A los dieciocho años, me vi obligada a casarme con Aureliano Estrada, un hombre poderoso, atractivo e inteligente, pero también un despota que se había encaprichado conmigo. Lo odiaba profundamente, ya que su ambición me había obligado a renunciar al amor de mi vida, Marcos Villasmil, el chico más guapo y dulce que jamás había conocido. Nuestro amor era real y puro, pero mis padres no lo aceptaban; al menos eso me hacían creer. Cada día en la vida con Aureliano se sentía como una prisión dorada. Aunque tenía todo lo que muchos desearían: una mansión, fiestas lujosas y la admiración de la sociedad, mi corazón seguía anhelando la libertad que había perdido junto a Marcos. La sombra de su recuerdo me seguía, recordándome lo que realmente importaba: el amor verdadero y la felicidad genuina. Mientras navegaba por esta nueva vida impuesta, comenzaba a cuestionar mis decisiones y a buscar maneras de recuperar el control sobre mi destino. Sabía que no podía seguir viviendo así, atrapada entre las expectativas de mis padres y el dominio de Aureliano
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Capítulo XXIV Venganza silenciosa
Punto de vista de Carlos
El odio me estaba consumiendo, la sola imagen de Catalina en mi mente me hacía sentir furioso, el recuerdo de cuando me enteré de que sería padre me invadía día y noche, la tristeza se había apoderado de mi. Sumido en mis pensamientos vi como la pantalla de mi teléfono se iluminaba, era una llamada de Veronica; mi pequeña niña.
Tomando el control de mis emociones logré contestas la llamada en un tono serio. “Dime… hija”, esa última palabra desgarro mi alma.
“Hola papá, solo llame para saludarte y decirte que me inscribí en la universidad, continuaré con mis estudios de administración, así como me lo pediste”, su voz removía un sentimiento que pensé había muerto dentro de mi, pero no podía flaquear, tenía que ser fuerte.
“Me alegro por ti, imagino que Aureliano se molesto por eso”, comente solo por curiosidad, quería saber si la vida de ella era miserable.
“Al contrario papá, él me está apoyando y aniñando a continuar mis estudios y mis sueños”, al escucharla decir esas cosas mi corazón latió de alegría, pero mi cerebro bloqueó cualquier sentimiento positivo que tuviera hacía mi hija.
“¿Quieres decir que Aureliano no era tan malo?”, pregunté intrigado.
“No papá, Aureliano resultó ser un buen hombre y nuestra relación ha empezado a florecer”, respondió ella escuchándose muy feliz.
Ya no pude continuar con la conversación, así que colgué la llamada y me quede pensativo, ¿será posible que nada me salga bien?, imaginaba a la tonta de Veronica sufriendo por los maltratos de Aureliano, ¿cómo es posible que él la tratara bien”, furioso salí de mi oficina, tenía que ver con mis propios ojos que Veronica no estuviera mintiendo, así que decidí seguirla.
Llegue a la universidad con la esperanza de que aún no se hubiese ido, me quede esperando por varios minutos, había perdido la esperanza de verla. Estaba por irme cuando la veo salir, ahí estaba mi pequeña, la luz de mi vida, la que por muchos años me hicieron pensar que era mi hija. Mi corazón se entristeció al verla, Veronica siempre había sido tan desvalida, siempre necesitando de mí para que la protegiera y ahora resulta que ahora soy yo quien la quiere lastimar, en mi interior había una lucha interna por lo que anhelaba mi corazón y por lo que me decía la razón, ella se sentó como si estuviera esperando a alguien, los minutos pasaban y nadie llegaba por mi pequeña, verla desde la distancia me hacía recordar cuando la cuidaba de niña y no dejaba que nada malo le pasara.
Mientras la observaba vi como unos sujetos se acercaron a ella. Empezaron a molestarla, me acerqué a ellos con la intención de golpearlos. “¿Tienen algún problema con mi hija?”, dije con firmeza.
“No señor, solo queríamos ser amables”, respondió una de ellos.
“Vayan a ser amables con sus madres, largonde aqui”, podía sentir como mi sangre hervía de la ira.
“Lo sentimos señor, pensamos que estaba sola”, continuaron los idiotas estos queriendo justificar sus actos.
“Dije que largo”, grite con furia.
Los sujetos huyeron del lugar y yo me quede viendo a Veronica, quien se veía asustada. “¿Estas bien hija?, ¿te hicieron algo?”, pregunté preocupado, pero la reacción de Veronica me sorprendió aún más.
“Gracias papá”, dijo abarazandome, sentir a mi hija me estaba haciendo dudar de mis planes, al final de cuentas ella no tenía la culpa de lo que había hecho si madre.
“Vamos te llevo a tu casa”, le dije separándola de mi.
“No es necesario, señor. Ya estoy aquí”, la voz de Aureliano me regreso a la realidad.
“Perdón por llegar tarde, se me presentó un asunto de último momento”, dijo él muy imbecil justificando su falta de responsabilidad.
“No hay excusas para dejar a mi hija sola y a merced de tantos peligros”, dije en un tono molesto.
Vi la expresión de Veronica, vi como sus ojos se iluminaron mientras veía a Aureliano, también noté la preocupación que tenía Aureliano por ella. Al parecer mi plan había fallado y ellos terminaron enamorados y quien no amaría a mi hija, si ella es tan buena, tan amable e inteligente.
“¿Te hicieron daño?”, pregunto Aureliano visiblemente preocupado.
“No le hicieron nada porque llegue a tiempo, pero no quiero ni pensar que hubiera pasado si no llego”, respondí enojado.
“No fue para tanto, mejor cálmense los dos”, intervino Veronica con dulzura.
“Están bien amor, perdón por llegar tarde. Fue que mi padre me llamó para pedirnos que fuéramos a su casa, quiere tener una nueva reunión familiar”, explicó Aureliano mirando fijamente a Veronica.
“Sabes que no quiero ver a tu tío, en su presencia me siento incómoda, también debes entender mi punto de vista”, las palabras de Veronica me alegraron el día, ella odiaba a su verdadero padre. Una idea paso por mi mente, por que hacer pagar a mi hija por algo que ella no hizo, mejor hacer pagar directamente a los responsables. Volteare a Veronica en contra de Catalina y de Emiliano, será un placer ver cómo Veronica odia a su padre y me quiere a mi. Creo que es hora de disfrutar algo de mi venganza.
“Reunión familiar. Imagino que Catalina y yo como padres de Veronica también estamos invitados”, Aureliano hizo silencio, sabía que lo estaba poniendo en un situación incómoda, pero ese era el plan.
“Me parece buena idea, así aprovecho y paso tiempo con ustedes”, dijo Veronica muy animada y dejando sin opciones a Aureliano.
“Esta bien, la reunión será el fin de semana, los esperamos en la casa de mis padres”, dijo Aureliano notablemente incómodo.
Ya había logrado algo el día de hoy, este era un gran paso para mostrarle mxxxxxx de Emiliano lo que es sufrir, seguramente ya sabe que Veronica es su hija, y si aún no lo sabe yo me encargaré que lo sepa.
Me despedí de mi hija, subí a mi auto y conduje de regreso a mi casa, quería darle la noticia a Catalaina, quería ver su cara cuando supiera que nos reuniríamos con los Estradas y que en la reunión estaría su amante.