El mundo conocido está dividido en tres reinos, el mundo humano, el cielo habitado por los dragones celestiales y los zorros inmortales, mientras que entre ambos reinos se encuentra el reino de las bestias demoníacas. El gran dragón celestial tiene tres hijos, dos príncipes y una princesa consentida.
Fue prometida a un matrimonio al que se niega rotundamente. Ella, Yareli, única princesa y gran comandante de los ejércitos celestiales que lideró varias batallas consiguiendo muchos logros. Siendo respetada por todos sus méritos y grandes logros, ahora se veía en la obligación de casarse con alguien que mi siquiera conoce.
¿Qué pasará con ella cuando logré escaparse?
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Cap #10
El camino había sido largo, pero finalmente ahí estaban, frente a la imponente mansión del gran general, pero de repente recordó que, a ella al no ser alguien apreciada por la familia, le habían asignado el lugar más alejado dentro de esas murallas. Un lugar que no estaba en condiciones y que además se encontraba alejada de todo el resto, especialmente de la residencia principal.
- esas mujeres son unas arpías-, pensó al recordar ese día cuando mandaron a la pobre chica al fondo, sin sirvientes y sin doncellas, ella debía hacerse cargo de ella misma. Estaba claro que esperaban que se muera ahí.
Con el pequeño zorro en brazos decidió caminar alrededor de la muralla hasta llegar donde se encontraba su residencia asignada. Entró por una pequeña puerta y lo que vio fue, un jardín casi muerto, y una pequeña casita con cocina al costado. Suspiró y siguió caminando hasta llegar a lo que se supone es su dormitorio, si bien no estaba tan mal, si estaba descuidado y sucio. No tenía muchos muebles, ni había tanto color como se esperaría en la habitación de una mujer como ella.
- muy bien pequeño cachorrito, este es el lugar donde viviremos por ahora. Pero no será algo permanente-, dijo bajando al zorro blanco en la cama mientras miraba para todos lados en la habitación.
El zorro blanco lloraba internamente al ver aquel lugar tan descuidado y feo, para alguien como él que le gustaba el lujo y todo lo que se veía hermoso, ver eso era realmente una puñalada al corazón.
Mientras ellos estaban explorando el lugar, el sol ya había salido. Pasaron toda la noche caminando para salir del bosque y llegar a aquella mansión. Los pies de Cixi estaban magullados, el cuerpo se sentía cansado y quería dormir.
- supongo que esto es a lo que los humanos están limitados-, dijo Cixi y se tiró en aquella cama al lado del zorro, quién al verla se espantó. No quería que ella durmiera en la misma cama que él.
Cixi se había quedado dormida, y el zorro la empujaba tratando de sacarla de ahí, pero era una misión imposible para alguien pequeño como él en ese momento.
- está mujer, si fuera una simple humana ya la habría mordido-, pensó y dándose por vencido también se quedó dormido a su lado.
Horas después se escuchan ruidos afuera, haciendo que ambos despierten.
- ¿quién se atreve a hacer tanto ruido?-, murmuró Cixi mientras se sentaba en la cama y se tocaba la cabeza. Ella seguía cansada.
- la señorita dijo que podíamos tomar todo lo que nos guste de este lugar porque la bastarda ya no está. Dijo que se había escapado con algún hombre-, se escuchó a una chica.
- si, la señora dijo lo mismo. Que la bastarda había huido con un pueblerino-.
- que vergüenza para la familia. No me sorprendería que cuando regrese el señor borren su nombre de la familia y se prohíba recordar su existencia-.
Las doncellas afuera no paraban de hablar mientras se acercaban al dormitorio. Cuando abrieron la puerta, se encontraron con Cixi parada en medio de aquella habitación.
- creo que hacen mucho ruido, y tienen muchas ideas absurdas y sucias metidas en esa cabecita. ¿En verdad no tienen miedo de perderla uno de estos días?- Cixi con una sonrisa ladina y maliciosa las miraba fijamente.
- la la la señorita...-
- pero pero pero...-
- ¿Qué? ¿Debería estar muerta? ¿Ahora ya no podrán esparcir esos rumores sucios que acabo de escuchar?-
Las doncellas se quedaron atónitas, dos de esas doncellas eran las que trabajaban para la mujer que había instigado su desaparición en aquel bosque, mientras que la otra era doncella de la madre de esa mujer.
Cixi se acercó lentamente a ellas aún con esa sonrisa maliciosa en el rostro, y luego agarró a las dos doncellas de su hermana por los pelos y las derribó con facilidad, las arrastró hasta el patio y luego las dejó tiradas ahí,
- vayan y díganle a su dueña que el fantasma que dejó atrás regresó. Y qué no se atreva a aparecer por aquí porque la desfiguro-.
Dándose la vuelta miró a la doncella de su madrastra quién se encontraba atónita en el lugar;
- tú dile a la zorra de mi padre que sus horas están contadas-, y a esta doncella le hizo lo mismo, la arrastró de los pelos después de darle un golpe en el estómago.
Las tres doncellas estaban ahí sin palabras, ellas sabían, o bien se suponía que Cixi estaba muerta, pero ahi estaba y con un carácter totalmente diferente a la que ellas conocieron alguna vez. Se escuchó un fuerte ruido que las espantó, Cixi había cerrado la puerta de la habitación con un portazo.
El zorrito que había visto todo eso, mentalmente quería reír. Fue muy divertido ver cómo Cixi arrastraba a esas mujeres de los pelos sin ninguna contemplación. Y es más, lo más probable es que a partir de ahora se encuentre con más problemas por lo que hizo recientemente.
- por lo que veo no tiene poder dentro de la familia, es ignorada y encima es pobre-, mirando el lugar donde se encontraban ahora. - dudo que sobreviva a la persecución de las brujas así-, concluyó mentalmente el cachorrito y se volvió a posicionar para seguir durmiendo, cuando sintió que ella también pensaba hacer lo mismo y al voltear para mirarla, vio que ella ya estaba completamente dormida.
- bien pueden matarla y ella ni se daría cuenta-, pensaba Suibian mientras la observaba.