Mirella, una joven de 21 años, hija de la empleada de la familia Morety, recién graduada como técnica en enfermería, se ve prácticamente obligada a cuidar de Valentim Morety, quien, tras un terrible accidente, decidió aislarse en su finca.
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Capítulo 21
Mirella trabajó todo el día ayudando a Guadalupe con las visitas.
Mirella: Espero que la familia Morety se demore para una visita así Guadalupe.
Guadalupe: ellos tardan en venir, pero cuando vienen, dan un trabajo que Dios me libre. Ve a descansar Mirella, mañana termino esto.
Mirella: Buenas noches Guadalupe.
Mirella se dirige a su habitación, cuando pasa frente a la puerta de la habitación de Valentín, escucha voces.
Acerca su oído a la puerta, escucha la voz y la risa de Ximena.
“Ximena: Siempre fuiste bueno en la cama Valentín, eras un fuego que nunca se apagaba. Hoy quiero ver si consigo apagar al menos una llama.
Valentín: Quítate la ropa Ximena, quédate desnuda para mí.
Ximena: Hum, es para ya.
Mirella sale de allí evitando el llanto, va a su habitación y allí se permite llorar. Llorar por un hombre que no se preocupa por sus sentimientos, que no muestra ni un ápice de empatía por ella.
“No debería llorar por él” piensa.
…Con Valentín…
Valentín mira a Ximena que está desnuda provocándolo.
Valentín se da cuenta de que no está tan excitado como lo está con Mirella.
Pero quiere continuar, quizás, quiere demostrarse a sí mismo que está activo como antes del accidente.
Desafortunadamente, no piensa en Mirella, pues Mirella para él, es solo alguien con la que tiene un contrato, solo eso.
Con dificultad, Valentín se sienta en la cama, le pide a Ximena que le quite los pantalones, ella inmediatamente hace lo que le pide.
Valentín: Antes no necesitaba pedir ayuda.
Ximena: Deja de eso Valentín, ¿cuál es el problema de quitarte los pantalones?, no sería legal si fuera rutina, tener que hacer eso para todo, pero para un buen polvo no veo nada malo en quitarte los pantalones.
Valentín escuchó aquello y sonó como si fuera solo por un placer todo bien, pero jamás una mujer como Ximena se casaría con un inválido como él, aunque él y Ximena nunca tuvieron ese interés, pero él se dio cuenta de que ninguna mujer se atrevería a casarse o salir con un inválido.
Ximena se monta sobre Valentín y comienza a besar su cuello, Valentín ya no está excitado, siente que su miembro se encoge.
Ximena: ¡Valentín! Dice mirándolo.
Valentín: Ximena, lo siento, pero creo que es mejor que salgas de aquí.
Ximena: No lo puedo creer Valentín, ¿estabas excitado y en cuanto me subí encima tuyo, te vienes abajo?
Valentín: Por favor, bájate de mí, ponte la ropa y vete a tu habitación.
Ximena, se levanta, se viste y sale dando un portazo.
Valentín: ¡Mierda! ¿Por qué me ha dejado con las ganas? Dice refiriéndose a su propio miembro.
…Al día siguiente…
Mirella está en la cocina preparando el jugo, mientras Carlos Miguel está sentado conversando con ella.
Carlos Miguel: Podrías ir a vivir a la ciudad Mirella, puedes vivir en mi apartamento, hasta que te acomodes.
Mirella: Imagínese, vivir con usted. Dice avergonzada.
Carlos Miguel: Con todo respeto, no te obligaré a nada.
Mirella: Por ahora no puedo irme de aquí, pero en cuanto pueda, seguro que me iré a la ciudad, pero no a su apartamento.
Carlos Miguel: ¿A dónde irás Mirella, si no tienes a nadie?
Mirella: No tengo miedo, tengo que afrontar, estoy sola, pero no por eso me quedaré en este fin del mundo.
Carlos Miguel: Hay algo en ti que me llama la atención Mirella, incluso con esa ropa, tienes una postura bonita, no sé, pero si te dieras un baño de tienda serías una mujer despampanante.
Valentín: ¿Qué haces aquí Carlos Miguel? ¿Acosando a mi extraña empleada?
Mirella se asusta al oír la gruesa voz de Valentín procedente de la puerta.
Carlos Miguel: ¿Qué es esto Valentín? ¡Más respeto por la chica!
Valentín: Estoy en mi casa, hablo como quiero con mis empleados.
Carlos Miguel: Podrías tratar mejor a tus empleados, no hay necesidad de eso.
Mirella: Con permiso, voy a llevar el jugo a la mesa. Mirella pasa junto a Valentín, pero antes le lanza una mirada fulminante al hacendado.
Valentín: No puedes ver a una mujer sin que quieras tirarle los tejos, ¿verdad Carlos Miguel?.
Carlos Miguel: Sólo estaba conversando, y por otra parte, que yo sepa Mirella es mayor de edad y soltera, ¿cuál es el problema?.
Valentín: ¡El problema es que no quiero que andes molestando a mis empleados!
Carlos Miguel: Ok primo, además, ya me iba.
Carlos Miguel se marcha, dejando a Valentín allí, enfadado por lo que había oído decirle a Mirella.
Durante todo el día, Valentín permaneció recluido de la familia. Su prima Ximena no le dirigió la mirada.
Al final del día, todos se marcharon, para alegría de Valentín.
Mirella también se alegró, pues está agotada de ayudar a Guadalupe y Lupita.
Al atardecer, Mirella coge unos dulces y se va al jardín.
Ya piensa en marcharse de aquella hacienda y sobre todo de la vida de Valentín.
Más tarde Mirella se ducha y se acuesta en su cama, no tarda mucho en oír que llaman a la puerta.
Asume que es Valentín, así que no abre, sigue acostada.
Los golpes se hacen más fuertes, Mirella no abre.
Valentín: ¡Abre aquí Mirella!
Mirella decide abrir, pues piensa que puede necesitar algo.
Mirella: ¿Qué pasa Valentín? ¿Necesitas algo que no puedes hacer?
Valentín: ¿Me vas a dejar entrar?
Mirella: ¡Hoy no Valentín!
Valentín: Con mi primo hoy, estabas muy dispuesta.
Mirella: ¡Sólo estaba conversando, eso es todo!
Valentín: ¡Déjame entrar Mirella!
Mirella se aparta de la puerta y se dirige al interior de la habitación.
Valentín: Quítate la ropa para mí. Dice con voz más serena.
Mirella: ¡Ya te he dicho que no quiero!
Mirella se acuerda de Valentín y Ximena la noche anterior, se entristece y rechaza a Valentín.
Valentín: ¿En qué estás pensando Mirella? Podrías agradecerme que te folle, que satisfaga tus deseos.
Mirella está de espaldas a Valentín, no responde.
Valentín: Guapa no eres, eres descuidada, extraña, ¿quién tendría el valor de entablar una relación contigo? Si yo anduviera jamás saldría con una mujer como tú, de hecho, ni siquiera lisiado.
Mirella se seca las lágrimas, sale de la habitación dejando a Valentín solo.
…Autora…
Chicos, esperen, a partir del próximo capítulo, habrá un giro en la vida de Mirella, esperen, se publicarán 15 capítulos más.
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