su pasado es mucho más gris y profundo que aquella fachada, porque años atrás, luego de perder la memoria, terminó en un orfanato donde la pasó abusos, humillaciones y problemas, pero gracias a la bondad de un hombre que lo adoptó, su vida mejoró. Sin embargo, ¿quién podría imaginarse que, aun así, le faltaba un obstáculo mucho más complicado que enfrentar? El amor llegó a su puerta, de una manera singular e incluso puede parecer incorrecta.
Por otra parte, Jennifer creció como una hermosa joven, que aunque no tenía a su madre, sí tenía un hogar lleno de amor junto a su padre y sus cuatro hermanos adoptivos. Sí, adoptivos, que aunque no tenían un lazo de sangre que los uniera, el lazo de la familia… o del amor, era más fuerte. ¿Qué es lo peor que podría pasar?
ESTA NUEVA NOVELA ESTARÁ LLENA DE EMOCIONES, PROBLEMAS Y CONFLICTOS… PERO IGUAL QUE EN MIS OTRAS NOVELAS, EL AMOR PREVALECE.
LOS AMO
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Capitulo 9 "Despertando a Jen"
A la mañana siguiente.
Nick
Estos dos años y medio han sido una tortura. Estar lejos de Jen ha sido más complicado de lo que pensé, y para colmo aguantar a Vanesa, la hija de uno de los amigos de Adrián, es una tortura. Su sola voz es irritante, y a pesar de que le alejo y soy bastante cortante con ella, sigue insistiendo. He terminado con ella tres veces y pareciera que la hubiera hechizado y me persigue a todos lados.
Incluso le dije que era gay y el rumor se esparció, pero ella lo negó y dijo que había sido una broma de mal gusto. Así que ahora no lidio solo con mi asistente que, aunque no se sobrepasa, se cree con muchos derechos y aleja a muchas mujeres, en parte eso me tranquiliza, ya que no quiero más mujeres rondándome. Y también con Vanesa
Cuando Adrián me preguntó si Jen podría quedarse conmigo en mi departamento, literalmente escupí el agua que bebía y casi se me sale el corazón de la garganta. Jen y yo… solos, en mi casa. Intenté negarme y darle más opciones, pero al final me tocó ceder. Así que ahora aquí estoy, a la entrada de la mansión, apretando el volante, respirando para prepararme mentalmente
Entro a la mansión y al cruzar la puerta me encuentro a mi padre con un traje a la medida color vino tinto, camisa negra y corbata a juego con el traje. Al volver, ensancha su sonrisa y deja el jugo de naranja en la mesa para venir a saludarme
—Hijo, qué gusto verte. Creí que llegarías más tarde —lo abrazo con una sonrisa y al alejarse busco con la mirada a Jen, pero no la veo por ningún lado
—¿Dónde está Jennifer?
—Sigue durmiendo, ya fui a su recámara, pero tiene un sueño de marmota —sonreí por lo bajo. Es verdad, tiene un sueño pesado, tanto que pueden demoler la casa y ella ni cuenta se daría. ¿Quieres desayunar conmigo, hijo?
—Gracias, pero comí antes de venir —me senté a su lado— solo tomaré un poco de jugo
—Como quieras. Después ve a despertar a Jenny, capas y tú si logres despertarla, te doy permiso de echarle agua
—¿Y ganarme una patada en la cara? No, gracias, prefiero hacer algo más seguro—sonrió, entonces, luego de acabar el jugo, subí las escaleras y me acerqué a la puerta derecha al inicio de las escaleras. Es la de la habitación de Jen, Jennifer, sí, ahora es Jennifer.
Toqué dos veces, pero nadie respondió, entonces la llamé
—Jennifer —no hubo respuesta —Jennifer, es hora de irnos. Debes despedirte de nuestro padre —nada, pero qué mujer, pareciera que tomara somníferos para elefantes. Toqué dos veces más, pero nada
—¡Será mejor que entres y le eches agua! —gritó Adrián desde el piso de abajo, entonces suspiré y giré la perilla. Ella está acostada de lado envuelta en el edredón de seda hasta la cintura con su cabello rubio claro esparcido por todos lados, tenía sus labios entreabiertos y soltaba suspiro cada dos respiraciones. ¿Es normal que me parezca tan hermosa aun cuando tiene baba en la comisura de sus labios entreabiertos mojando su almohada?
Es que es simplemente encantadora. Me senté al borde de la cama y su aroma me impregnó… tiene un aroma tan particular a cereza que desprende su cabello, y el de su cuerpo es tan fresco que me recuerda a la menta en medio de la playa, relajante y embriagador
Acaricié su mejilla suavemente y soltó un quejido como si fuera una gata a mi tacto y me sacudió con su mano dormida. Entonces le acomodé el cabello con una sonrisa
—Oye, ¿por qué eres tan hermosa, pero tan irritante a la vez? —le susurré en voz baja para asegurarme de que no me oía, entonces de la nada abrió sus piernas y se quitó el edredón dejando al descubierto sus muslos a mi lado. Me quedé paralizada al verla y recorrerla, entonces me di mil cachetadas mentales. ¿Cómo es que a medida que el tiempo pasa se ve más hermosa?
Me levanté y sacudí el traje en la parte baja, debo parecer un pervertido. Carraspeé y entonces, sin mirar, la volví a cubrir con el edredón, pero al agacharme abrió los ojos de golpe y me paralicé a la altura de su rostro. Abrió su boca sorprendida y de la nada se levantó golpeándome la barbilla con la cabeza y luego se golpeó con el cabecero
—¿Qué? ¿Qué? ¿Qué? Tú… —palideció mientras se sobaba la cabeza entre el terror y el asombro, no pude evitar reírme y entonces de la nada me tiró un despertador y por suerte lo alcancé a esquivar
—¿Qué es tan divertido, idiota? ¡Casi me da un infarto! ¿No podías solo tocar la puerta y ya? ¿Quién te dijo que entraras? Eso es de mala educación
—¡Como si despertarte fuera tan fácil! Ni con un terremoto te dignas a despertar, eres peor que una marmota invernando
—¡¿Marmota!? ¿Acaso me ves gorda, imbécil? —ladró colocándose de en la cama señalándome con el dedo y solo le rogué a mis ojos no bajar la mirada a sus piernas desnudas
—¡En ningún momento dije eso! Dije que duermes como una, no que te pareces a una
—¡Me da igual! No debiste entrar, ¿qué acaso no conces la palabra privacidad? ¿Qué harías si hubiera estado desnuda vistiéndome?
“De seguro besarte” ¡Cállate conciencia!
—¿Tú? ¿Vistiéndote a estas horas? Por favor, si es una rogadera que te despiertes
—Eso no es verdad, soy muy responsable
—Se nota —sonreí con ironía cruzándome de brazos— tu padre ya vino a despertarte, yo te llamé dos veces desde la puerta y toque cuatro veces, incluso aquí te llame, pero seguías botando babas en la almohada mientras roncabas —su rostro quedo tan rosado como sus labios de la vergüenza, pero rápidamente se convirtió en enojo
—¡Yo no RONCO! ¡Jamás lo hago!
—Que nunca te lo hayan dicho no significa que no lo hagas. A ver si tu esposo te aguantará que ronques como carro averiado —me lanzó una almohada furiosa y la esquive riéndome
—Pues para que veas, mi esposo me querrá con todo y mis ronquidos
—Enhorabuena, si alguien te quiere con tus ronquidos y berrinches.
—Lo encontraré, y si no, mejor soltera que mal acompañada, a diferencia de ti, que solo te metes con mujeres sin cerebro y materialistas, gritó lanzándome otra almohada al tiempo mientras se acercaba al borde de la cama quedando un poco más alta que yo
— Ni siquiera sabes si estoy con alguien o no. Y si lo estoy, te debería dar igual; en cambio, tú debes tener cuidado. Hoy en día todos los hombres son idiotas, y más con chicas ingenuas como tú.
—Sí, y tú eres la mejor prueba de ello - gritó a centímetros de mi rostro, apretando sus dientes del enojo mirándome fijamente. Sus fosas nasales se abrían y cerraban a medida que respiraba del enojo. Yo estaba igual y ni siquiera entendía cuando demonios llegamos a esta conversación.
—¿Se puede saber por qué tanto escándalo? Sus gritos se escuchan hasta el primer piso. ¿Qué no se pueden llevar bien? —Adrián se quedó estático al vernos tan cerca y luego recorrió a Jen que, al estar inclinada, se descubría el inicio de su trasero. Entonces evitó mirarla y dirigió su mirada a mí
—Jenny, hija. Ya es tarde y debo partir ya o el jet me dejará
—Eres el dueño del jet — le recordé
—Pero no del tiempo de los empleados, ellos tienen sus cosas que hacer. Se acercó a Jen y yo me alejé, entonces tomó el edredón y le cubrió la cintura y la bajó de la cama, luego la abrazó y ella le devolvió el abrazo
—Pórtate bien y obedece a Nick, él solo busca tu bienestar
—Y fastidiarme la vida también. ¿Puedes creer que me dijo marmota? —reclamó indignada y el pecho de Adrián se sacudió al reír
—¿Por qué habrá sido? —preguntó con ironía y le sacudió el cabello —. ¿Por algo tienes tres despertadores, no? Lo bueno es que Nick madruga y te despertará más temprano. ¿No, Nick? —asentí, entonces ella suspiró
— Como sea. Te voy a extrañar, papá. Cuídate mucho.
—Tú también, hija. Nick, cuídalo mucho y cuídate también
Asentí, entonces Adrián se acercó a la puerta y yo tomé su maleta para llevarla al auto donde Mark estaba esperando. Jen bajó de hurtadillas detrás de nosotros
—Si vienes, descansa y sin haberte cambiado de ropa, lo primero que haré será quitarte el internet en la suite. ¿Te quedó claro? —Le dije sin molestarme en voltear a verla, pero pude sentir cómo dio un pisotón y subió corriendo las escaleras de nuevo, no pude evitar reír
Al llegar al auto, metí la maleta, el maletero y Mark hizo una reverencia mirándome. Asentí y él asintió y se subió al asiento del conductor. Yo abrí la puerta de Adrián y él quedó frente a mí. Es solo unos dos centímetros más bajo, somos prácticamente iguales
—Cuida a Jenny bien, Nicolas. Sabes que ahora tenemos más enemigos
—Te prometo que no dejaré que le hagan daño, jamás dejaría que la lastimén
—Lo sé. Después de mí, tú eres quien más la quieres, aunque finjas que —palmeó mi hombro y dio un leve apretón, entonces se acercó y vi sus intenciones de abrazarme, le correspondí, después se metió al auto y abrió la ventanilla
—Que tengas un buen viaje, padre
—Gracias, cuídense. Y recuerda que a Jenny le da miedo los rayos y truenos, estamos en época de frío y lluvias, no la dejes sola —asentí y el auto se alejó, entonces me adentré a la casa. Saludé a Nana y hablé un rato con ella, luego volví a subir las escaleras para ir al cuarto de Jen
Iba a entrar, pero recordé cómo se enojó, entonces toqué dos veces
—Adelante —entré y la vi frente al espejo aplicándose perfume. Llevaba muy poco maquillaje, aunque, a decir verdad, no lo necesita. Su rostro es perfecto. Se bañó y huele a cerezas y menta fresca, pero se secó el cabello y tiene un moño desarreglado, pero a la vez arreglado y se ve hermosa. Además, lleva una blusa de tiras color rojo y un chort corto y unos tenis converse de lo que tanta ama usar, aparte de los tacones
—¿Nos vamos o vas a mirarme más tiempo? —dijo con ironía a través del espejo, pero entonces vi que tomó un labial de un tono más oscuro y se pintó los labios, luego les colocó un poco de brillante. Se veía tan apetecible que carraspeé y bajé la mirada a otro lado
—Iré llevando tu maleta
—Uju —no dijo nada más, entonces llevé y metí la maleta al auto, luego suspiré
Estos dos meses serán una tortura, vivir con ella lo será. Podré verla y tenerla cerca y será fantástico, pero será na tortura al mismo tiempo. Tenerla tan cerca y a mi alcance, pero no poder tocarla. En estos dos años no ha hecho otra cosa más que recordarme y afirmarme que me odia. Si supiera que yo no he hecho otra cosa más que amarla con cada latido de mi ser