Zulema de la Puente, tiene 25 años, y en poco tiempo ha sufrido una serie de desgracias que cambiaron su mundo, su padre murió, su madre está muy enferma, fue despedida de la compañía en que estaba desarrollando una carrera exitosa y su prometido Javier Belmonte canceló su compromiso.
Ahogada en los problemas, una noche bebió más de la cuenta, y para vengarse de su prometido durmió con su tío, Mathias Belmonte, un frío, pero apuesto hombre de 35 años, dueño de una de las más importantes fortunas del país.
¿Será Mathias un problema más grande para Zulema o será su Salvador?
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10. Carlos y Marcela
Zulema había terminado de hacer las tareas asignadas en la cafetería en la que trabajaba, uno de los pocos lugares donde podía ser contratada, ahí no parecía importar el escándalo provocando por el desfalco del inversionista Santiago De la Puente, fueron muy duros los momentos que tuvo que pasar cuando se desató el escándalo, les embargaron o confiscaron la mayoría de sus cosas; no tenían acceso a las cuentas bancarias.
La carrera incipiente de publicista de Zulema, se había venido abajo por todo ello, el peso de lo ocurrido parecía importar más que su talento; por eso trabajar en su rubro se había hecho imposible.
- "Vamos, ya anda cámbiate", le dice Marcela, sacándola de sus pensamientos.
Marcela tiene 20 años, es una joven bastante entusiasta y tiene un canal de Youtube en el que da consejos de belleza, que parece estar creciendo; ella es la hermana menor de Carlos Molina, un amigo de la universidad de Zulema, él estaba en el extranjero por una beca de una maestría que había ganado.
Don Felipe Molina, padre de Carlos y Marcela, siempre fue un excelente mecánico, que pudo sacar adelante a sus hijos sin mucho lujo, pero dándole suficiente para que puedan desarrollarse, sus hijos son inteligentes y aplicados, por eso han ganado becas para estudiar en prestigiosas universidades.
Lamentablemente, don Felipe tuvo un accidente y perdió uno de sus brazos, le era imposible hacer su trabajo de siempre; tuvo que vender su taller, y con el dinero que Carlos había ahorrado le ayudó a poner una cafetería familiar, que tuvo relativo éxito, logrando abrir otra en poco tiempo y pudiendo contratar personal.
Carlos tiene 25 años, como becado fue relegado por varios de sus compañeros de estudios, por no encajar en su mundo de apariencias; sin embargo, a Zulema no le importó, después de todo para aquellos en el fondo era "una nueva rica", pero como tenía dinero podía ser aceptada; aunque la mayoría solo le ofrecía una amistad hipócrita, que se vio desenmascarada cuando la desgracia cayó sobre la familia de Zulema, y los dizque amigos desaparecieron inmediatamente.
El dinero que estaba ahorrando Carlos, era para poner su propia empresa de publicidad, pero priorizó a la familia; será que cuando obras bien las bendiciones llegan, de repente una postulación que había dado por perdida, volvió a darle esperanzas, ante la demostración de trampa de otro postulante, él se ganó una beca integral para estudiar en el extranjero una maestría en Dirección y Estrategia Publicitaria.
Cuando se enteró de lo sucedido con el padre de Zulema la llamó de inmediato, mantuvieron la comunicación y cuando ella no conseguía trabajo, le ofreció uno en la cafetería, además de que conversó con una amiga, que hizo por los negocios, dueña de una empresa de catering; quien también le dio un empleo a Zulema, manteniendo un perfil bajo para que no sea relacionada en el escándalo de su padre; necesitaba ganar dinero para pagar las terapias de su madre y su internamiento en el hospital, difícilmente tenía descanso.
Zulema salió vestida con un traje sastre y su portafolio, estaba nerviosa y se le notaba en el rostro.
- "Tranquila, ya has pasado por mucho, es momento de que tu suerte cambie", manifestó Marcela con una sonrisa, que le hacía lucir tan dulce que nadie pudiera creer que tiene veinte años.
- "Aunque me haya ofrecido el trabajo, no deja de ser el tío de Javier", replicó Zulema.
- "Zully no tienes muchas opciones, amas tanto tu carrera, así sea de esta forma, no pierdas la oportunidad, si lo haces probablemente te vas a arrepentir, el tiempo pasa y necesitas demostrar de lo que estás hecha", dijo Marcela tomando sus manos.
- "Tienes razón, Marce, debería ser yo la que te aconseje, eres menor que yo", manifestó Zulema.
- "La edad es solo un número aleatorio, eres lo que llevas dentro, no las vueltas que ha dado el reloj. Avanza que tengo que ir a atender a los clientes", expresó Marcela, le dio unas palmaditas y fue a tomar la orden.
Zulema respiró profundamente, sujetó su portafolio, y avanzó dándose seguridad a si misma, necesitaba el dinero y el trabajo, y sobre todo necesitaba no rendirse con su sueño, se lo debía a su padre que siempre quiso lo mejor para ella.
...Carlos y Marcela Molina...
te felicito
mamita y su abuelo